Crónica gráfica: Del Serengeti al Masai Mara

Cada año, manadas imposibles de ñúes, cebras y antílopes llegan a Kenia, en el oriente africano, y participan de lo que se conoce como la Gran Migración. Guiados por las lluvias, cerca de un millón de animales cruzan del inmenso Serengeti (en Tanzania) al Masai Mara (en Kenia) en busca de alimento. Detrás de las manadas, por supuesto, vienen los depredadores y los carroñeros, ansiosos por un festín sin precedentes.

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 Desde 2018, cuando decidió irse a vivir y trabajar en Kenia, el fotógrafo colombiano Camilo Serrano se puso en la tarea de intentar capturar con su lente este singular espectáculo de la naturaleza. La primera vez que Serrano viajó al Mara, y presenció en primera fila el cruce del río, lo hizo con su familia, como un espectador silencioso más.

Luego, durante las épocas más restrictivas de la pandemia, y ante la imposibilidad de salir del país, volvería varias veces, recordando, y sintiendo, lo que fue esa primera vez: “En ese instante lloramos los cuatro. Mi hijo, supongo que por miedo, por el retumbar de la tierra ante la estampida magnífica, el desboque de la Gran Migración. La abuela, al ver los miles de ñúes dando saltos de fe hacia el abismo, entregándose a esta orgía salvaje donde no existen buenos ni malos, sólo vivos y muertos a la orilla de un río. Y mi esposa y yo, por sentir ese poder, esa capacidad de la naturaleza para desbordar cualquier expectativa; para convertir una avalancha de cuernos y cebras en poesía. Entre lágrimas de euforia y reverencia, estoy seguro que todos también pedimos perdón. Un perdón silencioso por el paraíso perdido, por la vergüenza de nuestra especie y sus pecados contra el reino animal”.

Si bien es fácil caer en la morbosa tentación de buscar aquella imagen de una cacería sangrienta, Serrano ha intentado enfocarse en capturar y celebrar la vida –no la muerte– en las llanuras de África.

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Gracias por leer esta crónica gráfica.

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@chmill

EDICIÓN 114.  FEBRERO- MARZO 2021

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