Tres casos extraídos de la vida real: desaparición de un diputado brasileño antigolpista por fuerzas oscuras del régimen militar a comienzos de los 70, encrucijada del recién ascendido juez de instrucción iraní frente a reprimidas protestas callejeras y alcances insospechados del joven poeta cantautor de Minnesota en la transición eléctrica del folk campesino al rocanrol urbano. Además, dos antecedentes inolvidables del oscarizado autor carioca Walter Salles.
Aún estoy aquí (Ainda estou aquí, Walter Salles, Brasil-Francia, 2024). Histórico, el primer Óscar internacional para Brasil. Drama familiar y social, con la intempestiva puesta en escena de una invisible tragedia hogareña en medio de la dictadura militar desbordada hacia 1971: represión policial, redadas diurnas y nocturnas, anti-comunismo furibundo, presos políticos, secuestros e interrogatorios. En particular: valerosa y resiliente búsqueda de un ser querido desaparecido para siempre en condiciones crueles propiciadas por elementos oscuros del establecimiento.
Marcelo Rubens Paiva, hijo de la víctima, escribió las memorias en homenaje a su madre Eunice —aguerrida e insolente ante las autoridades, contenida y reposada para no dar más dolor a sus esperanzados hijos—. La tranquilidad playera en Río de Janeiro quebrada por oficiales matones, quienes invadieron su casa so pretexto de una diligencia judicial. Las actrices Fernanda Montenegro y Fernanda Torres, madre e hija en la vida real, interpretan a la misma viuda no reconocida en busca de justicia con treinta años de diferencia.
Estación Central de Brasil (Salles, 1998). Aventuras interpoladas y seguimiento de una amistad solidaria entre una vieja profesora carioca, que escribe cartas a terceros, y un niño huérfano del nordeste a la deriva. Exalta pequeños dramas familiares, sociales y laborales; captura con transparencia y ternura una verdad social incuestionable: que la gente menuda lucha por sobrevivir y encontrar su identidad. Oso de Oro, en Berlín, nominación al Óscar de Fernanda Montenegro.
Diarios de motocicleta (Salles, 2004): periplo agotador por Sudamérica del joven médico argentino cuyos ideales revolucionarios y de lucha social dejarán huellas en los movimientos de reivindicaciones políticas. A bordo de una vieja moto, emprende una travesía que atraviesa los Andes y retoma el Amazonas para realizar prácticas en una colonia peruana de leprosos.
La semilla de la higuera sagrada (2024). Coproducción franco-alemana, escrita y dirigida por el refugiado iraní Mohammad Rasoulof. Thriller político, al igual que drama social y familiar. Por las protestas callejeras contra el estado fundamentalista, en defensa de los derechos civiles, se desata una racha de penas de muerte sin darse el debido proceso. Un nuevo juez de instrucción ascendido como investigador, jefe a su vez de una familia vulnerable, deberá firmar sin objeciones las penas capitales ordenadas por el régimen.
Aunque nadie sabía qué labores ejercía tal personaje, las redes sociales publican fotos y direcciones que originan fuga y confinamiento en lugares menos vistosos. La pérdida de un arma de fuego, en pleno hogar, actúa como resorte dramático de una trama insospechada que no da respiro. En su primer fotograma, la explicación del título: el fruto devorado de ‘ficus religiosa’ se expande en el bosque con la caca de los pájaros que dará lugar a raíces estranguladoras del árbol anfitrión.
Un completo desconocido (James Mangold, Estados Unidos, 2024). Biografía del joven cantautor y guitarrista Bob Dylan, a mediados de los años 60; su transición del folk y el blues, al rocanrol y el rock. Su ídolo: Woody Guthrie, cuando viajó en autostop desde su nativa Minnesota a la Gran Manzana para visitarlo en el hospital; igualmente, su mayor influencia la recibió del activista social 'rey de la música country y del góspel' Johnny Cash.
Multi-instrumentalista: guitarra acústica y eléctrica, mandolina, piano, bajo y batería. Muy bien narrada, ambientada e interpretada, cuenta con una nostálgica banda sonora referida a sus primeros pasos como artista callejero e itinerante, iniciales grabaciones de álbumes dotados de un sello anárquico e irreverente que por décadas le caracteriza.
En 1965, el Newport Folk Festival dividió en dos la historia del principal certamen de la tradición 'country' por innovaciones o rupturas lindantes con el rocanrol, aunque fue tildado de traidor y altisonante. En su epílogo se anota que Dylan es el único cantautor cuyas letras de canciones le merecieron el premio Nobel de Literatura –sin haber escrito libros–.
Bob Dylan (83 años), trovador de Minnesota y renegado del folk en su tránsito incendiario al sonido eléctrico de guitarras y baterías –egocéntrico y controvertido, despreciativo y excéntrico, uno de los grandes poetas locos aún vivos–. Pasa de ser un cantante bohemio callejero, el completo desconocido con guitarra en mano, para volverse insoportable, grosero y desplantador. Tales matices emocionales de un artista tan controvertido son personificados por el luminoso Timothée Chalamet, ladrón de cámaras.
Joan Báez, hija de padre mexicano y madre escocesa, reina indiscutible de la canción protesta, menor cuatro meses que el endiosado Dylan; un muy solicitado y conflictivo dúo en conciertos y cadenas de televisión de costa a costa, aunque les falta química y transmiten el fastidio o rencor de los examores. Johnny Cash, rey del country, su más sonada canción fue Walk the Line (En la cuerda floja) la que le dio nombre al biográfico ‘Pasión y locura’ dirigido por el arriba mencionado James Mangold.