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Noticia

Marta Gómez: la cantautora colombiana, ganadora de un Grammy, que ha llevado el mensaje de paz a otros continentes

Así es como esta artista colombiana tomó su rabia por la violencia y la guerra y la convirtió en un esperanzador mensaje de paz para grandes y chicos.

La compositora y cantora conoció la música desde los 4 años, cuando ingresó al coro del Liceo Benalcázar de la ciudad de Cali, la ciudad donde creció.

La compositora y cantora conoció la música desde los 4 años, cuando ingresó al coro del Liceo Benalcázar de la ciudad de Cali, la ciudad donde creció. Foto: Ale Palacios. Cortesía

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“A nosotros nos ha tocado muy duro como colombianos, no digo mi familia, sino en general. Aprender a vivir con eso (...) Son cosas muy duras que alguien que no es de Colombia no entendería”, dice la cantautora Marta Gómez al recordar los episodios de violencia que vivió en Cali, antes de que su familia se fuera exiliada a Norteamérica y de convertirse en la artista que es hoy.

La compositora y cantora conoció la música desde los 4 años, cuando ingresó al coro del Liceo Benalcázar de la ciudad de Cali, la ciudad donde creció. 

(Además: Lola Índigo, la súperestrella española que quiere conquistar a Colombia).

Hoy ya lleva una carrera musical de más de 20 años y sus composiciones se caracterizan por ser temas melódicos que mezclan distintos timbres de la guitarra, con letras poéticas y ritmos folclóricos latinoamericanos. Muchas de estas composiciones se inspiran en la guerra y traen un mensaje de paz, luego de reflexionar sobre cómo los colombianos seguimos adelante a pesar de todo.

Como artista independiente, radicada en Barcelona desde hace años y que también se ha hecho un espacio en la música infantil, Marta Gómez habló con EL TIEMPO y contó sobre el inicio de su carrera cantando en las calles en Estados Unidos, cómo sus letras están marcadas por experiencias como las que vivió en la niñez, en pleno auge del narcotráfico, y convirtió todo esto en un mensaje de paz que se escucha en canciones como ‘Para la guerra nada’, un tema que grabó con la Orquesta Filarmónica Juvenil de Bogotá en 2022.
Marta Gómez tiene una carrera musical de más de 20 años .

Marta Gómez tiene una carrera musical de más de 20 años . Foto:Ale Palacios. Cortesía

La violencia y el secuestro

El hecho que cambió todo, tanto para ella como para su familia, fue el secuestro de su tío en 1997: “Yo tuve una infancia feliz en las fincas y en el coro; pero sí, la violencia estaba siempre ahí. Hasta que no me tocó lo de mi tío, que fue mucho más directo e hizo que mi familia se fuera”, recuerda.

(Además: Ella es la artista colombiana que participó en 'Spider-Man: Across the Spider-Verse').

Según contó, su tío fue secuestrado por un grupo que nunca se identificó, estuvo un año en cautiverio y el hecho se relacionó directamente con decisiones que ella y sus padres tuvieron que tomar después: “Mi tío fue secuestrado justo cuando yo iba a entrar a la universidad y esa fue la razón por la cual mis papás me dijeron: ‘Vete a estudiar fuera’. Claro, entiendo que es un privilegio. Es decir, no me fui como tanta gente: con una mochila al hombro, escapando de mi casa a la ciudad a buscar una mejor oportunidad, sino que tenía la suerte y el privilegio de que mis papás me podrían llevar a estudiar fuera, pagarme una universidad. Pero no era mi elección, es decir, fue impulsada por la violencia”, explica.
Son cosas que no se le van a uno de la mente. Ver a mi abuelita aguantando ese dolor
De los meses de ese secuestro, recuerda la angustia que vivía su familia. En el programa radial ‘Las voces del secuestro’, en las horas de la madrugada, su papá esperaba para mandarle un mensaje a ese tío que permanecía privado de su libertad en algún lugar en el monte. “Son cosas que no se le van a uno de la mente. Ver a mi abuelita aguantando ese dolor”, rememora.

