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Análisis
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Así se mueven las redes que en Colombia captan mujeres para el tráfico de personas con fines de explotación sexual
Policía Nacional reporta que entre 2023 y lo corrido de 2024 se han conocido 273 casos de tráfico de personas para ser sometidas a actividades sexuales. Muchas terminan en México, España e Italia.
Marchas en contra de la trata de personas. Foto: Archivo de EL TIEMPO.
Seis mujeres, entre los 20 y 25 años, de nacionalidad colombiana, fueron reportadas por sus familiares como desaparecidas el 25 de septiembre. El agravante era que se encontraban en México, a más de 3.697 kilómetros de distancia de sus hogares.
La buena noticia es que fueron ubicadas y rescatadas por la Policía Federal el primero de octubre en el estado de Veracruz, y de acuerdo con las autoridades del país de América del Norte, las connacionales habían caído en una red de tráfico de mujeres con fines de explotación sexual.
Las jóvenes, que se espera sean repatriadas en los próximos días son: Yarlín Giraldo y Dayana Paneso de Medellín; Sofía Velásquez Giraldo, de Dosquebradas (Risaralda); Michell Chacón, de Cúcuta; y Layma Argenis Parra Cerquera, de Bogotá.
La sexta rescatada es Michell Daniela Morales, quien vivía en México desde hace tres años y quien señaló que todas se dedican al modelaje.
En esa línea, la Fiscalía de México informó sobre la captura (jueves 3 de octubre) de Yesica Anahí, mexicana, señalada de estar detrás del secuestro de las connacionales, y a quien le imputaron el delito de trata de personas.
Anahí, de acuerdo con las autoridades mexicanas, se encargó de ubicar una a una a las jóvenes mujeres –a través de sus páginas web o redes sociales- y les ofreció un trabajo muy bien remunerado en México.
Presunta responsable de la desaparición de colombianas en México. Foto:Fiscalía de Veracruz // Suministrada
Radiografía de la trata de personas con fines de explotación sexual
EL TIEMPO conoció un documento elaborado por la Policía Judicial, Dijín, y su filial de Interpol, sobre la trata de personas, delito que catalogan como “la esclavitud moderna del ser humano, donde busca obtener provecho económico a través del sometimiento y explotación de la víctima, restricción de libertad, autonomía personal y vulneración de los derechos humanos”.
En ese contexto, en el informe se advierte que Colombia se encuentra dentro “de los 18 primeros países a nivel mundial respecto a las víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual”, y que, de acuerdo con Naciones Unidas en países de tránsito y destino de trata de personas, como lo es Colombia, las principales víctimas son mujeres entre los 18 y 30 años, asimismo, las ganancias ascienden a unos 32.000 millones de dólares anuales”.
El informe de la Policía indica que entre el año 2023 y el 30 de septiembre de este año se han conocido 273 casos (víctimas) de trata de personas con fines de explotación sexual. Las denuncias se han registrado en mayor cuantía en Cundinamarca, Antioquia, Norte de Santander y Valle del Cauca.
De acuerdo con la Policía Judicial, durante el 2023 se registraron 154 casos de trata de personas con fines de explotación sexual. Las denuncias –por ciudades- se concretaron en Bogotá (45), Medellín (25), Cúcuta (17), Ibagué (8), Cartagena (6), Cali (6) y otros 47.
Modus operandi
La gran mayoría de las mujeres fueron adas, de acuerdo con el informe, por redes sociales, salones de belleza, academias de modelaje, gimnasios, centros nocturnos y colegios y universidades.
El perfil de las víctimas se concentra, con base en el documento de la Dijín, en que son de bajos recursos, cabezas de familia, con bajo nivel escolar y que son seducidas con sobresalientes beneficios económicos. “Las víctimas suelen ser mujeres, niñas, y migrantes en situación vulnerable, aunque hombres también pueden ser víctimas”, señaló la Policía.
En muchos casos les ofrecen viajar, en especial a México y países europeos como España e Italia, para desempeñarse como niñeras, meseras, impulsadoras, labores domésticas, para que estudien y, en casos puntuales, como damas de compañía, modelos webcam o modelos.
