30 años después, el general (r) Óscar Naranjo revela detalles de la caída de Escobar

“El legado de Escobar es de destrucción y violencia”, señala el exvicepresidente Naranjo.

30.11.2023 18:46 Actualizado: 30.11.2023 19:01

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El 2 de diciembre de 1993, se publicó una edición extra de EL TIEMPO, titulada ‘¡Al fin cayó!’, con el anuncio de la muerte de Pablo Emilio Escobar Gaviria, el peor narcotraficante en la historia de Colombia.

En un año, fueron asesinados 500 policías por orden de Pablo Escobar

Tres décadas después, el general (r) Óscar Adolfo Naranjo Trujillo, quien para la época era un mayor de la Policía que se desempeñaba como secretario del grupo de inteligencia que perseguía al capo, publicó su libro ‘El derrumbe de Escobar’.

En este, revela las actas secretas del operativo que terminó con la muerte del criminal.

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Portada de 'El derrumbe de Pablo Escobar'. Foto:Planeta

Lastimosamente, en la actualidad se habla de un supuesto legado de Escobar.

En un diálogo con Jineth Bedoya, editora de Mesa Central de la Casa Editorial EL TIEMPO, el general (r) Naranjo expresó que el único legado de Escobar es la destrucción, la violencia y el sicariato a sangre fría, como una “especialización” en la cual los jóvenes creen que pueden dedicarse, laboralmente, a nivel nacional e internacional.

El general Óscar Naranjo, también vicepresidente de la República, negociador en los diálogos de paz en La Habana, escritor y exdirector de la Policía Nacional, comentó que este año recibió testimonios de personas de las principales ciudades del país que ratifican cómo se sigue mitificando a Escobar y tergiversando la realidad frente al daño que este hombre le hizo a Colombia.

Las versiones sobre que Pablo Escobar “hace milagros”, que “se suicidó en un acto de valentía”, que “a él lo mató el cartel de Cali” e incluso, que “vive en Paris”, alimentan en muchos sectores una idealización sobre el jefe del cartel de Medellín.

Especial "No Más Escobar" en el trigésimo año de su muerte. Foto:Gabrielle Gutiérrez Gualteros

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El diálogo con Naranjo, sobre este trigésimo aniversario, se enmarcó en los retos sociales que tiene el país y la deuda histórica que se tiene con las víctimas y las personas que sacrificaron sus vidas para enfrentar esta amenaza terrorista.

Óscar Naranjo, vicepresidente de la República. Foto:Lenin Nolly / EFE

Una de estas personas, mencionada en el libro del general Naranjo, es la coronel retirada María Emma, de quien muy poco se habla. Una mujer de la Policía Nacional con un papel determinante en los últimos meses de persecución y localización de Escobar.

El exvicepresidente la recuerda como una mujer con solidez, criterio e integridad.

María Emma se aisló por meses para hacerle seguimiento a la familia de Escobar desde una oficina del Hotel Tequendama, en el centro de Bogotá.

La oficial le transmitió en tiempo real al capitán Hugo Martínez Poveda, quien coordinaba toda la operación técnica, que el narcotraficante estaba hablando por teléfono con su hijo mayor.

De inmediato, Martínez inició la triangulación de la llamada, lo que permitió dar con la ubicación de Escobar en el barrio Los Olivos de Medellín.

El General comenta que, “en una institución tan masculina como la Policía Nacional hace falta visión femenina”, la cual definió en cuatro grandes rasgos: comprensión, inteligencia, sensibilidad y reconciliación.

Mercancía de Pablo Escobar en Medellín. Foto:Jaiver Nieto Álvarez / EL TIEMPO

‘Nunca Más Escobar’, el nombre del especial periodístico de EL TIEMPO, se plantea como una reflexión para la sociedad, frente a los comentarios, comportamientos y acciones que han perpetuado y mitificado a personas como este criminal.

Guillermo Cano fue asesinado el 17 de diciembre de 1986 por orden de Pablo Escobar y el Cartel de Medellín. Foto:Archivo particular

En medio del diálogo con el general Óscar Naranjo, se recordó cómo hubo una postura unificada de la prensa en las décadas de violencia que causó el cartel de Medellín.

El momento más simbólico ocurrió el 19 de diciembre de 1986, dos días después del asesinato de Guillermo Cano Isaza, director de El Espectador. Durante 24 horas los medios de comunicación se silenciaron.

El Espectador fue el medio que habló por primera de Pablo Escobar Gaviria, el 11 de junio de 1976. Eso no solo le costó la vida de su director. También el asesinato de varios trabajadores y un carro bomba que destruyó la sede del diario.

El general Óscar Naranjo declaró que está seguro que, detrás de las acciones criminales del Clan del Golfo y otras organizaciones de narcotráfico que están en los territorios, se encuentran personajes, clasificados por él como invisibles, que probablemente están sentados en “oficinas de Bogotá, Miami, Londres o Nueva York”, haciendo daño desde el anonimato y la clandestinidad.

General (r) Óscar Naranjo en el especial 'Nunca Más Escobar'. Foto:Gabrielle Gutiérrez Gualteros

Por eso, señaló que el reto de las instituciones y la sociedad, hoy, está en "identificar y visibilizar a los invisibles", y no conformarse con el enfrentamiento con estructuras criminales en los territorios.

Por último, el exvicepresidente Naranjo compartió que, a raíz de este periodo de confrontación, la Policía Nacional alcanzó lecciones importantes para hacer frente a la ilegalidad y la mafia.

La mayor de estas es que los operativos deben velar por el respeto de los derechos humanos de los ciudadanos, ya que ellos y ellas son "el objetivo, el fin y la razón de ser de las instituciones, por lo que no pueden resultar civiles asesinados detrás de un operativo contra un criminal", concluyó.

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