Su tío finalmente fue liberado en 1998 y luego se exilió en Canadá junto a los padres de Marta. Ella, por su parte, visita el país cada cierto tiempo, pero no volvió a vivir en Colombia, algo que acepta no estaba en sus planes. En 1999 se fue para Boston a estudiar música, becada en el Berklee College of Music, de donde se graduó en 2002.

Marta nació en Girardot un 11 de septiembre de 1978, pero creció en la Cali de los años 80, en medio de la violencia y cuando el Cartel de Cali mandaba en la ciudad. “Yo crecí en los 80 en Cali, en medio del tema de las bombas. Había momentos en que nos decían bueno, hoy no pueden ir al colegio, mejor esperemos dos días. Y uno de chiquito, pues no entendía”.
Crecí en los 80 en Cali, en medio del tema de las bombas. Había momentos en que nos decían bueno, hoy no pueden ir al colegio, mejor esperemos dos días. Y uno de chiquito pues no entendía
A pesar de aceptar que estaba en una familia privilegiada, recuerda momentos en los que también estuvo cerca de la violencia, como prácticamente cualquier habitante de Cali en esa época: “Crecí yendo a la finca de mis abuelitos, que es mi lugar feliz. Hace como cuatro años fui, aunque voy mucho, esa vez me dijo mi tía: ‘Es que aquí al frente era la finca de los Rodríguez Orejuela’. O sea que éramos vecinos del dueño del Cartel de Cali y no lo sabíamos los niños. Los adultos sí, quienes nos advertían de tener cuidado”.

(De su interés: Whoppi Goldberg le ofreció al papa Francisco actuar en 'Cambio de hábito 3' y recibió una inesperada respuesta).

Los colombianos normalmente decimos: ‘No, a mí no me ha tocado la violencia directa’. Porque claro, como hay gente a la que le han tocado cosas tan inimaginables —como que te maten a la familia delante suyo, torturas— entonces los demás decimos: ‘No, yo afortunadamente no he tenido o con la violencia’, pero la verdad es que sí”, reflexiona.
La artista independiente está radicada en Barcelona desde hace años y que también se ha hecho un espacio en la música infantil.

La artista independiente está radicada en Barcelona desde hace años y que también se ha hecho un espacio en la música infantil. Foto:Ale Palacios. Cortesía

Hacer música sobre Colombia: de la rabia a la alegría

Recuerdo mucho que yo tenía tanta rabia porque no me quería ir
La cantautora recuerda que sus primeras canciones se inspiraron en los episodios de violencia y las escribió a modo de protesta: “Recuerdo mucho que yo tenía tanta rabia porque no me quería ir. Cuando llegué a Boston, escuché mucho un casete de un grupo que se llamaba ‘Bloque de búsqueda’ y era una cumbia experimental. Yo quería componer así. Mi primer recital en la universidad eran cumbias compuestas desde la rabia, hubo canciones que solo toqué esa vez”.

Pero, pronto se dio cuenta de que ese no era el camino que quería tomar y, posiblemente, esa no era la mejor manera de retratar a los colombianos y a su país. Un año después regresó a Colombia de visita, ahí se reencontró con la amabilidad y apertura que caracteriza a nuestra gente, lo que le hizo darle un nuevo giro a su música.

​(No deje de leer: 'Black Pumas' vuelve a rugir en Bogotá).
“Volví de ese viaje diciendo: ‘No es por aquí’. Está bien y es válido tener rabia, pero si yo quiero contar las historias de la gente de Colombia, tengo que contarlas desde la ternura y desde la alegría. Ahí empecé a probar otro sonido, que es el que tengo ahora”, comenta.

Marta se refiere a la actitud positiva que encontró en los colombianos a pesar de estar en una situación complicada y violenta y remarca frases como “Gracias a Dios hay salud”, que reflejan esa forma de afrontar la vida y que ha inspirado sus canciones.

