En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

El Colectivo artístico que aleja de drogas a jóvenes en Barranquilla

Unos mil habitantes del sector le sacan provecho a un call center que los distancia de la maldad.

Alt thumbnail

PERIODISTAActualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
“El colectivo nos ha alejado de las drogas”. Así, con firmeza en su voz y sin titubear a pesar de sus 13 años, se expresa Ómar Padilla, un actor y algunas veces entrevistador por afición que ha ganado destreza en su hablar y mantenido al margen de las problemáticas sociales de su barrio, gracias al Colectivo Ciudad Cangrejo, en Barranquilla.
Se trata de una iniciativa llena de arte que nació, así como Ómar, en el sector de La Cangrejera, localizado en el corregimiento La Playa, donde, desafortunadamente, la mayoría de las historias que se origina de allí rellenan las páginas judiciales de los medios locales o sobresalen las quejas de sus habitantes por inundaciones o deficiencias en los servicios públicos.
Pero, esta vez, las letras de esta página no corresponden a temas delictivos o dificultades de la población, sino, por el contrario, a la esperanza que genera el colectivo en niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores, que se benefician con la obra positiva en medio del drama.
Justamente, esas escasas oportunidades y espacios recreativos, dieron pie a lo que hoy les permite, principalmente a los jóvenes, generar buenos hábitos. Fue hace cinco años, cuando ‘cinco pelaos’ vieron en el arte el escape oportuno del mundo de las drogas, atiborrados de barro y atrapados en el lodo que decoran las humildes calles de La Cangrejera.
“Empezamos con un grupo de mujeres que jugaban fútbol en la cancha y uno que otro fin de semana llevábamos a las chicas a jugar por fuera. Veíamos las falencias de espacios creativos, donde los jóvenes se pudieran involucrar y vieran la manera de distraerse, ya que estamos en una zona un poco vulnerable”, recuerda Émerson Toloza García, uno de los precursores.
Como si fuera poco, a medida que avanzaba el tiempo y veían la reacción positiva de sus vecinos, incrementaron los espacios lúdicos y, más allá de conformarse con el fútbol, le añadieron clubes de lectura y cine club.
Esa última actividad influyó a Ómar, también hincha de Junior que creció en la generación donde lucieron figuras como Sebastián Viera y Teófilo Gutiérrez, aunque más allá de imitar a sus ídolos como cualquier otro niño lo haría, dejó a un lado la pelota y se armó de micrófono, con valor se paró frente a la cámara y empezó a preguntarle a sus vecinos cosas de la coyuntura, como “¿Qué han hecho durante la pandemia?”.
Me mantengo escuchando lo que ellos hablan, no para chismosear… ¡Jeje! (risas), sino para ver cómo se expresan
Se refiere a un proyecto audiovisual dirigido desde Suiza y proyectado allá mismo por un artista en este campo cuyo nombre es Jorge Cadena, el colombiano que se interesó por las historias de La Cangrejera y las llevó a territorio europeo.
“Yo hablé de mi vida, de lo que hago, de cómo sobrevivo en la pandemia, y luego salimos a las calles a preguntarle a la gente cómo sobreviven en la pandemia”, dice el pequeño, pero grande en experiencias, Ómar, quien cuenta que también participó en un fragmento de un corto, en el que hizo el papel de deportista.
Agrega que le perdió el nerviosismo a las cámaras, o… “Tal vez sí me dan nervios de equivocarme al hablar”, pero luego todo le fluye, cualidad que le aprendió a ‘los pelaos’: “El Boris” –como le dice- y a Émerson, entre otros.
¿Cómo le aprendió? Cuenta que lo hizo escuchándolos hablar, pero aclara algo muy importante: “me mantengo escuchando lo que ellos hablan, no para chismosear… ¡Jeje! (risas), sino para ver cómo se expresan”.

Un verdadero ‘influencer’

En estos tiempos donde abundan las plataformas digitales y los personajes de muchos seguidores en redes sociales conocidos como influenciadores llenos de polémicas, La Cangrejera tiene a sus ‘influencers’ y ‘El Boris’ es uno de ellos.
Más bien es Boris Flórez, un apasionado por la producción de los medios audiovisuales y por ayudar a sus vecinos, a través precisamente de enseñar con la cámara, el micrófono boom, fundamentos que adquirió, según cuenta, de manera empírica.
Sin embargo, resalta que se preparó estudiando Licenciatura de Español y Literatura, en la Universidad del Atlántico –ubicada a pocos metros del corregimiento--, así como su participación en un diplomado de edición en la misma institución en 2014.
Y, recientemente, realizó un curso de Sonido Digital en la Escuela Distrital de Arte (EDA) de Barranquilla. En todo ese proceso ha producido hasta ahora seis cortometrajes con sello de La Cangrejera, donde usa sus espacios para inspirarse.
“En los cortometrajes le hice uno a un muchacho acá, que le dicen ‘Guayos Viejos’, otro que le hice a una amiga de acá que es artista plástica, otro que le hice a un amigo de aquí que es escultor de la piedra, se llama Héctor Cabarcas y uno que le hice a la Ciénaga de Mallorquín”, dice Boris, haciendo memoria.
Esa pasión lo llevó a armar un estudio en su casa. Para ello, adquirió más herramientas, como cámaras, micrófonos, luces, las mismas que utiliza para enseñarles el arte de los medios audiovisuales a todos sus vecinos.
El call center es una atención que nosotros le brindamos a las personas que se encuentren en estado de depresión o que se le dificulte el traslado hacia un centro médico
“Los pelaos saben manejar las cámaras, trato de enseñarles y me gustaría empezar un curso de edición y montaje, para que la gente aprenda a editar videos”, sostiene Flórez, quien confiesa que él mismo aprendió a editar viendo tutoriales en Youtube.

Un call center

A estas alturas, unos 1.000 habitantes aproximadamente de La Cangrejera ya están beneficiados con el proyecto del Colectivo Ciudad Cangrejo, el cual creció en cuanto a espacios recreativos y, además de los clubes de lectura, cine club y eventos deportivos (cancelados ahora por el covid-19), le sumaron talleres de música, artesanías con concha de caracol, pinturas artísticas y proyectos audiovisuales.
Además, un grupo de tres personas, entre ellos Émerson, ha creado un call center desde sus respectivas viviendas para brindar apoyo psicosocial a los vecinos. Según explica, la idea es hacerle seguimiento a sus paisanos por estos meses de confinamiento, en el que es un riesgo salir a la calle ante la emergencia sanitaria.
Tienen agenda diaria, los teléfonos por supuesto y, lo más importante, disposición, para hacer que el call center funcione. Además, desde ahí coordinan las ayudas humanitarias provenientes de fundaciones amigas.
“El call center es una atención que nosotros le brindamos a las personas que se encuentren en estado de depresión o que se le dificulte el traslado hacia un centro médico, sea colombiano o sea venezolano, y nosotros ahí funcionamos como un enlace para facilitarle más las cosas en estos momentos de pandemia”, aseguró el barranquillero, de 26 años.
Esas son las acciones de una comunidad cansada de la maldad y de la estigmatización, que ya no son protagonistas de las páginas judiciales, sino de las historias positivas con protagonistas como Ómar, Boris, Émerson y otros 1.000 habitantes que, en comunidad, se blindan para llevar su mejor imagen hasta Suiza y continuar a otras partes del mundo.
Deivis López Ortega
Corresponsal de EL TIEMPO
En Twitter: @DeJhoLopez

Sigue toda la información de Colombia en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Temas relacionados
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.

Mis portales