En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

Noticia

‘Hacia el futuro’

Su texto conserva plena actualidad, sobre todo en su mensaje contra fanatismos de cualquier color.

Alt thumbnail

PROFESOR UNIVERSITARIO, UNIVERSIDAD DE OXFORD, REINO UNIDOActualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
(También le puede interesar: Lecturas para estos tiempos)

En Estados Unidos, por ejemplo, se destacan por lo menos los “papeles” de El Federalista, como se conoce la colección de artículos escritos por Alexander Hamilton, James Madison y John Jay durante el proceso de ratificación de la Constitución norteamericana. La misma Constitución, por supuesto, ha sido allí un documento histórico fundamental y emblemático.

En Colombia no faltan documentos que podrían cumplir función similar.
Algunos lo han hecho de tiempo en tiempo. Pero los ritmos atropelladores con los que marcha nuestra historia han impedido quizás que logren anclarse en la memoria social. Importantes iniciativas, gubernamentales y privadas, han impulsado valiosas colecciones editoriales que formarían una especie de “biblioteca de la nacionalidad”. Sin embargo, su impacto duradero parece mínimo, en parte por el abandono de la historia en nuestro sistema educativo.

Si tuviera que seleccionar uno de tales documentos, sugeriría Idola Fori, de Carlos Arturo Torres (1868-1911), publicado por primera vez en 1909, un libro al que regreso con frecuencia en estas columnas.

Su título es llamativo por lo exótico. Su edición original trataba de hacerlo más popular con un subtítulo: ‘Ensayo sobre las supersticiones políticas’. Torres abrió el libro explicando su sentido: los “Ídolos del Foro” hacían referencia a las ideas que continuaban “imperando en el espíritu después de que una crítica racional ha demostrado su falsedad”.

Lo que podría parecer a primera vista un razonamiento abstracto estaba no obstante basado en una dolorosa realidad. Idola Fori fue la respuesta de Torres a la tragedia de la guerra de los Mil Días (1899-1902), causada por el sectarismo político, un fenómeno aún tan mortífero como inexplicable. Su texto conserva plena actualidad, sobre todo en su mensaje contra los fanatismos de cualquier color.

Torres fue un genuino liberal de sus tiempos que, como miembro del ala pacifista de su partido, se opuso al llamado a las armas que desembocó en aquella cruenta contienda, tan desastrosa para los destinos nacionales. Nacido en Santa Rosa de Viterbo (Boyacá), su vida transcurrió entre sus tareas literarias, docentes, periodísticas y políticas. Escribió Idola Fori mientras se despeñaba como cónsul de Colombia en Liverpool, donde se encontraba desde 1905.
Revisar textos como el de Torres no es, pues, regresar al pasado. Es una de las mejores formas de asegurar el porvenir.
Torres advirtió sobre dos tipos de fanatismos, alimentados respectivamente por los cultos a las masas y a los hombres providenciales. A unos y otros había que anteponer el culto impersonal a la ley.

Hacia el futuro es el título de su último capítulo. Allí trazó con claridad su fe en las transformaciones del progreso, siempre “el resultado de la crítica libre e ilimitada”. Contra el progreso se levantan los “revolucionarios” (cuyos actos violentos lo retardan) y los “reaccionarios” (que en “vano” tratan de impedir “transformaciones necesarias)”.
Tener fe en el progreso significa creer “en la aptitud humana de la modificación para la perfectibilidad”. Ello exige “conciliación y concordancia”. Habría que arrancar, según Torres, “toda semilla de odio, porque el odio es consubstancialmente infecundo y devastador”. Y después de arrancar el odio, “precisa sembrar”.

Revisar textos como el de Torres no es, pues, regresar al pasado. Es una de las mejores formas de asegurar el porvenir.

Sigue toda la información de Opinión en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.