¡Vea pues! Sí, resulta que el café puede ser más complejo que el vino y prepararlo ya no va a ser lo mismo y por lo tanto catarlo y tomarlo tampoco.
Esto lo escribo el 1 de octubre, Día Internacional del Café, decretado así por la Organización Internacional del Café en 2015 para celebrar el café como bebida y la labor de los caficultores. En Colombia hay cientos de jóvenes que desde sus pequeñas parcelas están creando una revolución en su tarea y lo están haciendo –según sus palabras– para rendir un homenaje a sus ancestros, a sus padres campesinos que vieron su tarea como un sustento para sus hijos, mientras ellos la asumen ahora como un reto de crear desde nuestro país para el mundo una nueva cultura de producción y consumo del café.
El Cluster Café Medellín y Antiioquia –alianza de varias empresas para trabajar por la especialización de la cadena producti– está tras esta iniciativa completamente innovadora y la presentó, con casos concretos, en el evento Café Fina Experiencia 2022, en su sexta versión, que nos dejó a los asistentes en shock al darnos cuenta del mundo que se está abriendo en torno a nuestro café. Los cafés diferenciados abren una carta inusitada para los que amamos esta bebida y son parte del llamado Culturin, que es una nueva forma de crear una taza de café diferencial, por medio de la tecnología, del emprendimiento, de la elaboración de máquinas propias, que llevará la cultura del café Made in Colombia a otro nivel. Ya no solo se habla de café suave, café de origen, sino café de diversos sabores que se crean desde la fermentación y los distintos procesos.
El Programa para la Especialidad del Café, que viene desde el 2018 y es liderado por la alianza empresarial Cluster de Café, tiene como coordinadora a Ana Gutiérrez. Ella define esta iniciativa de una manera muy sencilla: “es darle valor agregado al café a través de un perfil de taza diferente, logrando cambios en los procesos, mediante contratación de expertos que se han ido capacitando aquí mismo, muchos de ellos con la ayuda de entidades como el Sena. Estamos en 12 municipios de Antioquia capacitando a jóvenes cafeteros con el apoyo de los aliados del Cluster”.
Ya no solo se habla de café suave, café de origen, sino café de diversos sabores que se crean desde la fermentación y los distintos procesos.
Fue emocionante hablar con algunos de estos muchachos que desde sus pequeñas parcelas se sienten orgullosos de sus avances y piden al gobierno de Gustavo Petro no un azadón, sino nuevas vías para sacar sus productos, apertura de nuevos mercados, respaldo económico, capacitación en mercadeo, programas educativos para que los colombianos valoren los cafés especiales, como lo dice, por ejemplo, desde Sonsón-Antioquia, Bayron Arcila de 28 años, miembro de una asociación de 15 jóvenes productores que están trabajando en nuevos procesos de fermentación. O como lo piden pequeños productores desde Andes-Antioquia, reiterando que el gobierno debe decir no a la minería internacional en su zona porque destruye el recurso hídrico, básico en su trabajo de hacer de sus parcelas empresas orgullo de Colombia.
Representantes del Cluster de Café se unen al llamado de los jóvenes. Jaime Echeverri, Vicepresidente de Desarrollo y Competitividad de la Cámara de Comercio de Medellín celebra las buenas intenciones de este gobierno de fomentar el campo colombiano, de producir fertilizantes y pide respaldo para esta labor educativa en toda la cadena del café. También replica el pedido de los empresarios: no al contrabando de este producto, que destruye una de las bases de nuestra economía.
Cafés de diferentes sabores para distintos momentos y nuevos consumidores más exigentes. Eso es lo que se viene. Se necesita el apoyo de todos. Y yo me sueño en cada ciudad nuestra una calle de Cafés Especiales, de origen, diferenciados, que atraigan más turistas. ¡Se puede pues!
APARTE: La película Blonde, de Netflix, hay que verla, no para aterrarse de lo que vivió Marilyn Monroe en su camino a la gloria y a la desdicha, sino para que la sociedad, y en particular la mujer, comprendan que ya basta de usar el cuerpo femenino como una mercancía. La ruta es la autonomía de la mujer y su educación. Menuda tarea para un Ministerio de la Igualdad. Hay que romper el círculo, el cambio es cultural.
SONIA GÓMEZ GÓMEZ