Una de las deudas que tiene Neiva con el medioambiente es la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) proyecto que busca quitarle la carga contaminante al río Magdalena, pero tiene un retraso, pues se comenzó a hablar de este en 2005 tras el fallo de una acción popular instaurada por la Asociación de s de Servicios Públicos.
La acción popular fue resuelta en segunda instancia en 2009 por el Consejo de Estado, que ordenó a las Empresas Públicas de Neiva (EPN), Municipio, Gobernación del Huila, Cormagdalena y la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) adelantar los procesos de descontaminación y saneamiento ambiental de este río que recibe en su recorrido de sur a norte las aguas negras, domésticas y las producidas por la agricultura, ganadería, así como los desechos de la industria.
La importancia de esta Planta de Tratamiento de Aguas residuales no tiene discusión, ya que Neiva, con más de 400.000 habitantes, vierte diariamente al Magdalena 40 toneladas de carga orgánica contaminante que equivalen a 15.000 toneladas por año.
En 2021 el proyecto ha tenido avances, las Empresas Públicas tiene listo el lote de 17 hectáreas ajustado a la normatividad del Plan de Ordenamiento Territorial, con lo que la planta estará ubicada en la entrada a Neiva, pasando el puente Santander, en predios que colindan con los barrios Camilo Torres y California.
"La obra es urgente, necesaria, durante 16 años la ciudad ha esperado su construcción", afirmó Harold Esneider Múñoz y Cristobal Cogollo, presidentes de Ediles y Asojuntas en la comuna seis.
Gloria Vanegas, gerente de EPN, empresa que maneja y coordina el proceso de construcción, afirmó que la PTAR cumple con procesos como diseños, estudios, socializaciones, consultas con la comunidad, gremios y sectores educativos.
“El cierre financiero supone inversiones por 215.000 millones de pesos, de los cuales el Gobierno Nacional aportará 147.000 millones repartidos en entregas anuales de 6.000 millones durante 20 años con recursos de vigencias futuras”, aseguró la funcionaria, quien le ha venido pidiendo más recursos a la Nación para no impactar la tarifa de los s cuando se esté construyendo la obra.
También están asegurados recursos por 69.000 millones de la gobernación del Huila, Alcaldía de Neiva y EPN, así como 32.000 millones de la CAM quedando por resolver los aportes de Cormagdalena.
Vanegas explicó que la PTAR, que tiene concepto favorable de la CAM, es un proyecto estratégico del Plan de Desarrollo Mandato Ciudadano Territorio y Paz 2020-2023, por lo cual el trabajo se ha centrado en el trámite para la obtención de la licencia ambiental que está en su fase final, y en la definición de recursos para iniciar la construcción.
Además de descontaminar, la infraestructura de la PTAR incluye parques tecnológicos, temáticos y biosaludables de 70.000 metros cuadrados con zonas verdes, ciclorrutas y un jarillón o dique productivo para que las familias aledañas a la obra desarrollen huertas caseras y emprendimientos.
El trámite de la licencia, que otorga la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) en este momento se encuentra en su fase final tras la visita reciente que hizo esa entidad para analizar en terreno el cumplimiento de medidas exigidas en la normatividad.
Lucía Toro, funcionaria de la ANLA, afirmó que la verificación hace parte del proceso de evaluación pues el objetivo es confirmar que la información del estudio de impacto ambiental que fue presentado, corresponda con las características socioeconómicas y ambientales del terreno y el área de construcción.
“Verificamos que efectivamente los impactos ambientales alrededor de este proyecto en sus etapas de construcción y operación hayan sido contemplados en su totalidad para evaluar la viabilidad ambiental”, dijo.