Alexandra Anaya Pacheco, hermana media de la exfiscal Yajaira Cáceres Pacheco, murió como consecuencia del accionar de una red de atracadores que les suministraba a sus víctimas un poderoso fármaco que afecta el sistema nervioso de las personas.
Aunque en principio se llegó a considerar como hipótesis que la muerte de la mujer podía estar asociada con las actividades de la exfiscal, quien ahora trabaja en la Contraloría, finalmente la investigación terminó por establecer que fue víctima de la delincuencia común.
Según la investigación, la víctima salió el pasado 15 de noviembre de rumba con dos hombres, identificados como Mateo Rojas y Andrés Felipe Monroy. Ya en la madrugada estaban en un amanecedero del norte de Bogotá, cuando se les acercaron dos personas.
La Fiscalía identificó a estas personas como Jefferson Arango Castellanos y Kenny Julieth Uribe Chirán, quienes se presentaron y empezaron a hacerles conversación. Luego de unos minutos, dice en la investigación, les dieron licor que tenía clonazepam. Este fármaco genera somnolencia, confusión, náuseas, disminución de los reflejos, hipotensión, paro respiratorio y, en casos extremos, la muerte.
Según la cronología de los hechos, los delincuentes se acercaron sobre las 4 de la mañana a sus víctimas y a las 5:23 todos salieron del sitio. Para ese momento, la víctima y sus amigos ya habían perdido la conciencia.
Subieron a un vehículo de placas HEO 910 de propiedad de Himmer Darley Aguirre Muñoz, quien habría prestado el carro para realizar el atraco, el cual era conducido por Pedro José Silva Ochoa. En el camino, los fueron despojando de sus documentos, celulares y demás objetos de valor.
Luego de un rato, empezaron a abandonar a sus víctimas en plena vía pública. El primero en ser dejado en la calle fue Andrés Felipe Monroy, a quien abandonaron en la carrera 51 con calle 129. Allí fue encontrado por la policía, que al observar que no reaccionaba, lo trasladaron a la Clínica Reina Sofía. Luego sacaron del carro a Mateo Rojas en la calle 147 con 45. Uniformados del CAI Mazurén lo encontraron y, luego de unos minutos, el hombre suministró el teléfono de su papá, a quien llamaron para que hiciera presencia en el lugar.
Finalmente, en esta ruta macabra bajaron del carro a Alexandra Anaya Pacheco, en la calle 86D con 30. Ya eran las 6:33 de la mañana. Cuando la policía la encontró ya estaba muerta como consecuencia del efecto de la droga que le suministraron.
La Fiscalía documentó con las cámaras de seguridad de esas zonas los movimientos de los delincuentes y la ruta que siguieron para abandonar a sus víctimas. El ente acusador les imputó los cargos de homicidio agravado, secuestro extorsivo agravado y hurto calificado y agravado.
Como los tres procesados no aceptaron los cargos, el caso se irá a juicio. Entre tanto, la juez 14 de control de garantías de Bogotá envió a prisión a Silva Ochoa, Arango Castellanos y Uribe Chirán, tras señalar que en las interceptaciones que se hicieron a los de la red se evidenció que hablaban de que tenían "una ficha en la Fiscalía o la Policía" para saber si los estaban investigando por la muerte de la mujer a la que drogaron.
La togada consideró que los capturados son un peligro para la sociedad y deben estar privados de su libertad mientras avanza el juicio en su contra.
No tienen escrúpulos y tenían un alto grado de desprecio por los demás. Tratan a sus víctimas como el negocio del día
La juez dijo que en marzo de este año ya se había denunciado un caso con el mismo modus operandi y las víctimas fueron dos extranjeros. Igualmente, expuso que la red, además de dedicarse al robo, también tienen nexos con bandas de microtráfico. "Esa es su forma de vida, tienen ya una organización para delinquir y unas funciones para abordar a sus víctimas de manera amable para suministrarles la droga", dijo la juez.
Añadió que los de esta red criminal "no tienen escrúpulos y tenían un alto grado de desprecio por los demás. Tratan a sus víctimas como el negocio del día" y que son "muchas las personas que han sido víctimas de esta red que les arrebata su libertad e incluso su vida como en este caso".
Fuentes cercanas al caso señalaron que a los capturados “se les investiga por decenas de hechos similares, muchos acreditados en las interceptaciones de los 9 meses anteriores, además de homicidios, tráfico de estupefacientes, lavado de activos, etcétera”.
Se mató a una mujer y se lesionó a dos jóvenes, suministrándoles clonazepam, una sustancia depresora del sistema nervioso central que utilizan con fines delincuenciales
Igualmente indicaron que se sigue la investigación para llegar a otras personas que harían parte de la misma organización.
El abogado Marlon Díaz, quien representa a la familia de la víctima, señalo que respaldaron la solicitud de la Fiscalía de que se imponga detención preventiva intramural, “porque de manera dolosa se mató a una mujer y se lesionó a dos jóvenes, suministrándoles clonazepam, una sustancia depresora del sistema nervioso central que utilizan con fines delincuenciales con el fin de disminuir o anular la resistencia de las personas y, en este caso, al combinarse con alcohol, aseguraron su muerte”.
Y añadió: “Los medios de conocimiento son contundentes y para el hallazgo de la verdad, resultó absolutamente clave que los de esta organización estuvieran previamente interceptados por hechos similares e igual de execrables”.
Otras notas de Justicia que pueden interesarle
JUSTICIA