De tocar música en las calles a hacer música infantil

Estando en la Universidad, conoció a un grupo de músicos argentinos: Julio Santillán, Franco Pinna y Fernando Huergo, con quienes empezó a tocar canciones muy al estilo de Mercedes Sosa. Al no encontrar un lugar en donde se le permitiera presentarse, la banda comenzó mostrando su talento en las calles de Boston.

Luego, pidieron un permiso para tocar afuera de Harvard, un lugar bastante concurrido por los turistas. Pasaron a presentarse en un bar, al que asistían las personas que ya los habían conocido en la calle y, aunque acepta que su música no es bailable a pesar de ser latina, tuvo un muy buen recibimiento por parte de los extranjeros.

Cuando vio que la vida en Estados Unidos no le llenaba, se fue a Barcelona a hacer una maestría en Creación Literaria como excusa para radicarse definitivamente en esa ciudad, donde vive hasta la actualidad.
Marta nació en Girardot un 11 de septiembre de 1978, pero creció en la Cali de los años 80, en medio de la violencia y cuando el Cartel de Cali mandaba en la ciudad.

Marta nació en Girardot un 11 de septiembre de 1978, pero creció en la Cali de los años 80, en medio de la violencia y cuando el Cartel de Cali mandaba en la ciudad. Foto:Adrian Zapata. Cortesía

Cuando se convirtió en madre en 2011, descubrió otra faceta: la música infantil. Acepta que, en un principio, no sabía muy bien cómo compaginar el hecho de ser cantautora con el de hacer discos infantiles.

(Además: La banda de rock Toto anuncia concierto en Bogotá: se presentará el 18 de noviembre).

“Empecé a buscar canciones de cuna y canciones de infancia y me encontraba unas cosas tan horribles o con las de mi época —que sí son bonitas, pero los arreglos son horrorosos y las grabaciones son feas—. Entonces yo dije, tengo que hacer discos, empezar a grabar mis propias canciones. En el embarazo, hice un disco de canciones de cuna que había recopilado”, contó sobre sus inicios en la música infantil.

Marta continuó grabando otras recopilaciones con temas más clásicos y terminó grabando tres discos infantiles y un cuarto que se lanzará en octubre de este año.

Se dio cuenta que su público disfrutaba de su música sin importar el género: “Un día, en uno de los últimos conciertos que hicimos en Bogotá para niños en el Teatro Colón, salí a firmar los discos —siempre llegaban los papás con los niños— y de repente había un montón de gente joven de mis conciertos normales. Les pregunté: ‘¿Y ustedes qué hacen aquí? ¿Dónde están los niños?’, y me dijeron: ‘No, yo vengo a sanar a mi niño interior’”, desde ese momento, decidió mezclar ambas facetas en un solo concierto para todo público.

La inesperada llegada de un Grammy

El camino de cantautora ha sido largo y complicado. Ha ido creciendo poco a poco, haciendo conciertos, dándose a conocer, llegando a más gente que la escucha.

“Es una carrera que hasta ahora sigue igual. O sea, no es que lluevan las ofertas, no. Uno tiene que ir llamando (...) Empezamos en un teatro en el Gimnasio Moderno, luego nos quedó pequeño, entonces vamos al Teatro Colsubsidio. Como que vamos creciendo, pero es todo como un trabajo de hormiguita. No, no es el momento que sí tienen muchos artistas de estar en el lugar adecuado, a la hora adecuada”.

Y agrega: “Pasan los años, ya compruebo que genero dinero, que lleno los conciertos, pero nadie se acerca a decirle bueno, venga le ayudo. Entonces es como luchar contra la corriente todo el tiempo”. 

(De interés: ¿Linkin Park tendrá una nueva vocalista?).
Como artista independiente, Marta acepta que, en su caso particular, nunca hizo música con el objetivo de ganar un Grammy, por lo que estar nominada y luego ser ganadora le llegó de manera totalmente inesperada.

En el año 2011, Marta fue nominada al Latin Grammy a ‘Mejor diseño de empaque’ por el álbum ‘El corazón y el sombrero’. Sin embargo, el primer premio lo recibió en 2014 a ‘Mejor disco infantil’ por ‘Coloreando’.

