El alimento reconocido por Harvard como la ‘especie milagrosa’ que retrasa el envejecimiento

En la búsqueda de un estilo de vida sano, muchas personas optan por su consumo. Victoria Beckham ha manifestado públicamente que la mezcla en jugos y la utiliza como componente en máscaras faciales para rejuvenecer la piel.

Denominada “la especia milagrosa”, la cúrcuma está vinculada con una multitud de beneficios para el cuerpo, especialmente aquellos relacionados con la prevención del envejecimiento en su sentido más amplio.

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Una condición natural de la que nadie puede escapar, pero sí enfrentar prestando atención, por ejemplo, a la dieta, ya que todo lo que se consuma aportará bienestar al organismo o, en su defecto, lo dañará.

La Universidad de Harvard clasifica a la cúrcuma como un alimento prodigioso para enfrentar este proceso de deterioro humano. De sabor picante y algo exótico, se puede utilizar fresca, entera o en forma de polvo.

En una publicación en el sitio web Harvard Health Publishing, el autor Robert H. Shmerling explica que su consumo puede ser diario y que los efectos se notarán a partir de la sexta semana.

En la actualidad, la cúrcuma se consume en cápsulas, tabletas, extracto, polvo o como suplemento alimenticio. Sin embargo, los especialistas coinciden en que la mejor manera de aprovechar sus propiedades es en té o jugo. Aunque, es esencial consultar primero a los médicos de cabecera.

Uno de los mejores compañeros de la cúrcuma es el limón, ya que ambos aportan potasio, vitaminas C, E y K, sodio, calcio, cobre, hierro, magnesio y zinc. Así constituyen un remedio casero ideal para tomar por las mañanas y aquí te damos las razones.

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La cúrcuma con jugo de limón ayuda a desinflamar el estómago al despertar, proporcionando una sensación de ligereza durante el resto del día. Algunos creen que puede ayudar a perder peso, pero no hay suficiente evidencia científica al respecto.

Lo que la cúrcuma y el limón sí hacen por la salud digestiva es reducir la presencia de gas y algunos síntomas del síndrome del intestino irritable, como las náuseas o sensación de vómito.

Según los especialistas de Harvard, esta especia aromática que forma parte de la familia del jengibre ayuda a prevenir el desgaste muscular y el dolor de huesos, así como también los problemas de memoria.

Además, mejora la circulación sanguínea, disminuye el colesterol malo (LDL) y fortalece el sistema inmunológico. Y entre sus últimas novedades, se destaca como una aliada para la piel, ya que actúa como cicatrizante y humectante.

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Según Silvina Tasat, licenciada en Nutrición, la cúrcuma es un polifenol natural, una sustancia no energética que contiene múltiples propiedades antiinflamatorias y antioxidantes para las membranas celulares.

“Entre sus componentes se encuentra la sustancia curcumina que es esencial para mantener en equilibrio la biología corporal, sobre todo a la hora de tratar los dolores y la inflamación”.

Un estudio publicado por la revista médica Trials, realizado a 139 personas que padecían molestias de artritis en las rodillas y por lo que requerían tratamiento médico a base de fármacos, reveló que el 94 por ciento de los pacientes que tomaron 500 miligramos de cúrcuma durante un mes, mejoraron en un 50% su dolor, al mismo tiempo que no presentaron síntomas secundarios como dolores estomacales, a diferencia de quienes consumieron 50 miligramos de “diclofenaco” dos veces al día.

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Sin embargo, Tasat explica que el consumo debe ser moderado ya que corresponde a un “alimento-condimento” y recomienda “ingerir pequeñas cantidades: no más de una cucharadita de café”.

En este sentido, comenta que la mejor manera de incorporarlo es dentro de un contexto de alimentación saludable y variada. En la cocina, son múltiples las opciones para innovar y degustar, y así incorporar de a poco este producto estrella: una pequeña pizca en distintas preparaciones, como guisos. También se puede combinar en tés, sopas e incluso en aguas saborizadas.

Además, desde hace aproximadamente 4000 años, la cúrcuma es uno de los condimentos indispensables en la cocina asiática. Originaria de la India, e ingrediente esencial para preparar los famosos currys, con el tiempo se expandió al resto de Asia, particularmente a Sri Lanka e Indonesia.

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Se trata de la raíz de una planta apodada “Zingiberáceas” que se cultiva y crece en zonas tropicales, y América Latina también se caracteriza como productor. En Argentina, por ejemplo, se cultiva en Misiones y desde allí se comercializa al resto del país.

De todas maneras, la especialista resalta que no se le puede atribuir a ningún alimento poderes mágicos.

“Si bien hay productos que por sus características colaboran en mantener en equilibrio la salud, lo cierto es que la nutrición tiene que estar acompañada por una variedad de alimentos que son los que le van a aportar al organismo todo lo que necesita”, concluye Tasat. 

La Nación.