Primos de exfiscal capturada aceptaron cargos por narcotráfico en EE. UU.

La captura de la exfiscal Ana Catalina Noguera Toro, quien lideró la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio de la Fiscalía y ahora es señalada de corrupción, no es el único escándalo que ha rondado a su familia.

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De hecho, ella salió del ente acusador en noviembre de 2020 precisamente presionada por un escándalo asociado a sus primos Rafael Enrique Noguera Abello y Enrique Rafael Noguera Ramírez, quienes fueron extraditados por narcotráfico a Estados Unidos junto con otras personas.

Poco más de dos años después de la extradición, el caso en contra de ambos, que terminaron por aceptar cargos, según confirmaron fuentes, ha avanzado al punto de que lo único que falta es que sean condenados.

En este proceso, Rafael Enrique Noguera Abello, Tomás Visbal Blanco y Enrique Rafael Noguera Ramírez, así como la controladora aérea Martha Elizabeth Orozco Acevedo, y 10 personas más, fueron capturadas en septiembre de 2019 por la Policía Judicial, señalados de integrar una red transnacional narcotraficante.

Tras su captura, se fueron conociendo detalles de la vida de los primos Noguera, como el hecho de que Rafael Enrique Noguera Abello se codeaba con las personas más pudientes de Santa Marta y era reconocido como un ganadero de Magdalena y tenía negocios y licencias para operar canteras mineras en ese departamento.

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Sin embargo, la acusación de Estados Unidos en su contra derribó esa fachada. Esa acusación comenzó a conocerse cuando la Corte Suprema de Justicia dio el aval a su extradición, y se supo que en la mafia, Rafael Enrique Noguera Abello era conocido como ‘Farrique’ o ‘Farra’ y era señalado de pertenecer a una red que enviaba cocaína desde Colombia hacia México, y finalmente, a los Estados Unidos. En esas actividades de narcotráfico habría participado desde una fecha desconocida hasta por lo menos el 30 de mayo del 2019.

La coca salía en aviones y es por eso que se señaló que la red ilegal también estaba conformada por funcionarios corruptos, “operadores de escondites de drogas y un patrocinador mexicano de la operación”, quien les entregó los pilotos y los aviones.

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Ese miembro clave mexicano fue capturado en Canadá el 18 de febrero de 2020, su nombre es Miguel Hadad Facusseh, alias Greñas o Barbas, y fue extraditado a Estados Unidos en enero de 2021. Según un comunicado del Departamento de Justicia de EE. UU., Hadad sería responsable de coordinar envíos para una organización internacional de tráfico de drogas que planeaba contrabandear “decenas de millones de dólares en cocaína de Colombia a México para su eventual venta en los Estados Unidos”.

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Según el recuento del Departamento de Justicia, la acusación lo señala, junto a otras 14 personas, de integrar una organización que contrabandeaba grandes cantidades de cocaína en aviones, utilizando pistas de aterrizaje clandestinas y controladores aéreos corruptos en Colombia para evitar que las aeronaves fueran detectadas.

Además, desde México, Hadad sería el encargado de coordinar las operaciones, la financiación de vuelos, el suministro de pilotos y la instalación de pistas de aterrizaje clandestinas.

Aunque su esquema ilegal funcionó por años, un incidente en 2017 terminó por poner todos los radares de las autoridades sobre esta red. Según se narra en la acusación, el 5 de noviembre de 2017 la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) interceptó un avión sospechoso procedente de México, lo obligó a aterrizar y luego lo destruyó, y cerca del lugar donde se estrelló el avión se encontraron 515 kilos de cocaína empaquetada que estaba lista para ser cargada a la aeronave.

Ese día, de acuerdo a las investigaciones, al parecer hubo una falla en la coordinación del ingreso de una de las aeronaves mexicanas pues la controladora aérea capturada, Martha Elizabeth Orozco Acevedo, al parecer se retrasó en la hora de ingreso a su jornada laboral, por lo cual desde la torre de control del aeropuerto Ernesto Cortissoz, de Barranquilla, otro controlador dio aviso a la FAC sobre el ingreso irregular de un avión por La Guajira.

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Además de Hadad, la acusación de los Estados Unidos señala que Tomás Visbal Blanco, Rafael Enrique Noguera Abello y Enrique Rafael Noguera Ramírez “manejaron la logística de la organización, incluida la gestión de un lugar de escondite para la cocaína, el mantenimiento de una pista de aterrizaje clandestina donde el avión de México iba a recuperar el cargamento de cocaína en noviembre de 2017 y la preparación para el reabastecimiento de combustible de la aeronave a su llegada”.

Tras pasar poco más de un año detenidos en Colombia, los primos Abella y Visbal Blanco fueron extraditados en noviembre de 2020 a Estados Unidos, donde una corte distrital de Los Ángeles los pedía por tráfico de estupefacientes.

Pese a que viajaron en plena pandemia de covid-19, el proceso en EE. UU. avanzó rápidamente y si bien inicialmente los Noguera y Visbal se declararon inocentes de los cargos imputados, fuentes cercanas al caso indicaron que los tres terminaron por aceptar cargos.

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En el caso de los Noguera, en octubre de 2021, cuando aún no habían aceptado cargos, comenzaron las audiencias de juicio pero en octubre de 2022 se concretó un acuerdo de culpabilidad en el que aceptaron cargos.

Desde entonces, dicen las fuentes, cuatro veces los ha citado la Corte para proferir sentencia, pero por diversos motivos la audiencia ha debido ser reprogramada y, en estos momentos, los primos están a la espera de una nueva fecha para conocer su condena. Extraoficialmente ha trascendido que se habrían comprometido a colaborar con la justicia norteamericana.

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En Colombia, por su parte, en octubre de 2021 la Fiscalía General impuso medidas cautelares con fines de extinción de dominio a siete bienes, avaluados en más de 3.500 millones de pesos, que pertenecerían Rafael Enrique Noguera Abello, Tomás Visbal Blanco y Enrique Rafael Noguera Ramírez.

Se trata de tres lotes de 25, 66 y 122 hectáreas, y uno de 552 metros cuadrados; un apartamento y dos sociedades, una relacionada con la prestación de servicios de comida y otra dedicada a la construcción de obras civiles y extracción de piedra, arena, arcillas comunes, yeso y anhidrita.

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