¿Sector vivienda está en crisis o recuperación? Las versiones opuestas del Gobierno y Camacol

Mientras que la ministra de Vivienda, Catalina Velasco asegura que el sector de la vivienda va bien y "hay razones objetivas para ser optimista", el presidente de Camacol, Guillermo Herrera, dice que el sector aún está en crisis y se debe poner en marcha un plan reactivación de manera urgente.

A continuación se detallan algunas de las alertas que ha lanzado Camacol en los últimos días sobre el sector vivienda, las cuales fueron desvirtuadas por la ministra Catalina Velasco una a una.

"Las cifras las analiza cada uno y nosotros hemos explicado la visión que tenemos de eso. Las cifras nos muestran muchas cosas y hay que desmenuzarlas y analizarlas", manifestó la funcionaria.

De acuerdo con Camacol, las ventas de vivienda del primer trimestre de 2024 fueron las más bajas de los últimos 15 años. En solo marzo, se vendieron cerca de 10.500 viviendas, una cifra inferior a la que se registraba antes de la pandemia del covid-19.

Además, dice que el mercado de vivienda se ha reducido en cerca de un 30 por ciento frente al promedio 2013-2019 y un 46 por ciento frente a los niveles de 2021-2022.

Entre tanto, el Ministerio de Vivienda asegura que los indicadores del sector vivienda se están estabilizando respecto al impacto causado por la pandemia. "El análisis muestra que la construcción sufrió después del 2019; pero ahora, con la disminución de las tasas de interés y mejoras en la condición de la economía, muestra recuperación", asegura. 

El presidente de Camacol, Guillermo Herrera, afirma que los cambios a Mi Casa Ya tuvieron dos efectos "bastante indeseables" para el sector. El primero, acabó el mecanismo de preventas que permitía a los hogares saber desde un inicio que contaban con un subsidio y podían salir a comprar vivienda.

Lo segundo, se incorporaron más trámites como el Sisbén, que generaron grandes retos y problemas para los hogares porque "de un momento para otro y sin transición, tuvieron que salir a hacer un trámite que se había eliminado en el 2015 cuando se creó Mi Casa Ya".

Sin embargo, la ministra Velasco destaca que las cifras demuestran que Mi Casa Ya funciona de manera óptima porque cuenta con los recursos que se necesitan para garantizar 50.000 subsidios por año.

"Estamos haciendo asignaciones semanales, los constructores nos aplauden y nos han dicho que está funcionando bien. Nosotros sabemos que eso es así", dice.

Igualmente, argumenta que los recursos deben destinarse primero a las familias que más los necesitan y ese es el propósito del programa y de los ajustes que se han venido haciendo a Mi Casa Ya.

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Según Camacol, los desistimientos de vivienda de interés social (VIS) siguen por encima de las 30.000 unidades en el último año y actualmente representan el 33,7 por ciento del total de las ventas.

Las principales razones que argumentaron las familias para tomar la decisión de abandonar la compra de su vivienda fueron las altas tasas de interés y los cambios que tuvo el programa de subsidios Mi Casa Ya hace un año.

Pero, para la ministra de Vivienda los desistimientos solo se explican por las altas tasas de interés de los créditos hipotecarios porque, así las familias hayan hecho una compra, "cuando acceden al crédito y ven cuál es la cuota mensual que tienen que pagar, se dan cuenta que no pueden continuar con su negocio inmobiliario".

Además, resalta que los desistimientos no son para siempre. "Si no le pueden vender a una familia, los constructores le venden la vivienda a otra, y para las familias tampoco es perpetuo el desistimiento porque pueden efectuar la compra en otro año cuando las tasas de interés estén más bajas", agrega.

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Cada año, el gobierno del presidente Gustavo Petro entregará 50.000 subsidios de Mi Casa Ya, pero para Camacol esta cifra es insuficiente y debería aumentarse porque en 2024 habrá una mayor oferta de vivienda que demandará más recursos de los disponibles.

Entre tanto, el director de vivienda de Asobancaria, Alejandro Lobo, asegura que podrían ser 60.000 o quizás 70.000 subsidios porque por la caída en las tasas de interés de los créditos hipotecarios habrá una demanda importante de vivienda en el futuro.

Sin embargo, por ahora la ministra de Vivienda se mantiene en que serán 50.000 subsidios al año y asegura que tener recursos adicionales para más subsidios dependerá del Congreso de la República.

"Conocemos toda la situación fiscal de Colombia y sabemos que los presupuestos se definen en el Congreso. Todos los recursos que vengan al sector de la vivienda yo los impulsaré y estaré feliz siempre de que haya más porque es un sector que genera bienestar y empleo", expresa.

Y en cuando a la necesidad de asegurar las 17.000 coberturas a la tasa de interés que hacen falta para este año, según Camacol, la ministra manifiesta que las coberturas están garantizadas, pese a que se tiene un rezago propio del ciclo de la construcción. "No hemos asignado un solo subsidio que no tenga cobertura", agrega.

De acuerdo con Guillermo Herrera, la preasignación de subsidios para VIP no es un mecanismo que permita reactivar el sector ni genera un incremento importante en las ventas de vivienda porque las VIP son apenas el 6 por ciento de la oferta total de vivienda en el país.

No obstante, la ministra Catalina Velasco resalta que estas preasignaciones han demostrado que es posible llegar a las familias que más lo necesitan y a la fecha se han preasignado 681 subsidios para la adquisición de vivienda VIP en 2025 y 2026.

Además, descarta la posibilidad de que este mecanismo de preasignaciones se pueda aplicar para la compra de vivienda de interés social (VIS), una petición que no solo hace Camacol sino también Asobancaria.

"La vivienda VIS, incluso la No VIS, son las que generan la mayor dinámica de crecimiento", señala Alejandro Lobo, director de vivienda de Asobancaria, al tiempo que reitera el llamado al Gobierno a retomar las conversaciones de preasignaciones para VIS.

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El presidente de Camacol afirma que el sector ha perdido capacidad de generación de empleo, ya que en 2023 se generaron 19.000 empleos cada mes, en promedio, mientras que en el 2022 fueron 57.000 plazas por mes.

Además, señala que hoy en día están en riesgo más de 500.000 empleos en el sector de la construcción por los bajos niveles de actividad y "sin una respuesta clara y contundente por parte del Gobierno en materia de reactivación".

Al respecto, la ministra asegura que "cada empleo perdido es una preocupación, pero en lo macro encontramos estabilidad en el sector de la construcción, que incluye no solamente vivienda sino otras actividades productivas".