Semana a semana, cientos de personas en Nariño continúan saliendo forzosamente de sus hogares a causa del conflicto armado, y en lo que va del año ya se reportan más de 6.000 personas desplazadas, especialmente en la subregión del Triángulo de Telembí, integrada por los municipios de Barbacoas, Magüí Payán y Roberto Payán.
De acuerdo con Médicos Sin Fronteras (MSF), organización humanitaria que tiene presencia allí, solo en abril hubo cuatro desplazamientos masivos en esa subregión.
Además, la ONG señaló que hasta la fecha confrontaciones entre grupos armados han generado el desplazamiento de por lo menos 500 personas en Barbacoas, 600 en Magüí Payán, 2.050 en Roberto Payán, y 3.400 en Bocas de Satinga, ubicada en el municipio de Olaya Herrera. Además, MSF registró que las veredas de la parte alta del río Patía están confinadas por completo y se estima que unas 1.500 personas estarían sin a servicios básicos de salud y alimentación.
Los desplazados son personas que habitan en zonas rurales y en su mayoría son de comunidades afrodescendientes aunque también se han registrado algunas familias indígenas, y los menores de edad, en especial los menores de 5 años, representan una gran parte de los desplazados, aunque también hay mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
Tras el desplazamiento, algunas víctimas están en albergues municipales y otras en hogares de familiares o amigos, pero las condiciones son precarias. Caroline Debrabant, coordinadora de MSF en Nariño, explicó que hay un desbordamiento de la capacidad de respuesta de la istraciones locales ante la recurrencia de estos eventos y aunque se han dispuesto albergues, estos no están adaptados para recibir a un gran número de personas, además hay hacinamiento, falta de baños, duchas, agua potable, comida, y necesidades de higiene básicas no cubiertas.
Esas condiciones generan riesgos de “enfermedades respiratorias, gastrointestinales y riesgo de violencia sexual para mujeres y niñas por la falta de privacidada para bañarse, por ejemplo, y porque muchas veces no tienen un apoyo familiar, lo que las coloca en una mayor vulnerabilidad. Además, los eventos de desplazamiento, en especial si son reiterativos, pueden generar afectación en la salud mental”, detalló Debrabant.
Tratamos de generar condiciones para el retorno humanitario y la mayoría retornan, pero de nada sirve si vuelven a ser revictimizados y tienen que volver a desplazarse: sec. de gobierno de Nariño
No solo esta ONG llamó la atención sobre la crisis humanitaria que atraviesa la región. El secretario de gobierno de Nariño,
Amilcar Pantoja, dijo en entrevista que el problema de desplazamiento viene desde por lo menos 2020, cuando se registraron más de 10.000 desplazados, luego,
en 2021, la crisis llegó a más de 23.000 personas, y este año ya van más de 6.000 y si continúa la tendencia, estiman que 2022 podría terminar con alrededor de 15.000 a 17.000 personas desplazadas en la zona.
“La mayoría de desplazados son niños y mujeres, es una tragedia humanitaria que estamos viviendo, generalmente tratamos de generar condiciones para el retorno humanitario y la mayoría retornan, pero eso de nada sirve si vuelven a ser revictimizados y tienen que volver a desplazarse”, señaló Pantoja.
Las nuevas dinámicas del conflicto
El secretario explicó que el conflicto en la región ha mutado, “no es el mismo que teníamos antes del acuerdo de paz, cuando había grupos identificados con unas líneas claras; ahora puede haber 13 grupos distintos que luego salen con otros nombres o alianzas, hay una atomización de grupos armados”, dijo.
Aunque Pantoja reconoció que el Ejército hace presencia y tiene resultados, “las comunidades esperan la ocupación integral del Estado en las zonas que dejó las Farc, no solo el Ejército”.
Consultados por el tema, desde la Fuerza de Tarea Conjunta Hércules de la Fuerza Pública, encargada de la zona del Triángulo del Telembí, indicaron que hay dos grupos que delinquen en la zona, la disidencia Franco Benavidez, que está comandada por alias Marlon, y la disidencia Ariel Aldana, bajo el mando de alias Diego.
La violencia se ha recrudecido y damos testimonio de sus consecuencias cada vez más extremas sobre una población históricamente vulnerada: Caroline Debrabant, coordinadora de MSF en Nariño
La coordinadora de MSF en Nariño también señaló que las dinámicas del conflicto en el Triángulo de Telembí han cambiado en los últimos años, con nuevos actores y nuevas disputas tras la firma del acuerdo de paz en 2016. “La violencia se ha recrudecido y damos testimonio de sus consecuencias cada vez más extremas sobre una población históricamente vulnerada; una de nuestras mayores preocupaciones es la falta de atención flagrante que sufren estas comunidades, su sufrimiento no debe ser normalizado ni ignorado por el resto de la sociedad”, expresó.
De hecho, un habitante que fue desplazado le contó a esa organización que “la sensación de tristeza es general. Ahora solo les pedimos a las instituciones que se acuerden de nosotros”.
Finalmente, además de la crisis por el desplazamiento, el secretario de Gobierno de Nariño llamó la atención por el secuestro del alcalde (e) de El Charco, Jesús David Urueña Moreno, quien fue plagiado el 24 de abril y a la fecha “no se sabe nada de él, y ni siquiera cuál es el grupo que lo tiene secuestrado”.
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