Univalle ha invertido más de $ 7.400 millones en Sistema de Regionalización

En 2021, la Universidad del Valle conmemora 35 años de creación de su Sistema de Regionalización, una estrategia para la descentralización de la educación superior que ha logrado la formación de miles de jóvenes y el impulso al desarrollo social, educativo y económico de la región.

Hoy, la institución cuenta con nueve sedes regionales ubicadas en Buenaventura, Buga, Yumbo, Zarzal, Tuluá, Caicedonia, Cartago, Palmira y Santander de Quilichao, donde estudian alrededor de 14 mil estudiantes y han egresado más de 25 mil profesionales.

El profesor Édgar Varela Barrios Ph.D , rector de la Universidad del Valle, habla sobre los aciertos en el camino recorrido y sobre el futuro de uno de los proyectos de educación superior más exitosos y representativos del país. 

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A grandes rasgos, es un trabajo mancomunado entre la universidad y las fuerzas vivas de cada municipio que nos ha permitido crear uno de los mejores modelos, no solo en Colombia sino en América Latina, de extensión de programas de formación –del primero al último semestre– en municipios, zonas rurales y ciudades intermedias desde una gran capital como lo es Cali.

A la fecha contamos con más de 100 profesores de tiempo completo y una gran cantidad de empleados istrativos y colaboradores que nos apoyan en la misión de consolidar Regionalización, una red educativa con enfoque territorial que tiene su misión en la búsqueda de la equidad en oportunidades de educación.

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Son oficialmente 35 años. Pero desde antes, la Universidad hacía esfuerzos en ese sentido desde estrategias de extensión y educación a distancia. La primera iniciativa estuvo en manos de Mario Carvajal, que fue rector de la Universidad. Después continuaron proyectos encaminados a la ampliación de estos avances de mano de los rectores Alfonso Ocampo Londoño y Rodrigo Guerrero.

Ya en el año 1986, con el trabajo visionario del rector Harold Rizo Otero, se materializó la creación de este Sistema con el nacimiento de cuatro sedes donde se formaban jóvenes durante los cuatro primeros semestres de sus carreras para, posteriormente, culminar sus estudios en Cali. Debo resaltar que, en conversación con el profesor Rizo, fue la demanda de educación superior proveniente de las regiones la que generó el verdadero impulso. Los diputados, alcaldes y líderes sociales anhelaban que los modelos de educación de calidad llegaran a los territorios.

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Durante los últimos 7 años, la Universidad del Valle ha crecido en varias dimensiones. La que considero más importante es el aumento de la cobertura educativa, ya que pasamos de formar a cerca de 8 mil estudiantes en el año 2015 en las sedes regionales a tener matriculados en este período académico un aproximado de 14 mil. Es un aumento de 6 mil cupos, de 6 mil jóvenes. Esta, que es la misión principal de la universidad en el Sistema de Regionalización, ha sido la consecuencia del crecimiento de la planta docente, del personal de apoyo istrativo y la infraestructura física que alberga todas las actividades académicas, culturales y de bienestar que desarrolla la comunidad universitaria.

Desde la Dirección Universitaria entendimos la importancia de mejorar la infraestructura física de las sedes regionales como un requisito ineludible, no solo en materia de ampliación de la cobertura educativa, sino para generar ambientes óptimos para el desarrollo de la academia, la cultura y el deporte y, como consecuencia, elevar la calidad educativa. Con esa directriz decidimos, con el respaldo de nuestro Consejo Superior y el aporte financiero y en especie de la Gobernación del Valle y las Alcaldías, realizar un ambicioso proyecto de fortalecimiento de nuestra infraestructura con una inversión superior a los 66 mil millones de pesos, provenientes del Plan Plurianual de inversiones 2017-2020.

También destinamos una inversión de alrededor de 4.900 millones de pesos para esta tarea que incluye arreglos de edificaciones, así como dotación tecnológica y de laboratorio.

Por otra parte, tenemos las nuevas construcciones en las que invertimos más de 61 mil millones de pesos. Una de las obras más importantes fue la terminación del campus Las Balsas, de la sede Zarzal.

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Durante este año hemos invertido más de 7.400 millones en el Sistema. De ellos, más de 4 mil millones de pesos se han destinado a mantenimiento de la planta física de las sedes y cerca de 1.500 millones de pesos de recursos propios a la construcción del edificio de La Carbonera. También proyectamos la compra del lote para la construcción de un nuevo campus en Buga y la adjudicación del contrato de construcción del Centro Deportivo Universitario para la sede Pacífico.

Y aunque los edificios son muy importantes, hemos materializado la que quizá sea nuestra mayor apuesta de los últimos años: la creación de los nodos universitarios, que son centros de formación de la Universidad del Valle en municipios de menor tamaño a los de nuestras sedes. En los nodos ofrecemos programas de educación formal y de extensión, enfocados en la pertinencia para cada región y enfocados en la educación rural, para que los jóvenes realicen los cuatro primeros semestres en sus municipios y así tengan más posibilidades de a la educación y de continuidad en la etapa de mayor deserción, que son precisamente los dos primeros años de estudios.

En total serán seis nodos, ubicados en Florida, Sevilla, Jamundí, Candelaria y Calima Darién, en el Valle, y Miranda, en Cauca. Al igual que en la época de fundación de las sedes regionales, el origen de los nodos fue posible por el concurso de las istraciones municipales y del sector productivo en su constitución. Hay colaboración y complementariedad.

Lo que la universidad tiene previsto para regionalización en los próximos años es ampliar su planta docente. Nosotros próximamente vamos a llevar al Consejo Superior una iniciativa, que ya tenemos muy elaborada, para que haya 60 cupos de profesores de tiempo completo adicionales, con los cuales completamos un centenar de profesores de tiempo completo en el régimen de carrera del Decreto 1279. Tenemos claro también que para la obtención de los registros calificados y la acreditación institucional deben incrementarse los cupos de los profesores que en Univalle llamamos ocasionales y que son contratistas de tiempo completo. Nuestra la meta es que a 2023 puedan tenerse en Regionalización un total de 200 profesores de tiempo completo.

También hemos tomado una decisión en la que nos está acompañando el Ministerio del Trabajo para que los 280 empleados istrativos que están contratados por fundaciones sean incorporados progresivamente a la planta de la universidad. Ya firmamos las actas de compromiso con las diferentes organizaciones sindicales que representan a estos empleados y tenemos un principio de acuerdo, así como una hoja de ruta, en la que avanzaremos incluso desde el final de este año.

En lo que tiene que ver con estudiantes, nuestra meta es ampliar la capacidad de cupos hasta llegar a un horizonte de 16 o 17 mil estudiantes. Hemos crecido casi un 100 % en los últimos siete años, pero somos conscientes de que aún hay muchos más jóvenes que necesitan y merecen igualdad de oportunidades en el a la educación.

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Los mayores desafíos a los que se enfrenta el Sistema de Regionalización, así como todo proyecto realizado desde la universidad, es la financiación. Todos estos esfuerzos requieren recursos y, en ese sentido, es muy importante tener una política que permita e incentive el trabajo conjunto con las Alcaldías, las gobernaciones del Valle y el Cauca y, por supuesto, de los representantes del sector productivo en cada región.

ERNESTO JOSÉ PIEDRAHITA

Director de comunicaciones de la Universidad del Valle*

Especial para EL TIEMPO

CALI