Pandemia tiene al 40% del personal de salud con algún trastorno mental

El exceso de trabajo, la frustración, la discriminación, el aislamiento, el miedo a infectarse, pacientes negativos, la falta de o con familiares y el agotamiento son, entre otros factores, los retos que está enfrentando el personal de la salud en Colombia.

Un estudio desarrollado por el Centro de Excelencia en Investigación en Salud Mental (Cesism), de la Universidad CES de Medellín, con más de 711 profesionales del área en Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades, arrojó ese diagnóstico que afecta, al menos, a un 40 por ciento de los profesionales encuestados.

El trabajo concluye que ellos vienen padeciendo de ansiedad, depresión, insomnio, estrés, negación, ira, miedo y hasta ideación de suicidio producidos por la pandemia del covid-19, en la que el personal de la salud es la primera línea de defensa.

Una defensa en verdadero riesgo no solo de padecer los trastornos señalados, sino también las problemáticas asociadas a las patologías derivadas del virus, enfermar o morir, como ya ha sucedido.

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El análisis resalta que el personal sanitario, que trabaja en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), es mucho más propenso a enfermar.

“En los últimos meses médicos y personal de salud en el mundo y en Colombia han debido enfrentarse a una situación sin precedentes: la pandemia del covid-19, realidad que los ha llevado a trabajar en situaciones extremas, así como a la toma de decisiones bajo una presión excesiva”, explicó Yolanda Torres de Galvis, directora del Cesism y líder del estudio de la Universidad CES.

La investigación contó con el respaldo de The World Mental Health Survey Initiative, un proyecto colaborativo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Del total de consultados, los médicos representan el 67,9 por ciento; el personal de enfermería, el 22,8 por ciento; y otros profesionales, como auxiliares, fisioterapeutas, nutricionistas, casi el 9,3 por ciento.

El 67,5 por ciento de los profesionales que participaron en el estudio labora en clínicas u hospitales de carácter privado; el 25 por ciento en instituciones públicas y el 7,5 por ciento en entidades de capital mixto. Las áreas laborales en las que se desempeñan son hospitalización, urgencias, unidades de cuidados intensivos, unidades de cuidados intermedios y el área istrativa.

Dentro de los primeros hallazgos, el estudio encontró que los profesionales de la salud también se identifican con el temor a ser contagiados y contagiar a su familia, al igual que a ser discriminados y aún a ser agredidos.

Los médicos son los más afectados para todos los trastornos estudiados al presentar el 35,4 por ciento, ansiedad; el 26, 7 por ciento, depresión y el 13 por ciento, insomnio.

Seguidos por otros profesionales con el 31,8 por ciento, ansiedad; el 18,2 por ciento, depresión y el 4,5 por ciento, insomnio. Por su parte, de los enfermeros el 27,8 por ciento padece ansiedad, el 16,7 depresión y el 10,5 por ciento insomnio.

Uno de los recientes logros del estudio y sus alcances es que está llegando a los diferentes entes de salud de Medellín, Antioquia y se espera que alcance también a otras partes del país, con la intención de visibilizar dicha problemática e iniciar acciones que contrarresten las consecuencias en el personal médico.

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“Todas estas situaciones reveladas en el escrutinio hecho van acompañadas de sentimientos de disgusto, pena y culpa. Esto, culmina en un síndrome de desgaste profesional. Fenómeno que se conoce como Moral injury, definida como estrés psicológico, uno de los agresores más severos en estos tiempos”, detalló la doctora Torres de Galvis.

Una de las recomendaciones más importantes que se desprende de la investigación es la importancia de los tratamientos psicológicos en los profesionales de la salud.

No solo en estos tiempos de pandemia, sino que deben prolongarse después de ella. Porque, explica la experta, es cuando realmente saldrán a flote otras patologías asociadas al proceso por el que están pasando en su búsqueda de salva guardar las vidas, arriesgando la suya.

Además, con el objetivo de ofrecer el mejor abordaje de los problemas psicosociales urgentes e insatisfechos, agrega que se deben desarrollar modelos de prevención e intervención de la crisis psicosocial, con la aplicación de la Internet y tecnologías apropiadas, de ser posible integrando a todas las organizaciones de salud, a las autoridades de salud mental, las agremiaciones profesionales, a los psiquiatras y los psicólogos, así como combinar la intervención temprana con servicios posteriores de rehabilitación.

ESNEYDER GUTIÉRREZ

Para EL TIEMPO

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