Diez días completa estancado en el Concejo de Bogotá el proyecto del Plan de Ordenamiento (POT), con lo que se estrecharon los tiempos para que esta iniciativa clave para la ciudad sea aprobada o negada. Un impedimento y dos recusaciones, una de ellas contra todos los 45 cabildantes, han alargado el debate y tienen al Plan a escasas tres semanas –hasta el 8 de diciembre- para que se le cumplan los términos en comisión y en plenaria, algo que para algunos cabildantes pone a la propuesta de la alcaldesa Claudia López en una difícil situación. Pero, además, se anuncia otro recurso, que, por tercera ocasión, volverá a aplazar la discusión.
Este jueves se esperaba que el Concejo en pleno resolviera el más polémico de todos los recursos interpuestos –el que supuestamente suplanta a un ciudadano y utiliza indebidamente el logo de Colombia Humana- y que busca dejar a toda la corporación distrital inhabilitada para conocer de los artículos que crean nuevas localidades, pero no se pudo superar ese escollo en un solo día.
Después de más de siete horas, y en medio muchos ausentes, dudas sobre si la corporación puede resolver esos impedimentos y cuando ya avanzaba la votación y todo indicaba que iba a ser en contra de la recusación, la sesión fue suspendida. Continuará este sábado de manera virtual.
La propuesta de POT Reverdecer a Bogotá 2022 – 2035 tiene 608 artículos, cartografía y documentos anexos que deben ser estudiados y discutidos por los cabildantes casi que en tiempo récord. Es por eso que algunos concejales ya dicen que si bien la ciudad necesita un Plan de Ordenamiento Territorial no quieren que este sea aprobado a “pupitrazo”.
Cuando la alcaldesa Claudia López presentó el proyecto ante los bogotanos, en un acto en el Palacio Lievano, al que asistieron cerca de un centenar de líderes y dirigentes gremiales, el ambiente frente a la propuesta era de expectativa. Y se daba por hecho que no iba a tener problemas en su trámite en el Concejo. De hecho ya había pasado el filtro de la CAR Cundinamarca y del Consejo Territorial de Planeación Distrital, aunque con algunas voces que reclamaban más concertación con las comunidades.
"Este POT ni expande el suelo urbano sobre el norte, ni destruye el suelo rural y ambiental de la Reserva Thomas van der Hammen, ni hace la ALO Norte, porque cualquiera de las tres cosas destruiría la calidad rural y ambiental de esa zona de la ciudad”, señaló la mandataria, quien también se refirió al rescate de la llamada Media Luna del Sur, “que conecte los cerros orientales, el parque Entrenubes, la zona rural de Usme y de Ciudad Bolívar; que reestablezca el cauce, el suelo ambiental y el suelo verde de nuestro rio Tunjuelito, y que incorpore nuevas reservas a nuestra Estructura Ecológica Principal”.
López además señaló que este POT “no es un sueño, no es un mundo ideal, es el mundo necesario y posible, con herramientas, con programas, con políticas y con instrumentos de financiación para hacerlo realidad, y con determinantes ambientales, territoriales, institucionales y financieros para que cada actuación del sector público o del sector privado, en efecto, contribuya a este propósito de ciudad”.
A pesar de los tropiezos que hoy enfrenta el proyecto, el presidente de la comisión donde hace trámite el Plan, Celio Nieves (Polo Democrático), confía en que la corporación distrital resolverá las recusaciones y que los concejales se “apliquen” para que en el tiempo que les queda, el cual considera “suficiente”, la iniciativa pueda ser discutida y aprobada tanto en comisión como en plenaria.
“Aspiramos desde la comisión del plan que podamos reiniciar el trámite a más tardar el próximo domingo y, si no hay nada extraordinario, inicie también la votación”, indica Nieves, para quien el estancamiento del proyecto pueden ser un tema "de orden político".
El camino para el POT es difícil
No piensa igual la concejala Lucía Bastidas (Alianza Verde) y también integrante de la comisión del plan. Bastidas, que ha sido una defensora de mantener la ALO Norte y mejorar los temas de vivienda y jurídicos del POT, considera que “el camino para el proyecto es difícil, porque los tiempos se están acortando, hay tres ponencias positivas y todavía no hay un articulado conjunto, y hay además muchas proposiciones. Eso, seguramente, nos va a complicar el camino”.
A todo esto se le suma, anuncia, el impedimento de los cinco concejales de diferentes colectividades (Lucía Bastidas de Alianza Verde; Emel Rojas, de Colombia Justa Libres; Heidy Sánchez, de Colombia Humana; Carlos Carrillo, de Polo Democrático, y Andrés Forero, del Centro Democrático) que demandaron ante la Corte Constitucional la reforma del Estatuto de Bogotá aprobada en junio pasado por el Congreso de la República.
En la demanda, que fue itida por el alto tribunal esta semana, los cabildantes buscan que la Corte deje sin efectos los artículos le quitan competencias al Concejo en materia de autorización de vigencias futuras e incluye la creación de nuevas localidades a través del proyecto de POT, que en su articulado propone convertir las 105 UPZ en 33 UPL y luego estas localidades).
Aspiramos desde la comisión del plan que podamos reiniciar el trámite a más tardar el próximo domingo y, si no hay nada extraordinario, inicie también la votación
La concejala considera que la alcaldesa debe presentar un POT teniendo en cuenta a gremios, asociaciones de vecinos, comunidades y diferentes sectores que han hecho críticas al proyecto y que “no han sido escuchados”.
