la novela póstuma de Gabriel García Márquez, En agosto nos vemos, vio la luz apenas el 6 de marzo de este 2024. Un día apenas ha pasado y al menos, en la Librería Nacional vendió entre 3.000 y 3.500 ejemplares. Así lo dijo Felipe Ossa, que a lo largo de décadas al frente de esta icónica librería, ha sido testigo de primera mano de la expectativa que causa el autor de Cien años de soledad entre el público lector.
Que su librería haya llegado a esa cifra en las primeras 24 horas de ventas dice mucho sobre el fenómeno que es la literatura de García Márquez. Penguin Random House sacó una primera edición de 250.000 ejemplares para España y América Latina. De estos, la Librería Nacional, en Colombia, solicitó 20.000 ejemplares. Y que de esos 20.000 en un día o dos la venta se vaya acercando a los 3.500 habla muy bien de la respuesta del público.
Para dar un punto de comparación, Felipe Ossa explica: "Hay autores que no venden esa cifra ni en un año".
"Es una venta excelente. García Márquez es un fenómeno -agrega Ossa-. Nunca sus obras han fracasado, todas se han vendido de manera excelente. Tal vez la única que podemos decir que le fue regular fue Memoria de mis putas tristes. Pero Vivir para contarla, sus memorias, se vendieron muy bien también. Normalmente, de un libro, una editorial saca 3.000 ejemplares o 4.000. Rara vez saca 5.000 y solo algunos autores que lo ameritan sacan 20.000 o 40.000. Pero normalmente se editan primero 2.000 o 3.000 libros en la primera edición. Ya la reedición puede ser otra cosa".
Pero, Ossa reitera que en los 60 años que lleva vendiendo libros, los libros de García Márquez siempre han tenido una magnífica acogida. "Cuando salió Cien años de soledad y llegó a nuestras librerías, su venta fue casi inmediata. En una semana habíamos agotado la totalidad de los libros que teníamos. Así ha sido con todos. Otro que se vendió muchísimo fue Crónica de una muerte anunciada. Y El amor en los tiempos del cólera fue inmediatamente un bestseller, además de sus memorias, Vivir para contarla".
Lo mejor dice, es que todos los libros del nobel colombiano fallecido en 2014, hace ya una década, siguen vendiéndose a buen ritmo, afirma el librero. "Se venden todo el año, por eso todo el tiempo se reponen, especialmente Cien años de soledad, El coronel no tiene quien le escriba y Crónica de una muerte anunciada".
Ossa explica que hay razones de peso para que esto ocurra y que el fenómeno persista en el nuevo libro, En agosto nos vemos, se explica porque "es la última obra que escribió García Márquez, un escritor con una enorme cantidad de seguidores. Hay muchos coleccionistas de su obra que van a querer tener el último libro que escribió. Hay un fetichismo coleccionista muy grande, gente que colecciona toda su obra. Por otra parte, se trata de un libro muy bien escrito. Allí está el estilo de García Márquez, su extraordinaria manera de narrar y me parece, a mí, que ya yo leí, un maravilloso colofón para cerrar su carrera literaria".
Ossa destaca que el libro fue revisado exhaustivamente, como solía hacer el autor, y que descubre en él "lo minucioso que era García Márquez para la frase y la palabra bien escrita" y encontró allí "una larga reflexión sobre el amor, sobre el deseo, sobre la pareja y sobre la mujer".
"No es de sus obras más grandiosas -afirma-, no se puede comparar con Cien años de soledad o El otoño del patriarca, ni con El coronel no tiene quien le escriba, ni con La mala hora. Digamos que dentro de su obra puede ser una obra menor, pero no desdice para nada, porque está tan bien hecha, muy bien escrita, que indudablemente allí estaba la mano del maestro".
Por lo mismo, Ossa celebra que haya salido a la luz. "Le fue muy bien -reitera-. Y este auge le va adurar varios meses seguidos, seguro".