En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Exclusivo suscriptores
El duro camino que resta para lograr que la inflación en Colombia baje al 3 %
En la receta hay ingredientes como recuperar la confianza, elevar la productividad y generar empleo.
Compradores en la Central Minorista de Medellín. Foto: Jaiver Nieto Álvarez /ETCE
Que la inflación haya descendido de su punto máximo en décadas de 13,34 por ciento anual registrado en marzo del 2023 al 9,28 por ciento en diciembre de ese mismo año no deja de ser una noticia positiva para el país, que no puede apresurarse a cantar victoria aún, toda vez que solo de entrada al 2024 tiene que enfrentar un escenario bastante complicado que le puede aguar la fiesta.
Está visto que el fenómeno de El Niño ya comienza a pasar factura en algunas zonas claves en la producción de alimentos del país, y está por verse el impacto de esas fuertes olas de calor sobre los precios de la energía, aunque no es lo único ni lo más grave.
El ajuste del 12 por ciento del salario mínimo, las alzas automáticas con que cada año la economía recibe a los colombianos, la expectativa por el incremento que viene en el diésel, los peajes y el impacto de los impuestos a los alimentos ultraprocesados hacen parte de la extensa lista de productos y servicios que comienzan a presionar el costo de vida de millones.
Esto, en un escenario en el que, además, si bien la inflación ha caído de manera consecutiva por nueve meses, la misma continúa muy por encima de la meta del Banco de la República del 3 por ciento y dicho descenso ha sido más lento que en el resto de economías de Latinoamérica, cuya variación del costo de vida está en niveles del 4,7 por ciento, como ocurre en Brasil y México, o el 3,9 por ciento de Chile, por mencionar solo unos ejemplos.
Saltar esos obstáculos para que el comportamiento de la inflación en Colombia mantenga su actual curso, pero además se acelere, no será tarea fácil de lograr, más desde un nivel tan alto como lo es el 9,28 por ciento.
El propio Banco de la República estima que alcanzar la meta objetivo puede tomarle al país año y medio más, por lo que estima que en el 2024 podrá avanzar unos cinco puntos más hacia abajo, según lo dijo en reciente oportunidad Leonardo Villar, su gerente.
La media de los analistas del mercado consultados por el Emisor apuntan a un 5,7 por ciento para el cierre del presente año, mientras que el Gobierno, un poco más optimista, apuesta por un descenso hasta el 5 por ciento.
Las tareas
El mercado cambiario se caracteriza por buena oferta. Foto:Efe
Para algunos economistas, académicos y expertos consultados, el camino no está nada fácil, pues al igual que el 2023 el presente año está colmado de retos en distintos frentes, por lo que se tendrá que obrar con mucha cautela, eso sí, respetando la autonomía del Banco de la República.
María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, señala, por ejemplo, que esta no es una labor solo del Gobierno sino que requiere de un trabajo bien coordinado que involucre también a empresarios y trabajadores.
Y la razón, según la directiva, es muy sencilla. Dado que la inflación en Colombia también se genera por crecimiento en los costos de producción de las empresas, se necesitan acciones inmediatas que permitan reducirlos, aumentar la productividad, generar confianza y bajar la incertidumbre que han creado las reformas propuestas por el Gobierno, las cuales elevan dichos costos.
“Hay que buscar herramientas que modernicen la legislación para estar acorde con las necesidades laborales del país, se estimule la generación de empleo formal y los ingresos de manera sostenible para los colombianos. También implementar medidas de reactivación económica, que enciendan los motores de la inversión pública y privada en las locomotoras de la infraestructura y la vivienda. Acompañarlo con acciones que den seguridad y confianza para el desarrollo de otros sectores productivos”, precisa Lacouture.
El ministro Restrepo hace un balance del panorama económico. Foto:Carlos Ortega. EL TIEMPO
Uno de los factores fundamentales para que algunas de esas acciones puedan concretarse tienen que ver, precisamente, con la forma en que el Gobierno envíe esas señales de recuperación de la economía que esperan los colombianos, pero también los inversionistas externos.
