La semana que viene habrá otro encuentro entre del equipo de gobierno y representantes del sector bancario colombiano para continuar analizando alternativas que eviten la presentación del proyecto que busca imponer inversiones forzosas a este sector con miras a redireccionar más recursos de crédito a sectores claves de la economía.
El lugar, la hora y quiénes asistirán en esta oportunidad se están definiendo en este momento, pues en cada encuentro que se ha realizado con ese objetivo participan diferentes actores del Gobierno. En la búsqueda de esas alternativas se exploran todos los frentes posibles y los renglones de la economía que tendrán que beneficiarse, le dijo a EL TIEMPO una fuente que asiste a dichos encuentros.
“Son unas reuniones de trabajo, de instrumentos, de posibilidades respecto a las alternativas en las que seguimos explorando en conjunto esas opciones y salidas y, desde luego, sus alcances”, comentó.
Y si bien de esas reuniones ha transcendido que la banca está dispuesta a colocar 35 billones de pesos adicionales en crédito hasta los 155 billones para atender los requerimientos de los sectores productivos identificados por el Ejecutivo (agricultura, vivienda, industria, turismo y la economía popular), ese monto tampoco está definido.
Es más, se habla ya de una apuesta de 177 billones, pero según la fuente no se trata solo del monto porque puede que haya los recursos para colocar, pero si no existe la demanda suficiente del sector productivo, esta no tendría sentido.
“Esas son cifras que se han ido mostrando, pero aún no hay un elemento definitivo. Sobre esa base sí se están haciendo los análisis, si puede ser mayor, si se necesita un periodo de tiempo más amplio para colocar esos recursos (entre 12 y 18 meses), cuáles serán los instrumentos utilizados y su impacto; la idea es buscar un acuerdo para impulsar la reactivación económica e ir definiendo esas alternativas y sus alcances”, comentó la fuente.
Dijo que ve en los interlocutores del Gobierno una muy buena disposición en buscar consensos sobre esas ideas que se discuten.
“Lo más importante es la agenda que se discutirá la próxima semana, donde ya existen elementos definitivos frente a la propuesta. Con todos los elementos que existen en este momento, el Gobierno podrá determinar que lo mejor es un gran pacto, que puede ser una mejor alternativa que la de las inversiones forzosas” enfatizó.
En ese esfuerzo el mayor obstáculo es el tiempo, pues se necesita con urgencia alternativas de rápida y fácil implementación, y el Gobierno sabe que llevar una iniciativa como la que tiene en mente tomará más del necesario.
“La apuesta es que a los acuerdos a los que se llegue puedan implementarse muy rápido, sean de fácil aplicación y que sean muy oportunos. Por eso el trabajo minucioso de elegir esos instrumentos que se ajusten a esas necesidades, créditos de fácil desembolsos para esos sectores clave y ahí hay de todo para todos esos renglones: capital de trabajo, hipotecarios, comerciales, de transición energética, con redescuentos y garantías, en lo que será clave el papel del Grupo Bicentenario”, dijo la fuente.