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Los mitos detrás de supuestos pactos con el Diablo de estos famosos del mundo
Niccolo Paganini y Guilles de Rais, algunas de las figuras acusadas de tener relación con Satanás.
Un pacto con el Diablo es un referente cultural ampliamente extendido de la civilización occidental. Foto: iStock
Los pactos con el Diablo son referentes culturales que se remontan a cientos de años atrás. Es un tema que ha sido ampliamente abordado en la literatura, el arte, las películas y también en el imaginario colectivo.
¿Qué podrían tener en común Niccolo Paganini, Guilles de Rais, Johan Georg Faust y Giuseppe Tartini? Todos, en sus campos y disciplinas específicas, han sido acusados de tener relación con Satanás. A continuación, los mitos que eclipsaron sus vidas.
Que Niccolo Paganini haya sido apodado ‘el violinista del Diablo’ no es una casualidad. Su sorprendente talento con el instrumento, sumado a sus originales ejecuciones y a su impecable técnica, le sirvieron para ser el protagonista de decenas de mitos. Uno de ellos, y quizás el que más relevancia tomó, tuvo que ver, precisamente, con su supuesta relación con el ‘príncipe de todos los demonios’.
Cuenta la historia que, cuando Paganini era tan solo un niño, su madre hizo un pacto con el Diablo. A cambio, la mujer pidió que su hijo tuviera una capacidad inigualable para tocar el violín. Otras teorías apuntan a que fue él mismo el que decidió vender su alma al demonio para obtener sus dotes musicales.
Niccolò Paganini comenzó a tocar el violín cuando tenía tan solo cinco años. Foto:istock
Los primeros rumores, de acuerdo con algunos portales de historia, comenzaron en Viena cuando, al parecer, uno de los asistentes a un concierto del violinista aseguró haber visto al Diablo ayudándole a Paganini a tocar. La noticia se esparció como pólvora y pronto las actuaciones del músico comenzaron a estar, supuestamente, llenas de señales divinas que llevaban al mismo punto: estaba relacionado con Lucifer.
A los 58 años de edad, Paganini falleció. A causa de los rumores que se cernían sobre sus dones, un obispo se negó a enterrarlo. El violinista fue embalsamado por casi dos meses y después fue enterrado en el sótano de una casa, antes de ser sepultado en el lazareto de Villefranche.
Guilles de Rais
A diferencia de Niccolo Paganini, la de Guilles de Rais no es una historia cargada de triunfo, talento y dotes mágicos. Cuando Juana de Arco, una de sus fieles compañeras en la guerra de los Cien Años, fue ejecutada, el hombre empezó a interesarse por la magia y la alquimia.
De acuerdo con ‘National Geographic’, en su corte “reunió a magos, nigromantes, brujos, adoradores del diablo y alquimistas, la mayoría de ellos embaucadores, como el italiano Francisco Prelati, a los que instaba a descubrir la piedra filosofal”. Como si fuera poco, se dice que invocaba al Diablo y, además, perpetuaba rituales satánicos.
Y eso es todo sobre Guille de Rais aka Barba azul, que unos dicen era llamado así por su barba negro azulada y otros por su escudo de armas azul (Bouclier Bleu, similar a Barbe Bleu). FIN.
El 15 de septiembre de 1440 fue arrestado por orden del obispo de Nantes y acusado no solo de brujería, sino también de herejía, sodomía y asesinato de niños. Con el objetivo de deshacerse de las pruebas que lo pudieran incriminar con este último delito, habría mandado a quemar los restos de alrededor de 40 niños en su castillo de Machecoul.
Los investigadores creen que Rais no cometió todos los crímenes, pero sí una gran parte. Poco después de haber sido arrestado, murió ahorcado y sus restos, parcialmente incinerados, fueron enterrados en una iglesia de la ciudad. Ante la pregunta de por qué había actuado así, el aristócrata respondió que “estaba escrito en los astros”.
Johan Georg Faust
Cuando se habla de ‘vender el alma al Diablo’, hay un mito que inmediatamente vuelve al presente: el de Johan Georg Faust, un astrólogo y alquimista que, intrigado por los secretos del universo, decidió ar al demonio.
A su llamado acudió Mefistófeles, un demonio que, de acuerdo con el folclore alemán, tiene como objetivo ayudar a Satanás a capturar almas. El trato fue sencillo, pero determinante: mientras que el subordinado del Diablo le proporcionaba información ilimitada y nueva; Faust se comprometía a renunciar a su fe cristiana y a entregar, a cambio, su alma.
Otra figura muy socorrida dentro de la literatura y el teatro es el Doctor Fausto, famoso por hacer pacto con el diablo, este personaje, basado en un alquimista real que vivió en los siglos XV-XVI Johan Georg Faust,ha sido motivo de novelas,obras de teatro, cuentos y hasta óperas pic.twitter.com/RlTdyUZZ7i
“El sabio terminó pasando su última noche rodeado de conocidos a los que había revelado su secreto y pidiendo clemencia a Dios, del que esperaba una salvación in extremis que no llegaría”, señaló el diario ‘Libertad digital’.
Este mito se ha convertido en uno de los más populares a lo largo y ancho del mundo, tanto así que existen diversos libros y producciones audiovisuales que dejan al descubierto la complejidad y pluralidad de su interpretación. La más influyente, hasta ahora, fue escrita por Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832).
Desde música clásica hasta ópera, ficción, poesía, pintura, cine, videojuegos y cómics, no hay espacio cultural en el que la historia de este alquimista no haya irrumpido.
Giuseppe Tartini
A la lista de personajes famosos que supuestamente hicieron pactos con el Diablo se suma Giuseppe Tartini, un violinista y compositor veneciano que, de acuerdo con la cultura popular, recibió una escalofriante visita por parte del ‘príncipe de todos los demonios’.
Según contó Tartini en diálogo con el astrónomo francés Jerome Lalande, la inspiración para componer ‘El trino del Diablo’, considerada una de las sonatas más exigentes de todos los tiempos, provino de un oscuro sueño. En este, retó al demonio a tocar una melodía y hasta le entregó su alma.
“La Sonata del Diablo” La noche que Tartini conoció al Dablo
Giuseppe Tartini nacido en 1692, fue el mayor exponente del violín y gran compositor en el Barroco tardío. Casualmente, hasta la llegada de otro violinista bajo los influjos del diablo, Niccolò Paganini. pic.twitter.com/HQy6SDqyzS
“Tenía la idea de darle mi violín para ver si era capaz de tocar algunas tonadas bonitas, pero imagine mi asombro cuando escuché una sonata tan inusual y tan bella, ejecutada con tal maestría e inteligencia, en un nivel que jamás hubiera concebido posible. Estaba tan abrumado que dejé de respirar y desperté jadeando”, dijo hace años atrás el violinista.
La sonata es, hasta el momento, una de las que más virtud, técnica y talento requiere por parte de profesionales y aficionados. Está compuesta por tres movimientos, en vez de los cuatro o cinco tradicionales.