Con la captura en las últimas horas de Carlos Mario Úsuga David alias Cuarentano, hermano de Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, jefe del 'clan Úsuga', o ‘Clan del Golfo’, el cerco sobre esta estructura criminal es cada vez más estrecho.
Carlos Mario Úsuga, informaron las autoridades, era el jefe de finanzas del 'clan' y, de acuerdo con el presidente Iván Duque, se trataba del principal hombre de confianza de 'Otoniel', por lo que el mandatario calificó este hecho como "uno de los golpes más duros" que su Gobierno le ha dado al narcotráfico.
'Cuarentano', dijo la Policía, asumió el control financiero del ‘clan del Golfo’ después de la captura de su hermana Nini Johana Úsuga, conocida como ‘La Negra’, en operativo efectuado por la Policía en diciembre de 2013.
Las autoridades indicaron que 'Cuarentano', que tenía orden de captura por concierto para delinquir agravado, con fines de narcotráfico y de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, obtenía rentas criminales de 10.000 millones de pesos mensuales procedentes del narcotráfico, la minería ilegal y el lavado de activos..
El hombre controlaba las actividades de narcotráfico hacia Centroamérica y Europa en coordinación con Darío Úsuga Torres, conocido como ‘Pueblo’ y señalado cabecilla de la subestructura ‘Carlos Vásquez’, y Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, o ‘Chiquito Malo’, quien está a la cabeza de la estructura central de Urabá.
Los departamentos de Chocó, Antioquia, Córdoba, Bolívar, Sucre, Atlántico y Magdalena eran utilizados como plataforma para el envío de cocaína hacia el exterior, de acuerdo con las informaciones recopiladas por la Policía.
¿En qué va la persecusión contra 'Otoniel'?
Además de la captura de 'Cuarentano', otros dos hermanos de ‘Otoniel’ fueron detenidos en 2018: en abril de ese año fue detenido Ángel Eusebio Úsuga David, o ‘Chengo’, y en diciembre Fernando Umbeiro Úsuga, o ‘Palillo’, quienes eran piezas fundamentales en la estructura criminal, especialmente en lo relacionado con el tráfico de estupefacientes del ‘Clan del Golfo’.
De otro lado, en los últimos dos años esta banda ya ha perdido además a su segundo hombre al mando, Roberto Vargas Gutiérrez alias Gavilán, abatido en septiembre del 2017, y a su tercero, Luis Orlando Padierna, alias Ingalterra, quien murió en Norte de Santander en noviembre del 2017.
Mientras uno a uno han sido capturados o caídos en combate los hombres más cercanos del jefe de la banda criminal, ‘Otoniel’, completa más de tres años huyendo de la operación Agamenón, diseñada para desarticular al ‘Clan del Golfo’ y que aunque ha logrado golpear a la mayor parte de su cúpula, no llega al cerebro de la organización ilegal.
El jefe del 'Clan del Golfo' tiene circular roja de la Interpol (orden de captura internacional) y 111 órdenes de detención en Colombia. Según inteligencia, por la presión de la operación Agamenón, ‘Otoniel’ se alejó de los cascos urbanos y terminó viviendo en las selvas del Nudo de Paramillo, en medio de muchas dificultades, a pesar de que su organización obtiene millones de dólares cada mes por sus actividades de narcotráfico.
Se presume, según investigadores, que se mueve entre los sitios conocidos como Piedras Blancas, el río San Jorge y Tierra Alta (Córdoba).
En medio de las operaciones contra el ‘Clan del Golfo’ han sido capturados más de 2.000 de sus integrantes y han muerto en enfrentamientos con la Fuerza Pública más de 100.
Como consecuencia de estos golpes, la banda criminal perdió influencia en departamentos como Meta, Cauca y Norte de Santander. Pero mantiene actividades en Córdoba, bajo Cauca antioqueño y Chocó.
Sometimiento no avanza
Mientras tanto, en el congelador está la posibilidad de un eventual sometimiento a la justicia del ‘Clan Golfo’.
Los acercamientos se frenaron luego de que el Congreso aprobó una ley que endureció los requisitos para acceder a beneficios para el sometimiento y descartó gabelas judiciales a las que aspiraban los integrantes del clan y tras la captura de Carlos Mario Tuberquia Moreno, alias Nicolás, quien venía liderando las negociaciones.
Desde el Ministerio de Justicia se ha afirmado que el camino para el sometimiento individual está abierto, así como para uno colectivo, pero que el Gobierno no iba a buscar os con la banda sino a desmantelarla. "Si ellos se acercan están las puertas de la justicia abiertas para su sometimiento”, le dijo a EL TIEMPO en su momento la exministra de Justicia del gobierno Duque, Gloria María Borrero.
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