SEÑOR DIRECTOR:
Durante tres años, el Gobierno Nacional no logró convocar un verdadero Acuerdo Nacional de manera clara y convincente. Las intenciones quedaron reducidas a palabras y ofensas dirigidas a distintos sectores de opinión, al empresariado y a otros actores, pero sin resultados concretos. En lugar de promover un mensaje constructivo y de diálogo, ha prevalecido un enfoque ideológico y desafiante que distaba en mucho de fomentar una discusión sana y orientada hacia el consenso.
Ante las diferencias con las decisiones de las ramas Legislativa y Judicial, el Gobierno optó por recurrir a la confrontación con el pueblo, incitándolo a salir a las calles bajo el argumento de que cualquier medida no aprobada lo perjudicaba de forma irremediable. Ante la posibilidad de que la reforma pensional no pase por la Corte Constitucional, y otras como la laboral y la de salud sean bloqueadas en el Congreso, se desafía al país convocando una consulta popular y fomentando nuevas protestas.
Así, el periodo presidencial parece estar destinado a terminar entre tensiones y movilizaciones. Mientras tanto, cada día vemos cómo la Nación se desmorona.
Gustavo A. Camelo H.
SEÑOR DIRECTOR:
Ante todo, el derecho a la protesta en un país como Colombia siempre ha sido legal y democrático. El presidente Petro convocó una marcha nacional para este martes, declarándolo día cívico. Esto significa que a los trabajadores hay que pagarles igual como si laboraran un día normal. Todo se genera porque el Congreso no aprueba sus reformas. En el país siempre ha existido separación de poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Algunos alcaldes y gobernadores se oponen rotundamente porque no se puede paralizar el trabajo de las empresas por un capricho personal. Quienes quieran movilizarse que lo hagan, pero... no se puede por decreto azuzar al pueblo. El deseo del Presidente es lograr la tan anhelada consulta popular que tiene que aprobar el Congreso y, además, cuesta una millonada de pesos. En lo que sí le damos la razón es en revivir las horas extras y días festivos, que un expresidente sepultó en su gobierno.
Helena Manrique Romero
SEÑOR DIRECTOR:
Indignante indiferencia la de todos nosotros, que presenciamos indolentes cómo cada día violan y matan a nuestros niños, niñas y jóvenes.
Dónde están el coraje, el altruismo, la capacidad de las personas que tienen los medios de comunicación a su alcance para que los apoyen y difundan, los que tiene el o con la comunidad, el a las instituciones que los pueden fortalecer en ideas creativas, porque lo que se ha hecho hasta ahora no ha tenido éxito para acabar con este flagelo que azota a los seres más vulnerables e indefensos.
Las personas que tienen intereses personales en surgir en la política, los que han logrado alguna ley que beneficie a las madres y padres en pro de la familia, que todos luchen por la mejor causa que son esos seres que están empezando a vivir y son víctimas de individuos sin conciencia, verdaderos criminales de la humanidad. Unámonos en esta causa común y que no haya impunidad para violadores y asesinos.
Claudia Álvarez de Puyana