The Last of Us: Craig Mazin, el guionista que pasó de la comedia al drama

Hace alrededor de una década, Craig Mazin se había forjado una carrera sólida como guionista de comedias. Aunque sus créditos difícilmente iban a convencer a los críticos —“Scary Movie: Una Película de Miedo 3”, “Scary Movie: Una Película de Miedo 4”, y las segundas y terceras entregas de la trilogía “¿Qué Pasó Ayer?”— las llamadas de los ejecutivos de Hollywood seguían llegando. Era un trabajo estable y lucrativo.

Aun así, algo faltaba.

“Mucho de lo que me ofrecían eran cosas donde decían, ‘¿Quién puede arreglar esta cosa?’”, recordó Mazin.

Finalmente decidió que “Soy mejor que el trabajo que me están ofreciendo”, comentó.

Ese fue el primer paso crucial en lo que se convertiría en un ascenso destacado. Durante los últimos cuatro años, Mazin, de 51 años, ha creado dos series exitosas de HBO y se ha transformado de un guionista de comedias en uno de los showrunners más buscados en los programas de televisión con guiones de calidad.

El esfuerzo más reciente de Mazin, “The Last of Us”, la adaptación de HBO de un videojuego que gira en torno a un apocalipsis, fue un éxito inmediato. La cadena informó que la primera temporada, que inició en enero, promedia alrededor de 30 millones de televidentes —al mismo nivel que “La Casa del Dragón”, el spinoff de “Juego de Tronos”, y eclipsando las segundas temporadas de “Euphoria” (19.5 millones) y “The White Lotus” (15.5 millones).

Para Mazin, todo empezó con esa epifanía hace unos nueve años. En ese tiempo, ya contaba con el respeto de sus colegas; muchos de sus amigos guionistas se habían apoyado en él durante años por consejos acerca de su trabajo.

“Había una enorme brecha entre cómo ellos me veían y cómo el negocio me veía”, expresó.

Así que Mazin se propuso crear su propio proyecto. Se topó con un artículo noticioso sobre los continuos esfuerzos de limpieza en el reactor nuclear de Chernobyl, el sitio del desastre de 1986. Empezó a investigar y quedó asombrado por lo que descubrió. Decidió crear una dramatización de las consecuencias del desastre.

Kary Antholis, que istraba el departamento de miniseries de HBO, tenía sus dudas —tanto respecto a los créditos nada extraordinarios de Mazin como de la disponibilidad de la cadena de invertir en lo que era una historia singularmente rusa. Luego escuchó el argumento de Mazin.

“Fue el mejor argumento de venta que he oído en 25 años de escucharlos”, afirmó Antholis.

Fue un éxito con los televidentes y los críticos y un favorito del circuito de las premiaciones. “Chernobyl”, que se transmitió en HBO en el 2019, ganó 10 Emmys y dos Globos de Oro, incluyendo el premio a Mejor Serie Limitada de ambos.

Esto esencialmente le dio a Mazin la libertad total de hacer lo que quisiera en HBO.

Mazin era un gamer dedicado desde fines de los años 70. Cuando “The Last of Us” se convirtió en un videojuego de grandes ventas en el 2013, se compró un PlayStation para él. Quedó cautivado, particularmente por la relación entre los dos personajes principales: un sobreviviente recio de mediana edad llamado Joel, y una chica de 14 años llamada Ellie que es inmune a la infección que convirtió a la mayoría de las personas en el planeta en zombis.

“The Last of Us” sería una apuesta costosa, costando a HBO más de 150 millones de dólares, no muy lejos de “La Casa del Dragón”.

Primero, llegaron las reseñas: los críticos estaban en éxtasis. Y luego llegaron los ratings: era un éxito enorme. “The Last of Us” ha sido renovada para una segunda temporada.

La oportunidad de hacer todo esto empezó cuando Mazin decidió que ya no quería ser encasillado por los ejecutivos de Hollywood.

“Fue arriesgado, pero también fue estimulante simplemente decir, ‘Creo que voy a permitirme la libertad de hacer otra cosa’”, dijo.

Por: JOHN KOBLIN