Nueva reforma tributaria busca que más de 75.300 contribuyentes paguen el impuesto al patrimonio

La nueva reforma tributaria propone una serie de ajustes en el impuesto al patrimonio para aumentar su efectividad y que realmente se logre una progresividad en el sistema tributario. 

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Y es que según el Gobierno pese a que en la tributaria anterior, la del 2022, se hicieron ajustes para que las personas de mayores ingresos tuvieran una mayor carga, el Gobierno considera que todavía hay una “gran brecha” por cerrar.

Para el 2023, dicho impuesto—introducido en la tributaria del 2022— fue pagado por 32.118 contribuyentes, lo que implica que el 0,5 por ciento de los declarantes de renta hacen parte de los contribuyentes del tributo al patrimonio.

El proyecto radicado ante el Congreso busca ampliar la base gravable de este impuesto. En concreto, indica que se reduciría el umbral de entrada desde 72.000 UVT hasta 40.000 UVT, es decir, de 3.388 millones de pesos a 1.882 millones de pesos.

Ello, según el Gobierno, permitiría que 75.341 contribuyentes paguen este tributo, lo que equivale al 1,3 por ciento del total de los declarantes del impuesto sobre la renta.

Así mismo, el proyecto mantiene la marginalidad de las tarifas del impuesto al patrimonio e incluye un nuevo umbral para el 0,1 por ciento de la población con mayor patrimonio (más de 240.000 UVT o cerca de 11.200 millones de pesos) con una tarifa de 2,0 por ciento.

Con el objetivo de controlar la elusión, también se buscará gravar los activos improductivos que hoy no están identificados en el impuesto al patrimonio.

“Necesitamos identificar los activos improductivos que deben pagar el impuesto al patrimonio. Esto afectará a los 'superricos' del país", aseveró el ministro Bonilla.

Según la exposición de motivos de la ley, el impuesto al patrimonio permanente que se introdujo en el 2022 con tarifas marginales puede distorsionar la estructura económica, ya que los contribuyentes tienden a agruparse cerca de los umbrales de tributación.

“A medida que se aproximan a estos, los contribuyentes encuentran incentivos para realizar planeación tributaria que disminuya su patrimonio líquido, ya sea mediante la adquisición de nuevas deudas o incluso ocultando o no reportando activos en sus declaraciones. Por ello, la implementación de tarifas diferenciadas o marginales, basadas en umbrales bien definidos, no solo mejora la progresividad del sistema, sino que también facilita la fiscalización”, se asegura en el documento.

De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, estos cambios permitirían profundizar los impactos positivos del impuesto sobre la distribución de la riqueza, al aumentar la tributación sobre el 0,1 por ciento de la población con mayores activos.

Asimismo, dicen que fomentará que los activos que no generan valor económico se tornen eficientes, al desincentivar la adquisición y el mantenimiento de patrimonios improductivos.

En total, el Gobierno espera que las modificaciones propuestas permitan un aumento del recaudo por 875.400 millones de pesos en el 2025, que subiría a 928.000 millones en el 2026 y a 985.000 millones en el 2027.