A pesar de las polémicas que se vienen librando desde las redes sociales sobre aspectos del proyecto del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) Reverdecer a Bogotá 2022-2035, la verdad es que la iniciativa no tendrá mayor resistencia en el Concejo.
Según una consulta realizada por este diario entre concejales, al menos 11 de los 15 de la Comisión del Plan, donde se tramita el POT, ya tendrían definido votar a favor de que Bogotá tenga una nueva hoja de ruta después de 17 años. Otros tres aún no lo han manifestado públicamente, aunque se da por hecho que terminarán apoyando la mayoría del articulado.
En el caso de la concejala Susana Muhamad (Colombia Humana), quien ha sido crítica del proyecto y algunos colegas suyos consideran que votaría ‘no’, le dijo a este diario que algunos artículos los votará de manera positiva, pero otros que considera claves, no.
“La profundidad del debate ha sido deficiente y como se ha dado a la carrera tiene inconsistencias y vacíos”, afirmó la concejala, cuyo partido está en oposición a la istración de Claudia López.
En la tarde de ayer se presentaron tres ponencias positivas con modificaciones, ellas son las de los concejales Nelson Cubides (Conservador), Germán García (Liberal) y Pedro Julián López (Cambio Radical). Según los ponentes, los cambios que proponen al proyecto original son entre el 30 y el 40 por ciento del articulado, algunos de ellos ya fueron concertados con la Alcaldía.
En el último cabildo abierto, realizado el pasado martes, la alcaldesa se refirió a algunos puntos polémicos. Dijo, por ejemplo, que “las actividades de alto impacto no se podrán ubicar en suelo residencial de proximidad”, que las 33 Unidades de Planeamiento Local (UPL) “harán más sencilla y próxima la istración y disfrute de la ciudad”, y que en renovación urbana habrá “protección de moradores, mejora de la ciudad en condiciones de equidad y equilibrio para los constructores”.
Las ponencias contribuyen a mejorar el POT y, si hay conciliación con la istración, esto ayudaría a mejorar el ambiente frente al proyecto
“Este es el mejor momento político para Claudia López en la Comisión. Las ponencias contribuyen a mejorar el POT y, si hay conciliación con la istración, esto ayudaría a mejorar el ambiente frente al proyecto”, dice Nelson Cubides, coordinador de ponentes y quien propone unos 200 cambios a la iniciativa, algunos de los cuales son sobre temas que se han considerado inamovibles para la Alcaldía, como la ALO, los perfiles viales, las cargas para desarrollos urbanos, aumentar la densidad y no expandir la ciudad.
En el mismo sentido se refirió Germán García, quien consideró que el texto inicial tiene cosas buenas y otras que deben mejorarse. “No se puede desconocer que el Plan de Ordenamiento Territorial lo necesitamos, porque la realidad es que la ciudad ha cambiado. Pero por el afán no tenemos que sacar una norma rápidamente, sin mayor discusión, sino sacar la mejor norma, en la que coincidan la visión de la istración y la de los concejales”, señala García, quien asegura que, dependiendo de qué tanto la Alcaldía esté dispuesta a conciliar, la discusión y aprobación del articulado pueden demorarse o salir más rápido.
La misma posición tiene el concejal Pedro Julián López, quien espera que puedan llegar a acuerdos con la Alcaldía sobre varios artículos que han generado controversia en el cabildo distrital y entre la ciudadanía.
De entrada, los puntos que más controversia generan entre los concejales son la decisión de la istración de no contemplar el tramo norte de la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), la creación de nuevas localidades, los llamados perfiles viales, los usos del suelo en los barrios, las cargas para los nuevos desarrollos urbanos y la exigencia de un mínimo de área para las vivienda no VIS, entre otros.
Cabe recordar que al proyecto del POT los concejales no le pueden hacer modificaciones si no cuentan con la aprobación de la Alcaldía. Y si pasa en comisión y la plenaria no alcanza a votarlo o a aprobarlo, la alcaldesa puede sacarlo por decreto.
Sin embargo, así como la alcaldesa Claudia López ha logrado el apoyo de varias bancadas, incluso de algunas de las que se han declarado en independencia, también se espera que en la plenaria la iniciativa no tenga mucha resistencia.
La Comisión del Plan tiene hasta el 8 de diciembre próximo para aprobar o no el proyecto y, según su presidente, Celio Nieves, se espera que la votación de los 608 artículos que conforman el proyecto del POT les tome entre 4 o 5 días.
Los debates en el cabildo distrital se espera que empiecen la próxima semana, y qué tanta discusión se presente o no sobre el articulado dependerá de que la istración distrital acceda a revisar los puntos que más generan controversia.
ALO Norte está contemplada
La decisión de no incluir el tramo norte de la ALO en el proyecto del POT es uno de los puntos que más genera controversia, porque descarta a futuro la construcción de este corredor que ayudará a la movilidad de Suba y para el que la ciudad ya hizo millonarias inversiones en estudios, diseños y compra de predios.
Crear 33 localidades
La creación de 33 localidades es otro punto polémico. La crítica está orientada a que desde una ley (la reforma del estatuto de Bogotá) se establecieron los criterios sin contemplar a las comunidades. El POT plantea reemplazar las 105 UPZ por 33 UPL, que, en una segunda fase, se convertirán en localidades.
Densidad o expansión
En este punto el Concejo está dividido. Así como hay sectores que comparten no extender más la ciudad, también hay quienes piensan que no se debe densificar más, sobre todo algunos sectores que ya son densos. Igual, hay concejales que creen que esto debe ir atado a una política regional de desarrollo.
Usos del suelo en áreas estructurantes
Aunque el POT plantea que bares, moteles y lugares de entretenimiento para adultos podrán localizarse en las áreas estructurantes, que estarán cerca de las líneas del Metro y los Regiotram, y en zonas de gran variedad de actividades económicas, hay temor de que se permitan en barrios residenciales consolidados.
Reasignación de carriles
La idea de dejar mínimo dos carriles en las vías nuevas o en las que se intervengan y darles más espacio al transporte público, bicis y peatones, genera preocupación por cuanto podría causar más congestión en la ciudad. Ante esto surgen en el Concejo propuestas como dejar mínimo tres carriles para vehículos y permitir vías elevadas.
GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
Editor de Bogotá
Twitter: guirei24