El año pasado se registró en el país una de las más bajas tasas de homicidios de los últimos 19 años, pasando de 57,8 por cada cien mil habitantes en el 2003 a 26 en el 2022.
La general Sandra Patricia Hernández Garzón, jefa nacional del Servicio de Policía (e), que presentó las cifras, destacó la reducción de los homicidios en Colombia y señaló que en el comparativo año a año se lograron salvar 355 vidas.
El año pasado, según el informe de la Policía, se reportaron 13.418, frente a 13.773 del 2021. De hecho, la reducción de las muertes violentas se manifestó en la última noche del año, cuando por la ingesta del alcohol y las riñas tradicionalmente se aumentan los casos de intolerancia que llevan a homicidios.
Más de 110.000 uniformados, helicópteros y drones, dijo la general Hernández Garzón, participaron en los dispositivos de seguridad en la fiestas de fin de año, logrando una reducción de los homicidios del 50 por ciento.
El 31 de diciembre del año pasado, por ejemplo, se registraron 28 homicidios, y la misma noche del 2021 fueron 56 casos. Y se reportaron casos como el de Montería, en donde en las últimas horas del año no se reportaron muertes violentas.
La tasa de homicidios en el año 2013 cerró en 33,9 por ciento, y desde entonces no ha llegado a esos niveles. Así, en 2014 la tasa por cada cien mil habitantes fue de 29,1, en 2015 fue de 27,6; en 2016, de 26,5; en 2017, de 25,9; en 2018, de 26,8; en 2019, de 26,2; en 2020, de 24,5, y en 2021, de 27,7.
En todo caso, la tasa sigue siendo alta frente al promedio por continentes. Según el ‘Estudio Mundial sobre el homicidio’, de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en 2017 la tasa promedio de homicidios en América fue de 17,2; en Europa, de 3,0; en África, de 13,0, y en Asia, de 2,3.
En Cali, Bogotá y Soacha se registró el comportamiento más positivo en la reducción de las muertes violentas en el país.
El director de la Policía Nacional, mayor general Henry Armando Sanabria Cely, dijo que la acción disuasiva de la Policía Nacional frente al accionar de grupos delincuenciales asociados al tráfico de drogas tuvo un importante peso en esta reducción.
“La captura de varios traficantes locales de drogas permitió que bajara el homicidio producto de las retaliaciones, el control territorial y ‘vendettas’ que se producen tradicionalmente en ciudades capitales”, dijo el oficial, tras señalar que los uniformados han desplegado una estrategia para estas en las calles interviniendo en riñas y hurtos que pueden terminar en homicidios.
Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), consideró que la reducción de homicidios se debe en especial a una nueva dinámica que se está viviendo en las principales ciudades del país en donde ha bajado la violencia.
Advirtió que ese comportamiento positivo en las ciudades “apenas alcanza a compensar el aumento de los homicidios en las zonas rurales debido a la intensificación de los conflictos armados entre los grupos de crimen organizado”.
Añadió que para mantener una disminución de estos índices de violencia se deben dirigir las acciones frente a la lucha del crimen organizado y las organizaciones criminales desde la perspectiva de investigaciones judiciales para afectar realmente a estos actores.
A su turno, el analista en temas de conflicto Fernando Quijano señaló que en el caso puntual de Medellín, la llegada del gobierno de Gustavo Petro, y su propuesta de ‘paz total’, llevó a que la mayoría de grupos armados estén pidiendo pista para entrar en estas negociaciones y que habrían reducido su nivel de violencia para poder ser tenidos en cuenta.
Señalo que el cese del fuego anunciado por el Gobierno con varias redes criminales podría tener un efecto inmediato especialmente en zonas rurales en las que hacen presencia esos grupos ilegales y en donde se han llegado a registrar homicidios colectivos de más de 23 personas, como sucedió en Putumayo en el mes de noviembre.
Cuestionó que al tiempo que se viene registrando una reducción de los homicidios se estén incrementando otros delitos que requieren la atención de las autoridades. “El tema de las desapariciones forzadas está llegando a niveles muy altos. Está desbordado. Podemos observar varios espejos para analizar las cosas; por ejemplo, México, un alto número de desapariciones forzadas pero una aparente reducción de homicidios. En el caso colombiano, mientras los grupos delincuenciales no tengan disputas entre ellos, es muy probable que bajen los homicidios”, indicó.
Otros analistas consultados señalaron que esta reducción obedece a una dinámica distinta a la espiral de violencia que se registró en el 2021; sin embargo, alertaron de que este año se realizarán las elecciones locales y regionales y esto podría presionar en algunas regiones puntuales el aumento de la violencia y las presiones a candidatos que podrían ser incluso víctimas de atentados.
Prorrogan restricciones
El gobierno del presidente Gustavo Petro prorrogó por un año más la restricción del porte de armas decretada desde 2016 por el entonces presidente Juan Manuel Santos como una herramienta en la lucha contra el homicidio.
El decreto del 30 de diciembre del año pasado argumenta que “los lineamientos establecidos en las bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 priorizan la protección de la vida de los ciudadanos y ciudadanas del país, al igual que la prevención de muertes violentas por el uso de armas de fuego”. Y añade que “el derecho a la vida es un derecho fundamental cuya tutela efectiva compromete a las autoridades públicas y demanda la colaboración de la ciudadanía”.
REDACCIÓN JUSTICIA
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