“Lo curioso es que yo no mandé el disco, porque ‘Coloreando’ me lo pidió una ONG de educación; para que los niños aprendan a hablar español en Estados Unidos. Era una ONG de educación y ellos lo mandaron”, explica. “De repente, quedé nominada y bueno, una alegría muy grande”, agrega con emoción.
Yo sé que eso no me representa dinero, ni que canto mejor o peor. Pero, a nivel personal, es como: ‘Bueno, alguien de este mundo me ve, me oye y entiende lo que hago’. Es como un abrazo a los artistas independientes
Después de este episodio, ha vuelto a ser nominada en varias ocasiones. Para 2015, ganó otro Grammy Latino por ‘Mejor diseño de empaque’, por ‘Este instante’ y con este también obtuvo una nominación a ‘Mejor disco cantautor’.

Entre la colección de Latin Grammy, en 2016, fue nominada a ‘Mejor disco infantil’ por el álbum ‘Canciones de sol’; en 2018, la nominaron a ‘Mejor disco folclórico’ por ‘La alegría y el canto’; y, para 2022, fue nominada a ‘Mejor álbum vocal pop tradicional’ por ‘Filarmónico 20 años’, con el que la cantautora celebró sus dos décadas de carrera musical.

“Yo sé que eso no me representa dinero, ni que canto mejor o peor. Pero, a nivel personal, es como: ‘Bueno, alguien de este mundo me ve, me oye y entiende lo que hago’. Es como un abrazo a los artistas independientes”, señala.

Este 20 de octubre se estrena, en el Julio Mario Santo Domingo, el nuevo disco de Marta Gómez. Explica que es un álbum con temática infantil, pero que tanto los grandes como los chicos pueden disfrutar. 

(En otros temas: Festival Cordillera 2024 revela el cartel del evento: estos son los artistas que se presentarán).
La cantautora recuerda que sus primeras canciones se inspiraron en los episodios de violencia y las escribió a modo de protesta.

La cantautora recuerda que sus primeras canciones se inspiraron en los episodios de violencia y las escribió a modo de protesta. Foto:Ale Palacios. Cortesía

Es un momento muy bonito de ser mujer, de ser artista. Aparte, estamos empezando a romper un montón de patrones
Es un disco que todo el mundo puede oír, mis amigos y los mismos músicos me dicen que este no es un disco infantil, pero yo sí lo siento así y nació así por la temática de las canciones”, que son dedicadas al tiempo, al agua, el aire, relacionado con el cambio climático, la sequía, etc.

Este tiene colaboraciones con la banda argentina Alan Sutton y las criaturitas de la ansiedad; Elkin Robinson, de Providencia; Piero; Jorge Velosa; y la cantautora colombiana María José Mendoza.

Por el momento, Marta no planea parar sino, por el contrario, seguir sacando más producciones: “Bueno, tengo 22 discos y ya tengo dos más para ser grabados. Entonces lo que más me apasiona a mí es seguir encontrando canciones para grabar, estar componiendo y grabando”.

Finalmente, reflexiona sobre el papel que tiene la mujer actualmente en la música, las libertades que se pueden dar las artistas gracias a la influencia de otras como Andrea Echeverry: “Yo creo que estamos pasando por un momento muy bonito (...) Yo creo que a veces se nos olvida todo lo que hemos logrado (...) Es un momento muy bonito de ser mujer, de ser artista. Aparte, estamos empezando a romper un montón de patrones. Gracias al legado de Andrea Echeverry hay gente como Briela Ojeda, como La Muchacha, que se han podido reivindicar, no solo en la música, sino en su aspecto, en su ser mujer, en sus tatuajes y en su manera de vestirse”.

“Me encanta esta onda joven de mujeres que han dicho: no me interesa ser mamá, no me interesa empelotarme, tengo una estética diferente, tengo unos tatuajes diferentes y una música diferente. A mí me fascina lo que está pasando en el mundo femenino”, concluye.  
ELIM J ALONSO
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