'El monstruo de mi cuarto' se hizo viral en redes sociales esta semana, aunque fue publicado en noviembre de 2022. Se trata de un cuento breve que resultó ganador de la categoría juvenil en la última edición del reconocido concurso 'Medellín en 100 palabras'.
El texto, escrito en primera persona, llamó la atención de los lectores por la cruda realidad que refleja: el abuso sexual de niños, niñas y adolescentes.
En él se narra la historia de 'El monstruo', un personaje que habita en la casa del o la protagonista acecha al o la protagonista en su habitación. "Le he puesto varios nombres, El monstruo, El vigilante, El coco y muchos otros. Pero mi mamá le dice amor", se lee en la historia.
Organizado por Comfama y el Metro de Medellín, 'Medellín en 100 palabras' invita a personas de todas las edades, residentes en el Valle de Aburrá, a escribir sobre la vida de la ciudad y su área metropolitana.
'No es una vivencia personal'
Y precisamente, esa fue la intención de Miguel Ángel López, de 16 años, al escribir el cuento 'de horror' que preocupó a miles de personas en redes sociales en Medellín y todo el país.
Incluso, se llegó a pensar que López era la víctima de la historia que escribió y se pidió a las autoridades locales y a los organizadores del concurso investigar el caso a fondo para esclarecer si se trató de una denuncia pública por violencia o abuso contra un menor de edad.
En diálogo con EL TIEMPO, el joven y su madre, Francy Henao, contaron que no se trata de una vivencia propia. "No tiene nada que ver con eso. Decidí escribir sobre el tema porque tengo conocidos que han tenidos esas experiencias, amigos muy cercanos", cuenta Miguel.
El joven es habitante de la comuna de Aranjuez, en el nororiente de Medellín, donde vive con su madre —que no tiene pareja y se dedica a sus hijos y al trabajo—, su hermano menor, sus abuelos, sus tías y sus primos.
"Decidí plasmarlo en la hoja para dar a conocer ese tipo de historias y que la gente haga conciencia sobre esto. No siempre el peligro está afuera, sino también dentro del hogar", agrega.
Dos amigas cercanas a Miguel pasaron por situaciones de este tipo —señaló el joven—y cuando leyeron su cuento, se sintieron identificadas y le agradecieron por retratar su historia. "Gente que yo tampoco sabía que estaba pasando por eso me escribió a darme las gracias".
A raíz de la situación, Comfama activó su protocolo de violencias basadas en género e inició acompañamiento a la familia "desde el marco de actuación que tenemos como organización y desde nuestro protocolo por la situación mediática presentada", aseguraron mediante un comunicado.
Henao, por su parte, confirmó que este viernes se entrevistaron con personal psicosocial de la caja de compensación para verificar la realidad del joven y su familia.
"Creo que si hubiera pasado algo dentro de mi hogar, lo más probable es que el escrito no hubiera podido salir a flote. Si alguien se viera en condiciones de acoso es poco probable que el escrito hubiera sido mostrado", expresa Miguel.
No es su primer cuento
Su pasión por las letras empezó cuando tenía entre 8 y 9 años."Yo iba a la Biblioteca Pública Santa Cruz, allá había un club de lectura con un profesor con el que leíamos cuentos y hacíamos sesiones de lectura. En el colegio también nos enseñaron ese amor por leer", recuerda Miguel y agrega que su mamá también cumplió un papel importante.
La escritura, dice, llegó casi instantáneamente. "Empecé a leer y ahí mismo decidí plasmar mis pensamientos. Escribía porque me entraba la inspiración. Así, de la nada, en un tablero, me daba por escribir en la noche".
Así fue como surgió 'El monstruo de mi cuarto'. "Fue como a la 1 de la mañana. Me senté en mi pieza y empecé a plasmar muchas ideas y empecé a apuntarlas una por una hasta que me decidí por esta y empecé a pulirla hasta que quedó", dice Miguel, quien afirma que lo marcó 'La metamorfosis' de Kafka y muestra su pasión por los "escritos antiguos" como La iliada o 'La divina comedia'.
En su cabeza ya había imaginado el inicio y el nudo. El desenlace, en cambio, fue lo primero que escribió: "Pero mi mamá le dice amor". En menos de una hora plasmó el cuento que ya había desarrollado en su mente decenas de veces.
Aunque esta no fue la primera vez que Miguel participaba en 'Medellín en 100 palabras'. De hecho, este es el cuarto cuento que envía al concurso, pero asegura que solo en las últimas dos ediciones dejó de escribir por escribir.
"Cuando tuve la tercera entrega de 'Medellín en 100 palabras' supe que tenía que hacer algo que tuviera un impacto". Así surgió 'El mandado', la historia de un niño que era testigo de los problemas económicos de su familia y cómo recurrían a paga diarios para sobrevivir en el día a día.
"No hemos tenido ningún tipo de problemas económicos en mi casa, pero uno escucha las historias de conocidos y vecinos y se da cuenta de la situación de muchas familias por falta de dinero o por problemas económicos", explica el joven que está próximo a iniciar el grado 11 en el colegio.
Miguel dice que su estilo narrativo, que plasma la perspectiva de los niños y niñas en medio de problemas familias o contextos de violencia y abuso en Medellín, es inconsciente. Y afirma que la escritura es su hobby y su manera de expresar lo que piensa y siente.
"Es la manera de expresarme, no lo hago por interés, ni por ninguna otra cosa. Yo escribo cuando siento que mi corazón me pide escribir, cuando siento que es necesario escribir. No lo hago siempre. Tampoco diría que me dedicaría a eso".
Le gustaría estudiar cibernética o la física, aunque más por la astrofísica o la astronomía. "Son las materias en las que me destaco más y las que más me interesan", asegura. Eso sí, no descarta la posibilidad de escribir un libro.
SEBASTIÁN CARVAJAL BOLÍVAR
Redactor EL TIEMPO Medellín