Hasta hace unos dos años, el nombre de Álex Saab era poco conocido en la opinión pública, ahora, encarcelado en Estados Unidos y con un juicio en curso, forma parte de los tantos desacuerdos entre la Casa Blanca y Miraflores.
Desde Washington es señalado de corrupción, lavado de dinero y de ser testaferro del presidente venezolano Nicolás Maduro, pero desde Caracas se insiste en que si bien el ciudadano es de origen colombiano, tiene nacionalidad venezolana e inmunidad diplomática por lo que exigen su liberación.
El 16 de octubre de 2021 Saab fue extraditado desde Cabo Verde a EE.UU. luego de una “circular falsa de Interpol” dice a EL TIEMPO, Pedro Carvajalino, integrante del Movimiento Free Álex Saab, agrupación que insiste no sólo en la inocencia del empresario, sino en la condición de diplomático que le da inmunidad, y que a juicio del movimiento no ha sido respetada por el gobierno estadounidense.
Marchas, pancartas, mensajes a través de las redes, pronunciamientos, libros y próximamente el estreno de un documental, son parte de las actividades del movimiento integrado por comunicadores, estudiantes, abogados, politólogos, internacionalistas, sociólogos y voluntarios.
En septiembre de 2019, EE.UU. señaló a Saab y a varios familiares de tener relación con un esquema de corrupción y en 2020, la fiscalía colombiana embargó los bienes del empresario valorados por 9 millones de dólares, bienes que según la fiscalía eran una fachada para ocultar ganancias en importaciones y exportaciones que habrían sido pérdidas para el estado colombiano.
Pero el Movimiento Free Álex Saab, que ya tiene presencia en otros países, asegura que las acusaciones en su contra se tratan de una trama para perjudicarlo, pues fue Saab quien se encargó de sortear las sanciones económicas que Estados Unidos impuso a Venezuela ante la presión por derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro.
“Álex Saab no ha recibido una visita” dice a este diario Carvajalino, reiterando que esto de por sí ya es violatorio del proceso, pero además hace alusión a que los 11 estadounidenses presos en Venezuela han sido visitados por la delegación de la Casa Blanca que estuvo hace unos meses en Caracas en su intento por acercarse al gobierno de Maduro.
Esta delegación, encabezada por el embajador de EE.UU. para Venezuela, James Story y el negociador para asuntos de rehenes, Roger Carstens, sostuvo visitas con los detenidos, pero en el caso de Saab no ha sido así.
“Queremos que Estados Unidos tenga la voluntad para cumplir acuerdos, ellos han visitado a los ciudadanos aquí, Álex Saab no ha recibido visita”, insiste Carvajalino a la vez que cree que a diferencia de Trump, a Joe Biden “le conviene” el retorno de sus ciudadanos.
El papel de Colombia
Aunque Saab es colombiano, son pocos los esfuerzos en favor del ciudadano y aunque existe un grupo parecido al Free Álex Saab, denominado “Colombianos por la libertad de Álex Saab”, Carvajalino considera que lo que debe tomar en cuenta en este momento el presidente Gustavo Petro es que lo del empresario barranquillero es una especie de “precedente” en cuanto al respeto del derecho internacional, que a su juicio ha sido violado al desconocer la inmunidad diplomática.
Para el movimiento, algunos factores en Colombia consideraron a Saab como un traidor por “ayudar” en la compra de alimentos a Venezuela en medio de las sanciones.
Ante el restablecimiento de relaciones anunciado entre ambos países “Free Álex Saab” espera que a la llegada de Armando Benedetti a Caracas, en sus funciones como embajador, puedan conversar sobre los “esfuerzos” que realizan por la liberación del colombo-venezolano.
El peso de Saab ha sido tal que apenas se conoció su extradición los diálogos entre el oficialismo y la oposición venezolana fueron suspendidos y es una de las condiciones es la liberación para retomar la mesa.
ANA RODRÍGUEZ BRAZÓN
CORRESPONSAL EL TIEMPO
CARACAS
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