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¿Se ha disparado el trabajo sexual tras la pandemia? Así está Cartagena
Expertos analizan los peligros sociales que conlleva el aumento del fenómeno de la prostitución.
Prostitución en el parque Lleras, en El Poblado, Medellín. Foto: Jaiver Nieto. EL TIEMPO
"Antes de la pandemia por lo menos había suficiente para todas, el cliente elegía y listo. Pero ahora ya no hay respeto, te quitan al cliente de las manos".
Así es como ve Paola la crítica situación en la Torre del Reloj, en Cartagena, donde la prostitución se encuentra desbordada.
La mujer es de Córdoba y se fue a vivir a Cartagena en el 2013 con la esperanza de conseguir un empleo en el sector turístico, pero las cosas no salieron como ella quería, y terminó metida en el mundo del trabajo sexual.
Paola lleva ya 7 años trabajando en esta zona del Centro Histórico y asegura que la competencia nunca había estado tan dura. Siente que hubo un punto de inflexión cuando aumentó hace unos tres años la migración desde Venezuela pero ahora el panorama es más crítico.
Hay colegas que tienen a su cliente ya de la mano y llega otra y le dice que le cobra la mitad
"Lo peor es ahora que ya pasó todo lo del coronavirus. Hay colegas que tienen a su cliente ya de la mano y llega otra y le dice que le cobra la mitad", manifiesta la trabajadora sexual, que se queja de la llegada cada día de jóvenes que han hecho que los precios caigan hasta los 10 mil pesos y la zona se vuelva peligrosa.
El caso de Paola es el reflejo de lo que está ocurriendo con el aumento de trabajadoras sexuales en Cartagena. Los habitantes del centro histórico se quejan y hasta una turista chilena denunció que a su hijo de 14 años le ofrecieron tener sexo cuando paseaba por la ciudad amurallada.
Los expertos aclaran que el problema no es la prostitución, que no es ilegal ni está penalizada en el país, como se ite en la sentencia T-629 del 2010 de la Corte Constitucional, lo que hay de fondo es el peligro de que detrás de este aumento se camuflen delitos como la explotación sexual, el proxenetismo con menores de edad y la imposición de la prostitución por la fuerza o amenaza.
Calle Primera de Badillo, escenario del bochornoso acto sexual al aire libre. Foto:John Montaño/ EL TIEMPO
Para Elkin Castaño, abogado especialista en delitos sexuales, el aumento de la prostitución en Cartagena preocupa precisamente por cómo afecta a los niños.
Ese aumento en la prostitución tiene dos fuentes principales: la migración desde Venezuela y el aumento del desempleo tras la pandemia
"Pese a los esfuerzos de las autoridades, en Cartagena se ha desbordado el fenómeno de la prostitución, lo que preocupa porque este siempre está acompañado de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes. Ese aumento en la prostitución tiene dos fuentes principales: la migración desde Venezuela y el aumento del desempleo tras la pandemia", explica Castaño.
Por su parte, Jhanet León, funcionaria de la Secretaría de Participación y Desarrollo Social, explica que el aumento de la prostituciónen la ciudad es evidente y que se ha estado trasladando a otros sectores, lo que preocupa a las autoridades.
"Antes de la pandemia podíamos ver a las trabajadoras sexuales en las esquinas de lugares como la Plaza de los coches y en la Plaza Santo Domingo. En esas zonas podíamos contar unas cuantas decenas de personas.Sin embargo, tras la pandemia hemos llegado a contabilizar hasta 100 trabajadoras sexuales solamente en la Plaza de los Coches", explica León.
La funcionaria agrega que el fenómeno se ha extendido a zonas como el barrio el Bosque y la terminal de transportes, donde no hay turismo sino pobreza.
"La gran mayoría de las mujeres con las que hablamos durante los operativos son venezolanas, y nos explican que todo es básicamente por necesidad. Las madres de estos niños se van a trabajar y tienen dos opciones: los dejan con algún familiar o se los llevan con ellas al centro. Entonces, hay niños muy vulnerables a caer en la mendicidad, en el trabajo infantil y otros hechos que atentan contra sus derechos y que posteriormente pueden desembocar en delitos sexuales", concluye.
Según datos de la Fundación Renacer, luego de una investigación en la cual entrevistaron a 70 niños, niñas y adolescentes, se concluyó que el 42 por ciento de la muestra fue víctima de acoso o abuso sexual y en todos los casos la víctima estaba en situación de vulnerabilidad, pues permanecía en la calle, lejos de sus representantes legales y no contaba con entornos que garanticen su protección.
El panorama nacional
Esta problemática también se ha hecho evidente en Medellín, donde los comerciantes de zonas como El parque Lleras, en El Poblado, han lanzado la alerta del aumento de trabajadoras sexuales que deambulan por las calles e intentan ingresar a restaurantes en busca de clientes, principalmente, extranjeros.
Prostitución en el parque Lleras, en El Poblado, Medellín. Foto:Jaiver Nieto. EL TIEMPO
Es evidente que el fenómeno ha aumentado por temas de pandemia especialmente en población venezolana
"Es evidente que el fenómeno ha aumentado por temas de pandemia especialmente en población venezolana que ha ingresado a la ciudad y ha determinado como opción laboral el ejercicio de la prostitución", señalaron desde la secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos de la capital antioqueña.
Además, desde la entidad señalaron que las posibles causas del aumento de la prostitución en la ciudad son la falta de oportunidades laborales, dificultades económicas, ingresos significativos que pueden recibir por el trabajo sexual, la migración y la vocación de permanencia de las mujeres en ejercicio de prostituciónen nuestro país.
El aumento en este fenómeno, en especial en zonas como el parque Lleras, Provenza y la 10 (zona rosa de Medellín), revivió el debate de crear una zona de tolerancia donde se pueda ejercer el trabajo sexual libremente y que no afecte a nadie.
Gremios de comerciantes y residentes de estas zonas han exigido esta medida argumentando que se ha disparado la inseguridad, la explotación sexual a menores y la zozobra que se siente a ciertas horas en este importante sitio turístico. Sin embargo, el alcalde Daniel Quintero ya fue enfático en que esta no es una opción.
La misma situación se da en Cúcuta, la ciudad importante del país en la frontera con Venezuela, donde la comunidad señala que el aumento viene desde septiembre del 2020, justo cuando se dio la primera reactivación económica en el país.
Foto:Mauricio Moreno. EL TIEMPO
"Al principio, hace como cinco años, esto fue una guerra tremenda entre las mujeres de aquí y las de Venezuela. Los clientes venían y les interesaba más las extranjeras, porque eran más jóvenes o porque eran más conversadoras. Durante la pandemia fue difícil, pero este año las finanzas han mejorado", asegura Orielso García, quien istra uno de los prostíbulos.
La crisis migratoria en el país vecino desencadenó que cientos de mujeres se vieran obligadas a ejercer la prostitución y de esta manera poder garantizar el sustento diario y enviar dinero a sus familias.
La versión del gremio de las trabajadoras sexuales
Fidelia Suárez, presidenta del Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia (Sintrasexco), le dijo a EL TIEMPO que el trabajo sexual ha aumentado por las necesidades, pero que no están de acuerdo con las zonas de tolerancia.
"Estas medidas van en contra de lo que necesitan las trabajadoras sexuales, que cada día son más, especialmente después de la pandemia. Lo que se necesita es regulación y libertad para ejercer el trabajo. Necesitamos es que dejen de perseguirnos y discriminarnos. Nosotras no le estamos haciendo daño a nadie, ni apoyamos escándalos ni exhibicionismo", manifestó la sindicalista.