Hamilton trae a Bogotá los sonidos del 'afrobeat' cartagenero: 'Escogí este camino porque todos los artistas estaban haciendo lo mismo'

La pasión habita en cada parte de él. No solo en cuanto al arte, sino en la forma en la que enfrenta y vive el mundo. Tanta pasión evoca y tanta pasión siente, que termina siendo su principal motor para tomar las decisiones más trascendentales de su vida. De esa forma, Hamilton es irreverente y la mayoría de las veces hace lo que le da la gana, pues obedece a lo que su corazón le indica.

Leimor Hamilton Solera es su nombre de pila. Con tan solo 24 años, este joven cartagenero se posiciona como uno de los mayores y más reconocidos exponentes del afrobeat. El próximo jueves 1 de agosto tendrá un concierto en el Royal Center Bogotá, donde cantará sus canciones más populares, las de su primer y más reciente álbum, Los reyes del mar. Aún hay entradas disponibles en la plataforma All Tickets.

El talento musical en Hamilton es irrefutable: su voz alcanza los melismas más suaves; sus letras son mu profundas y emotivas, y el ritmo de sus canciones evoca la influencia del mar que lo vio crecer. Pero llegar al podio del afrobeat y mostrar lo bueno que es no fue fácil. 

“Mis papás querían buscarme otra opción, porque no sabían si de verdad iba a funcionar en la música. Todos los padres sienten ese miedo, pues quieren que su hijo estudie. Pero yo desde pequeño fui rebelde. Siempre quise hacer lo que me diera la gana”, le contó Hamilton a EL TIEMPO.

Y añadió: “Una vez salí del colegio, porque me gradué a los 17 años, le dije a mi mamá: '¿Sabes? Yo no quiero ser abogado, ni doctor, yo lo que quiero es ser cantante. Y necesito que me apoyes porque esto lo que verdaderamente me fluye y en lo que voy a funcionar'”.

Justo después de graduarse, Hamilton lanzó la canción que lo catapultó al reconocimiento, ‘Morena’. Pero antes, publicó 3 sencillos: Location (una canción lenta acompañada por una guitarra acústica); Oye (primera canción con ritmos de afrobeat), y Anónima, con el mismo estilo.

“Qué movimientos perfectos, que me envuelven violentos y que me matan. Te lo juro que yo entro en shock, de mí tomas el control, Morena”. La canción Morena resonó no solo en Cartagena, sino en otros lugares como en Barranquilla. El tema alcanzó los 34 millones de vistas en YouTube y las 5 millones de reproducciones en Spotify,

Parte del triunfo de esta canción fue “de tanto positivismo que le puse, tanta energía, tantas ganas y tanto camello, hoy es uno de mis más grandes éxitos”, recordó el cantante.

El disco, que se lanzó este año, contiene 9 canciones y muchas de ellas relatan historias románticas. Tal es el caso de ‘Uff’, uno de los que mayor acogida ha tenido y también uno de los más queridos por el artista, pues la escribió inspirado en el amor que sentía por su expareja.

Ese día, recuerda Hamilton mientras se le eriza la piel, se levantó a las 6 a. m. Estaba viviendo con su expareja y en su hogar rebosaba una armonía entrañable. Como muestra de amor, ella le preparó el desayuno. Algo que a simple vista podía ser cotidiano, pero que en ese instante lo fue todo para el cartagenero.

“Bésame hasta que se estalle el corazón/sácame de este mal de amor/ quiero escaparme contigo/que cuando te acerques se suba la tensión/ estaba buscando una razón y tú a todo le diste sentido”, dice la canción.

“Los reyes del mar es un producto que le quise entregar con mucho amor para todas las personas que estaban esperando mucha música de mí; mis productores son geniales, ellos hicieron de esto un gran éxito”, cuenta. “Nosotros grabamos todos los días, desde las 6 a. m. Nos levantamos, desayunamos y le pido a Dios por el día. Todo el tiempo estoy aprovechando las situaciones que me pasan para grabarlas”.

Cartagena es una ciudad atiborrada de talento. Fue al lado del mar que nació su género musical insignia: la champeta. Y aunque Hamilton no se dedica al famoso “despeluque” (un componente musical de la champeta), la identidad cultural de su ciudad es influyente en su música: “a mí me fluye mostrar siempre que soy de Cartagena... allí hay mucho talento, aunque por mucho tiempo fuimos denigrados por otras personas”, dice.

Al afrobeat llegó gracias a su primo, quien era bailarín de esos temas. Cuando Hamilton se adentró por completo en este tipo de ritmos caribes, ya no quiso salir de ahí.

Con el trabajo de Dj Dever y los toques de los picós, Cartagena seguía siendo una de las ciudades con mayores referentes de champeta. Para entonces estaba el precepto de que solo se podía salir adelante si se trabajaba con picós, pero esto no convenció a Hamilton. Creía tanto en su proyecto musical con el afrobeat, que decidió salirse por la tangente e innovar.

Ni los comentarios pudieron detenerlo. Al empezar, las personas le decían que tenía que agregarle champeta al afrobeat (fusión que hacen artistas como Luister la voz y Zaider), pero decidió no prestarles atención.

“Nosotros en Cartagena hacemos música extraordinaria, no solamente hacemos champeta. La champeta es lo que nos caracteriza, porque lleva mucho tiempo y es un género nuestro. Yo soy bien champetudo: no hay champeta que no me sepa. Pero escogí este camino porque la verdad es que en ese momento yo sentía que todos estaban haciendo lo mismo”, recordó.

LINDA DONADO RUDAS

ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO 

REDACCIÓN CULTURA 

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