El conflicto se ensañó de una forma particular contra las personas con orientación sexual e identidad de género diversa, quienes fueron perseguidas, hostigadas y anuladas sistemáticamente por ser LGBT.
Así lo sostiene el informe ‘¿Quién nos va a contar?’, elaborado por Colombia Diversa y que fue entregado el miércoles a la Comisión de la Verdad, el cual recoge 30 historias de personas LGBT que en el marco del conflicto fueron víctimas de crímenes por discriminación.
El documento añade que distintos actores armados se valieron de que estas personas ya eran excluidas socialmente para convertirlas en “víctimas de nadie, solas, sin dolientes”.
Luis Eduardo Fernández, abogado del área de paz de Colombia Diversa, explicó que en el conflicto interno el prejuicio ha sido funcional pues los grupos armados aprovechan las vulnerabilidades de las personas LGBT para imponer control territorial sobre los habitantes.
Añadió que ese control incluyó la imposición de normas de sexualidad y de interacción social y afectiva de las personas, “con una fuerte base moralista acerca de lo que está bien o mal”, lo que se tradujo en impactos graves sobre los cuerpos y derechos a la identidad de la población LGBT y limitaciones para que disfrutaran de “su plan de vida sin restricciones”.
Precisamente una de las formas de violencia que se identificaron contra personas con orientación sexual o identidad de género diversa es la de códigos de conducta que pretenden “corregir” sus expresiones de género u orientación sexual.
Aunque no son los únicos victimarios, el informe detalló específicamente las violencias cometidas por parte de las extintas Farc y de las Auc.
En términos de intrafilas, se documentó que, a pesar de sus diferencias, ambos grupos armados relegaban a las mujeres y personas LGBT a labores feminizadas y vinculaban a hombres gais y mujeres trans para que operaran como proxenetas; por ejemplo, Colombia Diversa registró tres casos en los que esos dos grupos buscaron a gais y mujeres trans para que reunieran a otros hombres gais y mujeres trans para hacer “espectáculos en los que las mujeres y personas LGBT terminaron siendo humilladas, ultrajadas, violadas y desaparecidas”.
Por otro lado, en cuanto a la violencia hacia el exterior de los grupos armados, entre otros casos se documentaron al menos tres hechos de violencia homicida por prejuicio de parte de las Farc, aunque se registró que el homicidio es uno de los hechos victimizantes más recurrentes en las cifras de las Auc. Mientras que se conoció un episodio de desaparición forzada de una persona LGBT atribuible a las Farc, en el mapeo de casos se hallaron al menos seis desapariciones por las Auc.
Para los investigadores, las diferencias entre hechos victimizantes sugieren que las Auc eran más propensas a ejercer una violencia simbólica-excluyente en contra de personas LGBT, mientras que las Farc ejercían una violencia más simbólica-jerárquica o instrumental.
No son hechos aislados ni aleatorios, sino que ocurrieron como parte de un patrón regular en el que han predominado las formas de dominación, discriminación y opresión contra la diversidad sexual
Por otro lado, Fernández destacó que el hecho de que los casos documentados fueron cometidos por distintos autores, en diversos territorios y durante varias décadas “permite asegurar que no son hechos aislados ni aleatorios, sino que ocurrieron como parte de un patrón regular íntimamente relacionado con la existencia de un marco cultural y de un contexto histórico en el que han predominado las formas de dominación, discriminación y opresión contra la diversidad sexual”.
De acuerdo con Fernández, otro tema que el informe entregado a la Comisión de la Verdad quiere destacar es que aunque otras comisiones de verdad en el mundo han encontrado hechos de violencia contra personas LGBT y los han mencionado en sus informes, esta temática no ha sido central y ni siquiera hacía parte de su mandato.
“Sin embargo, en Colombia estamos ante una situación única, la Comisión de la Verdad tiene el mandato expreso de esclarecer qué les pasó en el conflicto armado a las personas lesbianas, gais, bisexuales y trans, documentar e investigar los casos”, indicó, y añadió que por eso el país tiene la oportunidad de “sentar un precedente histórico no solo para Colombia, sino para todo el mundo sobre el reconocimiento de la verdad de las personas LGBT en contextos de transicionalidad”.
Por último, el abogado resaltó que el documento entregado el miércoles incluye recomendaciones para que las violencias contra personas diversas no vuelvan a ocurrir, por ejemplo, se destaca la necesidad de que sea reconocida la discriminación y el prejuicio motivado en la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género diversa como una de las fuentes directas de las violencias en el conflicto.
Y por eso pidieron a la Comisión de la Verdad que incluya un capítulo específico sobre la situación de las personas LGBT en la guerra, con el fin de darles la debida visibilidad a las víctimas y a sus historias de dolor, pero también de resistencia y fortaleza.
Otras notas de Justicia que pueden interesarle:
JUSTICIA