Consejo de seguridad de ONU, preocupado por violencia en Colombia

La persistencia de la violencia en Colombia, los enfrentamientos en el departamento de Arauca –que dejan una treintena de muertos, más de 200 familias desplazadas y varios heridos por atentados–, la preocupación por la seguridad en las elecciones presidenciales y los avances de la justicia transicional fueron temas centrales en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que se reunió este jueves en Nueva York para conocer el informe del secretario general de la ONU, António Guterres, sobre la implementación del acuerdo de paz de Colombia en el último trimestre del 2021.

El primero en intervenir en la sesión, de casi tres horas, fue Carlos Ruiz Massieu, jefe de la Misión de Verificación del organismo internacional en nuestro país, quien celebró los logros que se han dado en materia de reincorporación de exguerrilleros de las Farc, garantías de participación política y decisiones judiciales, pero hizo un llamado enérgico a redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad en las regiones y apoyar “a las familias de los cientos de excombatientes asesinados”.

De hecho, en el evento participó, por primera vez, una antigua integrante de la desaparecida guerrilla. Se trata de Luz Marina Giraldo, creadora de la Fundación Sin Olvido y lideresa social que aspira al Congreso. “Quiero hacer un llamado para que los gremios y federaciones, el sistema financiero, el Gobierno y los jueces no olviden que el sistema transicional exige de todos un enorme compromiso para que las viudas e hijos de excombatientes reciban un trato de igualdad”, dijo Giraldo, quien era esposa del también ex-Farc Alexánder Parra, asesinado en octubre de 2019 en el Meta.

De acuerdo con el informe del secretario general, desde la firma del acuerdo han sido asesinados 303 exguerrilleros, y solo en 2021 se registró el homicidio de 78 líderes sociales y otras 222 personas en 56 masacres, además del desplazamiento forzado de 72.600 colombianos.

Esa situación alarmante llevó a que, en sus intervenciones individuales, los 15 del Consejo de Seguridad expusieran su preocupación por la persistencia de la violencia en nuestro país.

“Hay niveles inaceptables de inseguridad. No se puede permitir que eso acabe la democracia y dé al traste con lo que tanto ha costado conseguir para la paz estable y duradera”, dijo Geraldine Byrne Nason, representante de Irlanda ante la ONU.

Por su parte, su homólogo de Kenia, Martin Kimani, puso de relieve la lentitud de la implementación del capítulo étnico del acuerdo, y, en esa misma línea, el representante de Estados Unidos, Jeffrey DeLaurentis, aseguró que hay mucho por mejorar en cuestiones de género y trabajo con comunidades afrodescendientes e indígenas, “que son desproporcionadamente victimizadas por la violencia”.

A propósito de la crisis en Arauca, departamento fronterizo con Venezuela, el representante ruso, Dmitry Polyanskiy, aseguró que “alcanzar una paz estable en Colombia se facilitaría normalizando las relaciones con su país vecino”. También manifestó preocupación por la falta de información sobre avances en la negociaciones de paz con el Eln (que, de momento, no son una posibilidad bajo el Gobierno de Iván Duque).

Mona Juul, representante permanente de Noruega, país que preside el consejo, retomó los llamados expresados durante la sesión, que también se centraron en pedir mayor agilidad en la reforma rural integral y el a tierras, y cerró diciendo que “no hay que escatimar esfuerzos para acabar con la violencia, que acaba con la fe del acuerdo en el acuerdo de paz”.

Por su parte, el consejero presidencial Emilio Archila, quien estuvo en representación del Gobierno, indicó que no han escatimado en esfuerzos para acabar con la violencia en el país y aseguró que “Colombia es un mejor país, con avances históricos en la implementación de la paz” en materia de víctimas, reincorporación, sustitución de cultivos ilícitos, Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet) e iniciativas de desarrollo rural integral.

Archila agregó que se han sentado las bases para que los próximos gobiernos puedan construir sobre lo ya construido, en un proceso transformador a 15 años para poner en marcha el acuerdo de paz.

@JusticiaET