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El cruel asesinato de universitaria por los celos de pastor hacia su compañero
Amoríos y venganza son los condimentos de este trágico crimen a manos de un religioso.
La Policía contó un total de 40 puñaladas repartidas en todo su cuerpo. Foto: iStock
En el año 2008, mientras transcurría una crisis económica que no discriminó a ningún país sobre la faz de la Tierra, en Estados Unidos se daba la noticia de un brutal asesinato de una universitaria en el estado de Carolina del Norte.
La historia de dicho evento tiene que ver con la muerte de Latrese Curtis a manos de Robert Reaves, un religioso homosexual quien la habría matado por un ataque de celos, según el documental ‘Donde reside el asesinato: obstáculo del afecto’, de ‘Discovery Network’.
Latrese Matral Curtis, de 21 años, era estudiante de istración de la Universidad Central de Carolina del Norte. Sus seres queridos la describieron como una mujer sumamente alegre, amistosa y divertida.
Para ese año, se encontraba casada con Darin Curtis. Vivían juntos en el condado de Raleigh. No obstante, ella también tenía una relación extramatrimonial con un hombre llamado Steven Randolph. Según las investigaciones de las autoridades, ambos tenían constantes encuentros, principalmente en casa de él. El hombre confesó durante la investigación que tenía conocimiento sobre el matrimonio de su amante, pero no le dio más detalles al respecto.
Randolph, por su parte, tenía otro amorío con una mujer llamada Velma Newton, además de ser roomie de Robert Reaves, un pastor evangélico que hacía de ministro en Cedar International Fellowship en la población de Durham. Era considerado una persona sumamente religiosa y con una personalidad conservadora.
Religiosos asesinaron a la hermana porque los encontró en una situación comprometedora y temieron que le contara a alguien. Foto:iStock
No obstante, el religioso tenía un secreto que temía que se revelara: su orientación sexual. Pues, paradójicamente, Reaves era gay; además de tener antecedentes judiciales por casos de acoso datados desde el año 2005.
Cuando Randolph acudió a su vivienda por primera vez, con el objetivo de buscar techo, Reaves le ofreció la opción de tener relaciones íntimas en vez de pagar por el arriendo; propuesta que terminó rechazando su futuro compañero de piso.
El hecho de que un pastor fuera gay era, para Reaves, un secreto que no podía salir de las paredes de su casa. No obstante, esto no fue obstáculo para seguir insistiendo para que Randolph (un hombre estrictamente heterosexual con dos amoríos) se acostara con él de una vez por todas.
El día en el que ‘se pudrió’ todo
Era el 29 de enero de 2008. Curtis fue a hacerle una de sus casi rutinarias visitas a su amante, con quien se quedó hasta el anochecer. Ambos tuvieron relaciones sexuales utilizando preservativo; no obstante, el condón se quedó atascado dentro de la vagina de Curtis durante el acto. Luego de terminar, la joven se dispuso a prepararse para ir a casa.
Ya luego de salir del domicilio de Randolph y Reaves, llamó a su esposo para informarle que iba camino a casa. En ese momento, el religioso no se encontraba.
Por su parte, Reaves, quien ya tenía una enorme colección de fracasos para enamorar a su compañero de cuarto, interpretó que Randolph no le ‘paraba bolas’ debido a esa aventura romántica y sexual que tenía con aquella joven casada.
Le contamos las causas y las consecuencias de una infidelidad. Foto:iStock
El documental relató que Curtis salió de la casa de su amante por la noche y, antes de partir, llamó a su marido para avisarle que iba en camino, alrededor de las 10:00 p. m. Fue ahí donde Reaves, cegado por los celos, decidió ir tras ella y acabar con su vida de una vez por todas, absolutamente enceguecido por los celos y la sed de ‘venganza’.
Curtis partió en su auto rumbo a casa y Reaves la siguió. Ya llegando a una avenida interestatal, la joven se detuvo debido a que, según los médicos forenses, sintió la necesidad de sacarse el condón que había utilizado con Randolph en la cama.
En ese momento, Reaves se acercó vehementemente a ella con un cuchillo y procedió a propinarle múltiples puñaladas hasta matarla. Luego abrió el auto y tiró el cuerpo sin vida de Curtis en la verma de la avenida.
Con la ropa llena de sangre, el pastor salió corriendo hacia una iglesia cercana para bañarse y lavar su ropa, pues había provocado una escena del crimen bastante brutal, tal como en las películas de Alfred Hitchcock.
Hallazgos e investigaciones
El cuerpo de Latrese Curtis fue hallado en la madrugada del 30 de enero del 2008 por unos ciudadanos que se encontraban transitando la vía, alrededor de las 7:30 a. m., e inmediatamente llamaron a las autoridades.
Ya cuando llegaron los agentes de la ley, pocas horas después, encontraron la escena del horror: el cuerpo de la joven en la primera etapa de descomposición junto a su auto manchado de sangre desde los asientos hasta la carrocería. Fue como si le hubieran tirado encima un par de baldes de pintura roja abiertos.
La Policía y el cuerpo forense de investigación contabilizaron un total de 40 heridas con arma blanca en el cadáver de Curtis; repartidas entre la cabeza, el cuello, el pecho y el abdomen.
El asesinato duró más de dos años sin resolver. Foto:iStock
Sin perder tiempo, los investigadores comenzaron a indagar sobre quién fue la persona capaz de asesinar a la joven y, rápidamente, relacionaron a su amante Steven Randolph con los hechos.
Fue en los interrogatorios en donde las fuerzas civiles se dieron cuenta de toda la relación que Randolph y Curtis tuvieron: su amorío, rutina, así como sus encuentros románticos. Igualmente se enteraron que este estaba siendo acosado de forma incisiva por su roomie, Robert Reaves.
Al investigar la vida de Reaves, se dieron cuenta que el líder religioso ya tenía antecedentes judiciales por acoso. Cuando se le preguntó a Reaves sobre su incidencia en el asesinato, el sospechoso negó los hechos y, al parecer, eso comenzó a sellar la investigación.
No obstante, un patrullero que vio al carro de Reaves estacionado cerca al de Curtis el día que encontraron su cuerpo testificó, explicando que dicho vehículo le pertenecía al pastor. Reaves siguió negando las acusaciones, pese a que las pruebas apuntaban a su culpabilidad.
El hombre fue hayado cupablle de la muerte de Curtis, luego de que todas las pruebas apuntara en su contra. Foto:Departamento Correccional de Carolina del Norte
Pero la pista que terminó por sentenciar la suerte del pastor fue el hallazgo de unas canecas metálicas de basura ubicadas en la casa de Reaves. Estas contenían prendas de ropa que, al parecer, tenían el objetivo de ser incineradas.
Finalmente, el hombre terminó siendo judicializado, pese a negar absolutamente todos los hechos. En 2009, fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de acceder al beneficio de libertad condicional en la Institución Correccional Pasquotank en Elizabeth City, Carolina del Norte.