Corte Suprema hace llamado a acabar con la cultura del atajo en Colombia

"Colombia como sociedad ha de abandonar los atajos para alcanzar cada propósito, desde la base de la sociedad hasta la cúspide de las altas esferas estatales se debe dan punto final a cualquier manifestación de corrupción, evitando a ultranza ejercer mecanismos ajenos a los legalmente establecidos".

Con estas palabras, la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia hizo un llamado de atención generalizado a los colombianos para atacar de manera frontal la corrupción.

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Así lo dejó en claro el alto tribunal al dictar condena de casi 10 años de prisión en contra del exmagistrado de la Corte Suprema, Gustavo Malo Fernández, quien integró la Sala Penal del máximo tribunal de justicia ordinaria en Colombia y quien, según la decisión, hizo parte del 'Cartel de la Toga'.

Y, desde ese entramado corrupto, dijo la Corte, los hoy condenados Gustavo Moreno -quien fue fiscal Anticorrupción-, y el expresidente de la Corte Suprema, Francisco Ricaurte, junto a otros abogados, se dedicaron a buscar congresistas en apuros judiciales para prometerles direccionar sus procesos a cambio de millonarias sumas de dinero.

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El mensaje de la Corte Suprema fue concreto: "el funcionario público se debe a la comunidad, y ha de estar al servicio de quien lo demande, máxime  cuando ha sido investido de la loable labor de dispensar justicia, y si bien cualquier juez de la República ha de observar una conducta decorosa y pulcra, ello es mas exigible de quien integra la Corte Suprema de Justicia, por ser un paradigma a seguir".

La Sala Especial de Primera Instancia dijo que, a la hora de dictar la pena de 9 años y 10 meses de prisión por concierto para delinquir, cohecho propio y prevaricato por omisión, se hizo un llamado de atención a todos los servidores públicos del país "para que actúen con diligencia, decoro y sabiendo que en cada uno tiene depositada la confianza de los ciudadanos".

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La decisión de la Corte no solo determina que, en efecto Malo buscó con sus acciones entorpecer el avance de los procesos penales adelantados contra los entonces senadores Musa Besaile y Álvaro Ashton por parapolítica a cambio de millonarias sumas de dinero; sino que advierte que Malo Fernández vendió su rol de magistrado al entramado corrupto.

Eso provocó, entre otros, que se acuñara la expresión del 'Cartel de la Toga', que es rechazada por los servidores judiciales del país, pero usada por la ciudadanía para cuestionar las acciones judiciales que estos realizan de manera generalizada.

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"Los hechos aquí demostrados han dado pie a que esta dignidad se haya visto menospreciada y vilipendiada. En contravía de lo que representa, superando los mas nefastos pronósticos, se acuñó el infame rótulo de 'Cartel de la Toga' que dilapida el nombre de las personas que, abanderadas de esta misión, desde los despachos judiciales en todas las latitudes, categorías y jerarquías de Colombia, cumplen su labor con responsabilidad y profesan el mayor respeto por la Corte Suprema de Justicia", dice el fallo.

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