Después de captarlas, que es la primera fase del tráfico de personas, estas redes, (porque las autoridades han identificado que este tipo de actividad delictiva la desarrollan grupos organizados), pasan a coordinar el traslado.
Les ofrecen a las jóvenes prestarles o patrocinarles los trámites de pasaporte, tiquetes aéreos y un primer lugar de hospedaje al lugar de destino. Si se retractan o no acceden, “pueden ser raptadas y chantajeadas”.
Señala la Interpol en el informe que, “en algunos casos, las víctimas cruzan fronteras de manera regular, utilizando pasaportes o documentos de identidad falsificados u obtenidos bajo coacción. En otros casos, son transportadas a través de rutas clandestinas controladas por organizaciones de tráfico de personas”.
Las víctimas luego de sufrir una experiencia traumática, desarraigo social, familiar y cultural, asumen el riesgo de ser juzgadas, revictimizadas.
Ya en su destino, pasan a la etapa de acogida, donde la víctima es privada de la libertad. A la gran mayoría le quitan el pasaporte y les reducen al máximo su locomoción.
Y así, entran de lleno a la etapa de explotación donde, coaccionadas, deben someterse a las actividades sexuales. En esta etapa, también llamada de “ablandamiento”, las mujeres al negarse pueden ser sometidas a brutales golpizas, violaciones y obligarlas al consumo de estupefacientes.
Colombia, reitera el informe, es considerado como “un país de origen y explotación de trata de personas”, con destino a República Dominicana, China, Chile, Grecia, Ecuador, México, Argentina, panamá, Paraguay y Emiratos Árabes.
De hecho, la Policía reconoce que puede haber un subregistro de casos (denuncias), “porque Las víctimas luego de sufrir una experiencia traumática, desarraigo social, familiar y cultural, asumen el riesgo de ser juzgadas, revictimizadas”.
Y por eso, las autoridades trabajan de la mano para evitar que los menores de edad se conviertan en víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual. De hecho, el año pasado se registraron 55 casos.
En el informe se afirma que, de acuerdo con la experiencia investigativa, “se ha logrado determinar que las víctimas son notificadas de deudas, obligadas a pagar multas por no someterse a las reglas de convivencia de la organización, pagar por su vestuario, alojamiento y alimentación que en muchos casos son en condiciones inhumanas, generando a la red criminal una rentabilidad aproximada de 580,71 dólares, unos $ 2.500.000, por víctima al día”.
El hecho ocurrió en las inmediaciones del Puente Malvinas Argentinas (foto de archivo). Foto:Sáshenka Gutiérrez. Archivo EFE
¿Por qué tantos casos en México?
EL TIEMPO consultó con fuentes de Migración Colombia que reconocieron que no hay una estadística exacta sobre el número de personas que son llevadas a ejercer actividades sexuales a México, tanto de forma voluntaria como obligadas.
La misma señaló que México se convirtió en un país de paso de migrantes que buscan ingresar a Estados Unidos de forma irregular, de tráfico de estupefacientes y de trata de personas con fines de explotación sexual, este último ítem por la misma cultura que se ha concentrado alrededor de los narcotraficantes.
“De forma respetuosa señaló que algunas de estas mujeres saben que van a ejercer el trabajo sexual”, dijo la fuente de Migración, que añadió que esa captación de connacionales se registra mucho con destino a sitios turísticos como Cancún y playa del Carmen.
A la par de la captación de colombianas se ve hacia México el paso de muchas venezolanas. Estas jóvenes llegan a puntos de distracción nocturna o terminan en fiestas con narcos, que pueden durar desde un fin de semana hasta semanas completas.
En esa línea, en la Policía señalan que los jefes de carteles como Jalisco Nueva Generación, Sinaloa y Juárez mantienen el control del tráfico de personas en todas sus modalidades, incluido el de la “esclavitud laboral”.
“Los pagos son en dólares y no se descarta hasta el envío de vuelos chárter para recoger a las mujeres en algún punto del país”, señaló la Policía.
En esa línea, indicó que las policías del mundo asociadas a Interpol trabajan por identificar y judicializar estas redes dedicadas al tráfico de personas. Este año en Colombia se han registrado 37 capturas de estas personas.