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¿Cuál es el mejor lugar para ver al Papa en la Plaza de San Pedro?
Esta crónica narrada en primera persona por la corresponsal de EL TIEMPO en Caracas habla de su visita al Vaticano.
Papa Francisco en Bogotá, septiembre de 2017 Foto: César Melgarejo. EL TIEMPO
En una fría mañana de febrero, en la audiencia de los miércoles en la Plaza de San Pedro, todos estábamos aglomerados buscando el mejor sitio para ver al Papa.
El jet lag estaba haciendo de las suyas, tanto que casi pierdo el bus que nos trasladaría aquel día del 2014.
Hacía unos días había llegado a Roma, mientras en Venezuela las bombas y gases lacrimógenos corrían por las calles.
Foto:
No sabía nada de italiano, si acaso un “ciao y buon giorno”, pero así me apunté a un congreso de periodistas católicos y ese día veríamos al Papa.
Corrí, alcancé el bus y finalmente llegamos a la Plaza de San Pedro. Pasamos por los controles de seguridad y comenzó la odisea: buscar un sitio en el que pudiera ver pasar al Papa, por supuesto con mi bandera de Venezuela.
Quedé a la mitad de la plaza, muy cerca de las barandas, “una buena ubicación”, me dije.
En Roma se ha decretado estado de sitio por los funerales del papa Francisco. Foto:X: @24_en
A mi lado un periodista japonés de avanzada edad. Medio nos entendimos porque mi inglés no era tan bueno en ese entonces, pero ambos queríamos ver al Papa, así que no hicieron falta muchas palabras.
De pronto venía de cerca, ¡era el Papa!, mi lugar era perfecto. Logré verlo y se acercó tanto que alzó a un niño que estaba a mi lado.
Sentada el frío pegaba más. Por aquel año yo vivía en Valencia, así que la temperatura más baja a la que estaba acostumbrada era a unos 30 grados centígrados.
El cuerpo del papa Francisco fue llevado en una procesión a la vista de todos sus seguidores. Foto:X: @philstarlife
Cuando todo estuvo finalmente dispuesto, el Papa hizo el recorrido en el Papamóvil. Yo tenía mi bandera preparada y mi garganta a punto para gritar. La Guardia Suiza nos hacía seña que no subiéramos a las sillas, pero la emoción te vuelve sordo.
De pronto venía de cerca, ¡era el Papa!, mi lugar era perfecto. Logré verlo y se acercó tanto que alzó a un niño que estaba a mi lado. Yo agitaba mi bandera y le grité: ¡Papa, Papa, Venezuela! … Seguro ni me escuchó.
Con la descarga de adrenalina, volvimos todos a nuestros asientos. Era una emoción sin precedentes e indescriptible. El momento no lo pude retratar, llevaba una cámara y de la emoción no hice ninguna foto, caí en cuenta más tarde.
Filas de personas para despedir al papa Francisco en la Basílica de San Pedro. Foto:AFP
El frío y el sueño comenzaron otra vez mientras el Papa hablaba a los fieles. Por un momento mis ojos se cerraron.
De pronto escuché cuando el papa dijo en Italiano: “Por Venezuela, pedimos la intercesión de la Virgen de Coromoto”.
Con los años me di cuenta que el mejor sitio para ver al Papa era el asiento del bien y la oración.
Levanté la cabeza y saqué mi bandera. Mi colega japonés celebró conmigo y me dijo que el Papa había nombrado a mi país. Como pude, por correo electrónico, avisé a mi periódico para escribir sobre ello, no recuerdo si se logró publicar porque donde me hospedaba el internet no era muy bueno y la diferencia horaria jugaba en contra.
Ese año 2014 las protestas dejaron al menos 43 muertos en Venezuela.
Con los años me di cuenta que el mejor sitio para ver al Papa era el asiento del bien y la oración. Que María de Coromoto te acompañe siempre.