El 2021 inicia con una leve reducción en el costo del crédito bancario para la mayoría de las modalidades, pese a las circunstancias que rodean a la economía y que golpean de forma negativa a cientos de empresas y millones de personas, que han visto reducir sus ingresos o perdido sus empleos.
Este miércoles, la Superintendencia Financiera certificó que el máximo interés que se puede cobrar en el país se sitúa para enero del año nuevo en 25,98 por ciento efectivo anual, 0,21 por ciento menor a la tasa con que cerró el 2020.
Las tasas para compra de vivienda tanto de interés social (VIS), como no VIS; las de los créditos de consumo, incluidas las que se aplican a las tarjetas de crédito; así como las que se aplican a los préstamos para atender al sector productivo, muestran leves mejorías no solo frente a las que se vieron en lo más agudo de la pandemia, sino también comparadas con las de comienzos del año, cuando el tema del covid-19 apenas era una noticia lejana para Colombia.
Por ejemplo, hasta el pasado 11 de diciembre los bancos prestaban para compra de vivienda VIS a una tasa promedio de, 10,96 por ciento efectiva anual, 1,14 puntos porcentuales por debajo de la de inicios de marzo, cuando comenzó en firme la cuarentena por el covid-19 en el país, y 0,93 puntos menos respecto a la de finales de comienzos del 2020, según la Superintendencia Financiera.
Para compra de no VIS la caída frente al registro de abril de este año es de 1,43 puntos porcentuales a 9,99 por ciento, y de 1,37 puntos respecto de enero, cuando la tasa promedio estaba en 11,36 por ciento.
Consumo y tarjetas
La baja en el costo del crédito en el país también ha cobijado a los créditos de consumo, los cuales, por lo general, son los más resistentes a los periodos de reducción de intereses debido al riesgo implícito de estos.
Lo que muestran las estadísticas de la
Superfinanciera es que
el costo del crédito de consumo desde cuando empezó la cuarentena al 11 de diciembre se redujo en poco más de un punto porcentual a 16,84 por ciento, mientas que respecto al nivel que se prestaba a comienzos del año esa caída es de cerca de 0,96 puntos.
Para los préstamos de bajo monto esas reducciones en los periodos estudiados ha sido de 2,67 y 2,68 puntos porcentuales respecto a marzo y enero, respectivamente.
En las tarjetas de crédito personales esa reducción ha sido de más de 2,82 puntos porcentuales a 21,54 por ciento en el año. Respecto a abril la caído ha sido menor 2,48 puntos porcentuales, explicado, según los analistas, por la mayor percepción de riesgo que tienen las entidades sobre la situación actual y futura de las empresas, pese a las mejoras en la tasa de desempleo reportadas por el Dane (13,3 por ciento a noviembre).
Microcrédito y empresas
La situación para los microempresarios no ha sido fácil en esta difícil coyuntura, pese a que el Gobierno ha extendido un plan de beneficios para aliviar las cargas de estos. El costo del crédito para este sector productivo no solo se ha incrementado en este año, pues la tasa promedio pasó de 35,75 a 37,77 por ciento, unos 2,12 puntos porcentuales más, sino que durante la pandemia el incremento marca 1,32 puntos porcentuales, pues en marzo dicha tasa estuvo en 36,87 por ciento, según cifras del ente oficial.
En las distintas modalidades de préstamos para las empresas los descensos en las tasas, según la Superfinanciera, también ha sido evidente. Los créditos ordinarios han descendido en 1,8 y 2,21 puntos porcentuales, tanto en lo corrido del año, como desde la declaratoria de la pandemia, respctivamente.
Por su parte, los préstamos preferenciales lo han hecho en 2,77 y 2 puuntos porcentuales; mientras que el costo de los sobregiros ha descendido 1,56 y 0,8 puntos, en los periodos referidos, respectivamente.
Qué dicen los banqueros
Según la Superfinanciera, las tasas de interés responden al comportamiento de factores como el riesgo de crédito de las operaciones a financiar, la liquidez del mercado y la estrategia comercial definida por cada entidad vigilada.
"En esta coyuntura estos factores han presentado comportamientos diferenciales de manera tal que, ante una mayor percepción de riesgo, la dinámica de la liquidez en el mercado y la necesidad de los agentes de mantener la calidad de la cartera de créditos, las tasas de las nuevas originaciones a empresas y personas muestran una tendencia decreciente", dice la entidad.
Por su parte, la más reciente encuesta elaborada por el
Banco de la República entre las entidades de crédito, sobre la percepción del riesgo en los próximos veinticuatro meses, indica que para el 63 por ciento de los consultados el deterioro de la cartera es la mayor preocupación en alusión a la desaceleración de la economía e incertidumbre alrededor de las medidas de alivio para reducir la carga financiera de los deudores.
El 27,4 por ciento de los participantes manifestó preocupación por el empeoramiento de las condiciones macroeconómicas. Aunque, en general el riesgo de crédito se sitúo como la principal respuesta, para algunas entidades.
Por: Economía y Negocios