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Preguntas y respuestas sobre el posible impago de EE UU, a una semana del plazo
El Congreso de Estados Unidos es el único facultado para modificar el techo de la deuda.
Las fuerzas políticas en el Capitolio se enfrentan por el techo de la deuda. Foto: AFP
La próxima semana, el 1 de junio, se cumplirá el plazo que tiene Estados Unidos para que pueda ampliar su capacidad de pago que ya ha tocado techo.
El Congreso de Estados Unidos es el único facultado para modificar el techo de la deuda del gobierno estadounidense y si no existe un acuerdo para disipar la incertidumbre de esta nación, el miedo crecerá y eventualmente podría convertirse en pánico. Teniendo además un efecto de el mundo.
El PIB de Estados Unidos ronda niveles actuales de 23 billones de dólares, pero la economía más grande del mundo tiene un techo de endeudamiento que asciende a 31.4 billones de dólares, y ya se alcanzó desde enero de este año.
Eso significa que el endeudamiento total del país es 1.36 veces superior al Producto Interno Bruto (PIB), es decir, del 136 por ciento. Lo que significa que si Estados Unidos quisiera sus deudas, no le alcanzaría sumando todos los bienes y servicios finales producidos en el país.
Es como si una persona quisiera pagar todas sus deudas vendiendo todos sus activos (casa, carrro, muebles, etc.) le sume el salario, y el dinero que obtenga en un año pero no le alcance.
De acuerdo con Bloomberg, a lo largo de las últimas siete décadas el techo de la deuda de Estados Unidos se ha elevado 78 veces, eso significa más de una vez por año, aunque no todos los años ocurre.
El presidente de EE. UU., Joe Biden, durante su primer discurso ante el Congreso. Foto:Melina Mara / Bloomberg
¿De quién depende que suba el techo de deuda?
La tarea está por fuera del Gobierno de Joe Biden, el Congreso de Estados Unidos es el único facultado para modificar el techo de la deuda del gobierno estadounidense (límite superior de endeudamiento).
El mecanismo financiero de financiamiento fue introducido por primera vez en el año de 1917 y fue ratificado entre 1939 y 1941. Es de las pocas formas que tiene el país de cubrir el crecimiento de rubros como el gasto militar o otros.
En el congreso, los republicanos exigen una fuerte reducción del gasto público como condición para aumentar el endeudamiento, pero si los desacuerdos persisten, a Biden le queda un recurso: invocar la 14a Enmienda de la Constitución estadounidense, que estipula que "la validez de la deuda pública de Estados Unidos, autorizada por ley, (...) no debe ser cuestionada".
En otras palabras, los gastos ya votados deben poder ser pagados.
¿Qué pasa si no se paga?
Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en su comparecencia en el Senado. Foto:AFP
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha dicho que habría “catastróficas” consecuencias al no autorizar un aumento al límite de endeudamiento.
La posibilidad de una recesión en el país se multiplicaría, las tasas de interés subirían, el colapso en el sistema bancario podría generalizarse o cuando menos propagarse a otras instituciones que hasta ahora lo han evitado y el PIB estadounidense se desplomaría junto con el del mundo.
Yellen dijo que “se produciría un caos financiero y económico”.
Estados Unidos ya no podría pagar a los tenedores de bonos del Tesoro, que son el refugio de las finanzas mundiales, se deberá priorizar el gasto, de esta manera los pagos de la deuda y los pagos de intereses se realizarían primero.
No se podrían pagar subsidios ni las pensiones de los veteranos, habría retrasos en el pago de salarios de millones de trabajadores del sector público, incluidos los docentes y se afectarían a los pagos de seguridad social y los subsidios de atención médica.
En el escenario de un default temporal, por mínimo que fuera, la Casa Blanca ha estimado que le costaría a la economía estadounidense alrededor de 500 mil empleos; es decir, el aumento en el desempleo sería otra consecuencia.
De acuerdo con el presidente Biden, "Estados Unidos nunca ha dejado de pagar sus deudas. Y ese no será jamás el caso".
El otro problema es que una decisión tomada a última hora podría tener igualmente consecuencias como sucedió el 2011 que existía sólo la amenaza de caer en default y Estados Unidos perdió la evaluación crediticia triple A.
Y ¿si se extiende?
Solicitudes de subsidio por desempleo bajan en EE. UU. Foto:AFP / Frederic J. BROWN
Si el default se prolonga unos 6 meses, se provocaría una caída del PIB del 6 por ciento, con la pérdida de unos 8.3 millones de trabajos.
Al cuestionar el valor de los bonos estadounidenses, se podría llevar al resto del mundo a una recesión.
También se podría provocar el desplome del dólar llevando a los mercados cambiarios a un caos, mientras que los precios del petróleo y materias primas en general se dispararían.
En un escenario de caos, la inflación mundial volvería a aumentar y los problemas de la cadena de suministros, que afectaron el comercio tras la pandemia de COVID-19, podrían empeorar debido a la falta de confianza en el sistema financiero.