En un acto de valentía y rápida acción, dos de la seccional de Tránsito y Transporte de la Policía de Turbaco (Bolívar) salvaron la vida de un hombre de la tercera edad cuyo carro se incendiaba en plena vía pública.
Los héroes de la jornada son el Subintendente Nairo Beltrán Parra y el patrullero Luis de Ávila Cañate.
Don Fernando, un hombre de 65 años, había llevado su vehículo a un taller en Turbaco para solucionar un problema eléctrico, pero el mecánico, por error humano, dejó un trapo en el motor, que al entrar en o con una chispa provocó un incendio.
El vehículo comenzó a arder a escasos 300 metros de un puesto de control de la policía, en la salida de Turbaco hacia Cartagena.
Al percatarse del humo negro que emanaba del automóvil, el Subintendente Beltrán y el patrullero de Ávila se movilizaron rápidamente hacia el lugar del incidente. Don Fernando estaba atrapado en el interior del vehículo y las chispas iniciales habian dado paso al fuego. El abuelo relató a las autoridades que el calor abrasador y la desesperación agotaron su calma y penso que su fin estaba cerca.
Pero los policías ya estaban trabajando en el rescate: el Subintendente Beltrán agarró un extintor y se lanzó hacia el automóvil que ya ardía en llamas, mientras el patrullero de Ávila ayudaba a Don Fernando a salir del vehículo.
Los testigos, observando desde la distancia, contenían la respiración mientras los policías luchaban contra el fuego y el humo denso.
El intenso calor y el humo dificultaban el rescate y temían una explosión, pero Beltrán y de Ávila no flaquearon.
Finalmente, lograron rescatar a don Fernando y sofocar el incendio.
El adulto mayor, conmocionado y algo asfixiado, estaba a salvo.
Con lágrimas en los ojos, Don Fernando abrazó a sus salvadores, agradecido por haberle salvado la vida. En ese momento, los policías no eran solo agentes del orden, sino verdaderos ángeles guardianes que arriesgaron sus vidas para proteger la suya.
La noticia del heroico rescate se difundió rápidamente por la región, convirtiendo al Subintendente Beltrán y al patrullero de Ávila en símbolos de valor y dedicación. Su historia, contada y recontada, ha inspirado a muchos, demostrando el poder de los actos desinteresados y valientes en tiempos de emergencia.
La valiente intervención de Beltrán y de Ávila no solo salvó una vida, sino que también reforzó la confianza y el respeto de la ciudadanía hacia sus fuerzas de seguridad.
Emilio Gutiérrez Yance
Jefe de prensa de la Policía Nacional en Bolívar
Especial para EL TIEMPO