“Lo peor que le podría pasar a la alcaldesa es sacar un POT por decreto”, insistió Bastidas, quien, no obstante, lamenta que haya una polémica recusación contra todos los concejales y pide a la Fiscalía investigar el origen de la misma y sentar un precedente.
Bastidas, junto con Diego Cancino, Martín Rivera y Luis Carlos Leal, se presentó en una sesión de la comisión donde se debate el Plan con tapabocas con una equis verde y un girasol marchito, en protesta por la decisión de su partido (con 12 concejales en la ciudad) de votar como bancada el POT, con lo que ellos no pueden sufragar de manera individual. Esta es otra de las controversias que se han generado alrededor del debate a la propuesta de carta de navegación de la ciudad.
Se pueden perder los cambios hechos
Nelson Cubides (Conservador) dice que no es normal que en el Concejo se presente una recusación contra todos sus y menos sin “fundamentos legales”, y que puede ser entendida como un "palo en la rueda", pero que debe ser tramitada porque que así lo establece el estricto reglamento de la corporación, según el cual las recusaciones e impedimentos deben resolverse tres días después de interpuestos y en plenaria.
“Bogotá se merece un POT o por lo menos que se le dé una discusión, así se hunda durante la discusión; pero no hacerlo, por trámites, sería una verdadera pena, una vergüenza con la ciudad, porque no fuimos capaces de dar el debate de frente y dejar que la ciudad esté en un limbo por no tener un nuevo POT”, afirma.
Cubides advierte que si en 20 días (hoy ya quedan 19) el Concejo no se pronuncia, ni en comisión ni en plenaria, la alcaldesa Claudia López podría sacar el texto original que radicó hace 70 días, lo que sería “gravísimo” porque se perderían todos los cambios que se le han hecho a la iniciativa.
El concejal aclara que “si la comisión vota el texto de las ponencias, pero no se aprueba en plenaria, la alcaldesa Claudia López tendría la posibilidad de sacar el POT por decreto, pero ya sería con el texto aprobado en comisión, lo cual es un mal menor, en el sentido de que sale con todos los cambios que se le han hecho, los cuales son muchísimos”.
Bogotá se merece un POT o por lo menos que se le dé una discusión, así se hunda durante la discusión; pero no hacerlo, por trámites, sería una verdadera pena, una vergüenza con la ciudad.
Cabe aclarar que todos los ajustes que se le realicen al proyecto del POT deben tener el aval de la istración distrital. Este es, precisamente, otro de los problemas que enfrenta el trámite de la propuesta de hoja de ruta para la ciudad. Los tres ponentes le hicieron cambios al articulado, muchos de ellos concertados con la Alcaldía, pero otros no, lo que ha llevado a que desde el cabildo distrital se indique que la Secretaría de Planeación cerró la puerta de la concertación.
Por su parte, Carlos Carrillo (Polo Democrátrico) asegura que en buena medida que el Plan de Ordenamiento se esté enredando en el Concejo es responsabilidad de la propia istración y no, como se ha pretendido desde algunos sectores, responsabilizar a Colombia Humana, el partido del senador y precandidato presidencial Gustavo Petro.
En efecto, la mandataria culpó a esta colectividad de las dos recusaciones que se han tramitado durante el debate de la iniciativa. La primera fue de Carlos Carrillo contra su colega Diego Laserna (Alianza Verde) y la última, la interpuesta en papelería de Colombia Humana y a nombre de Germán David Cañón contra los 45 concejales. Para el cabildante, las recusaciones son válidas y es normal que se presenten, aunque en su opinión se deberían discutir inmediatamente.
Claudia López, en un acto de contricción, debería retirar el POT, pedirles perdón a los ciudadanos por ser tan autoritaria, conciliar con las comunidades.
“El proyecto fue radicado un mes tarde, con lo que el Concejo no pudo adelantar los cabildos abiertos en sesiones ordinarias, sino en extraordinarias, y la discusión se cruza ahora con el presupuesto, la elección de mesas directivas y con los debates de control político", asegura el concejal del Polo Democrático.
Carrillo dice que “Claudia López, en un acto de contricción, debería retirar el POT, pedirles perdón a los ciudadanos por ser tan autoritaria, conciliar con las comunidades, volver a hacer varias cosas que están técnicamente mal hechas (...) Este texto es un primer borrador y la alcaldesa puede retirarlo y volver a hacer el trámite, porque de otra manera lo veo, con los tiempos que tenemos, muy difícil y empieza a aparecer el riesgo de que el POT se hunda. En mi opinión, ese POT no debe aprobarse”.
El concejal del Polo sí considera que los concejales deberían hacer todo lo posible por dar la discusión de manera "más rigurosa o más profunda", pero reitera que los tiempos hoy están muy apretados para que eso pase.
Hoy, contrario a lo que se pensaba en un principio, incluso antes de ser radicado el proyecto en el Concejo el pasado 10 de septiembre, cuando muchos cabildantes creían que el Plan tenía los votos suficientes para ser aprobado tanto en comisión como en plenaria, el ambiente es distinto y poco a poco se ha ido enrareciendo.
A esto se le han sumado las críticas desde diferentes sectores, particularmente de gremios como Camacol nacional y seccional Bogotá y Cundinamarca, la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), la Cámara de Comercio de Bogotá, Probogotá Región, Fenalco Bogotá y Cundinamarca y hasta el mismo Ministerio de Vivienda.
GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ
Editor de Bogotá
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