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Olly Stephens: el asesinato de un joven organizado en redes sociales
A través de mensajes, los homicidas describieron los vejámenes que le harían a un niño.
Hicieron un monumento en honor a Olly en el lugar donde murió. Foto: Archivo de la familia Stephens
Un joven de trece años salió de su casa un 26 de diciembre del 2020 y nunca volvió, pues había sido asesinado por otros dos jóvenes en un potrero cercano. El chico, llamado Olly Stephens, fue convencido de reunirse en ese lugar por una muchacha que sirvió de cómplice a los dos perpetradores del crímen.
Tan sólo unos minutos más tarde después de salir de su hogar, un conocido de Olly llegó a la casa y le avisó a sus padres que había sido apuñalado, pero para el momento en el que encontraron a su hijo ya había fallecido por las heridas infligidas. El asesinato ocurrió en Reading, Reino Unido.
La interacción completa en la que Olly perdió su vida fue planeada a través de redes sociales tras una simple discusión entre los dos asesinos y el joven por un acto de matoneo a otro chico. A través de Snapchat publicaron el momento en que humillaron a un compañero del colegio y este video se volvió viral.
Olly, que de acuerdo a sus padres y amigos era un sujeto sensible, decidió mostrarle el audiovisual al hermano mayor del niño que estaba siendo matoneado y advertirle que era una víctima para que pudiera protegerlo.
A pesar de que su acto pudo proteger a otra persona, también lo puso en el ojo del huracán con los dos acosadores. Ellos se dieron cuenta de que Olly había revelado que ellos eran los responsables del acoso al chico, que para efectos del reportaje de la 'BBC' no fue identificado por nombre, y decidieron castigar su osadía al señalarlos como ‘bullies’.
Los dos asesinos creyeron que Stephens había estado espiándolos y se pusieron de acuerdo para asustar y atacar al joven. Las autoridades encontraron pruebas en los celulares de los perpetradores, pues a través de mensajes de voz describieron las puñaladas que querían propinarle a Olly.
Los peligros de las redes sociales
Para realizar el reportaje de la radiodifusora ‘BBC’, en el programa ‘Panorama’, la reportera Marianne Springs decidió crear un perfil falso en diversas plataformas y redes sociales, y así analizar qué tipo de contenido les sale a los menores de edad.
El propósito era poder establecer si aparecen contenidos que inciten a la violencia y publicaciones en donde menores portan armas cortopunzantes. Los resultados de dos meses de cuenta falsa, en la que buscaron poner ‘me gusta’ a temas de interés usuales de jóvenes en Reading, Reino Unido, demostraron que no hay suficiente protección a menores de edad en las redes sociales.
Gracias a las recomendaciones y guías de los amigos de Olly, pudieron crear un perfil falso creíble. Además, usaron una foto generada por una aplicación para evitar acudir a imágenes de jóvenes reales.
Entre los hallazgos de la prueba con un perfil falso, encontraron tres cosas elementales: en Instagram, YouTube y Facebook salían publicaciones de personas con cuchillos, armas en venta y elementos glorificando la violencia. Incluso si hacían publicaciones en contra de la violencia con armas cortopunzantes, seguía recomendando incluso grupos de venta de armas.
El joven junto a su madre, Amanda. Foto:Archivo de la familia Stephens
Además, cuando hicieron publicaciones a favor de la violencia, ninguna de las plataformas suspendía la cuenta o quitaba los elementos que podían ser gráficos. Con la excepción de Tik Tok, en la que sí les llegó una notificación en la que advertían que de hacer otro video violento verían suspendida la cuenta.
Los padres piden cambios legislativos
Para los padres de Olly, Stuart y Amanda Stephens, es importante que los proyectos de legislación sobre redes sociales incluyan mayores elementos de protección para menores y que puedan hacerse denuncias sobre actitudes violentas de manera constante.
Todas las aplicaciones les hicieron llegar mensajes de condolencias a la familia; sin embargo, para los padres no es suficiente, pues a pesar de las reglas de uso que supuestamente evitan que menores accedan a contenido violento e ilegal, en la práctica esto no se mantiene.
Actualmente los tres jóvenes fueron condenados por asesinato: los dos sujetos que apuñalaron a Olly como homicidas y la otra chica involucrada por homicidio involuntario. Deberán rendir servicio social y tiempo en un correccional para menores.