José Manuel Restrepo, rector de la Universidad Escuela de Ingeniería de Antioquia (EIA), comenta que hay que ser cuidadoso para evitar grandes volatilidades en la tasa de cambio.
“Hay que respetar, ante todo, la autonomía del banco central para que este vaya tomando las decisiones con base en el mejor criterio económico, el momento adecuado y en la proporción correcta para bajar tasas de interés”, dijo el economista, quien agregó que un segundo aspecto tiene que ver con evitar altas volatilidades en la tasas de cambio, que pueden derivarse de decisiones, mensajes y expectativas negativas.
Prudencia del Emisor
El Banco de la República ha sido bastante cauto en ese sentido y ha hecho oídos sordos a las constantes presiones del Gobierno, los empresarios y el mercado para bajar su tasa de intervención, algo que solo sucedió a finales del 2023, luego de un extenso periodo en el que la mantuvo estable en 13,25 por ciento, su máximo en décadas.
El recorte fue apenas de 25 puntos básicos y el consenso del mercado apunta a que allí esperará la reacción de la economía al incremento del salario mínimo y las primeras alzas de precios del arranque del 2024.
Algo que puede estar en línea con las recomendaciones de Gita Gopinath, subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien en su cuenta de X esta semana señaló que el trabajo con la inflación no está aún hecho en todos los países.
Por eso indicó que “se debe evitar recortar las tasas de interés demasiado pronto” y, por el contrario, hacer una buena lectura de las señales que envía la inflación.
Gopinath también advierte que los bancos centrales deben estar preparados para responder a un renovado estrés financiero, al tiempo que “los responsables de las políticas deben estar listos para enfrentar más presiones transfronterizas provenientes de una mayor divergencia en las políticas de las economías”.
José Ignacio López, presidente designado del centro de estudios económicos Anif, comenta que en su tarea de llevar la inflación hacia la meta establecida el Banco de la República ya hizo buena parte de la tarea al aumentar su tasa de intervención del mercado, y si bien esos mecanismos de subida de tasas son lentos en el tiempo ya comienzan a dar resultados.
El año pasado la inflación retrocedió casi 4 puntos porcentuales.
Es fundamental que no haya nuevos choques de oferta, como por ejemplo impactos negativos del fenómeno de El Niño en los precios de los alimentos a lo largo de este año
“En la medida que haya niveles de tasas de interés altos, así incluso el Banco de la República baje sus tasas, los niveles serán altos y eso seguirá permeando la actividad económica y también induciendo esa dinámica para recuperar la meta de inflación”, apuntó.
A su vez, Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, precisó que el Emisor debe actuar con prudencia en ese proceso de reducción de su tasa de intervención.
Sostiene que “es fundamental que no haya nuevos choques de oferta, como por ejemplo impactos negativos del fenómeno de El Niño en los precios de los alimentos a lo largo de este año”, al tiempo que destacó que ayudaría más rápido si hay un ajuste fiscal.
“El gasto del Gobierno al final de cuentas le pone presión a la demanda agregada, y Colombia completará 5 años consecutivos con un déficit por encima del 4 por ciento del PIB”, precisó Mejía.
Los empresarios, por su lado, no pierden la esperanza de que el banco central pueda obrar con mayor celeridad en materia de tasas para así asegurar algunos puntos de recuperación económica este 2024.
Aunque son conscientes de que el banco estará observando con gran cuidado lo que suceda entre enero y febrero para tomar una decisión de acelerar la reducción de las tasas. “Pensaría uno que durante este principio de año estarán midiendo el efecto de los incrementos por parte del Gobierno de algunos precios regulados y del efecto salarial para tratar de entender el espacio que realmente tengamos en términos monetarios. Estos dos meses serán cruciales para ello”, comentó Bruce Mac Master, presidente de la Andi.