Con la decisión del presidente Iván Duque de objetar parcialmente la ley estatutaria de la
Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la pelota queda otra vez en manos del Congreso, que deberá decidir si rechaza o acepta los argumentos del jefe Estado.
Está claro que se abrirá todo un debate, no solo sobre la JEP, sino también sobre la suerte del acuerdo de paz con las Farc.
En el papel, el Gobierno no cuenta con una coalición que le asegure que el Legislativo acoja sus reparos, y los defensores del acuerdo de paz podrían hacerle pasar un mal rato, aunque ninguno de los sectores en contienda tiene la mayoría para imponerse.
Por el momento, el Gobierno solo tiene el apoyo seguro del Centro Democrático y los movimientos cristianos, lo que según las mayorías exigidas, no alcanzaría para aprobar las objeciones.
“El Presidente actuó con sensatez: acompañar seis objeciones a la estatutaria de la JEP con una propuesta de reforma constitucional era lo indicado. El Congreso tendrá que analizar y discutir si va más al fondo”, expresó el senador del Centro Democrático y presidente del Congreso, Ernesto Macías.
A este grupo también se uniría la bancada del Partido Conservador.
Los ‘azules’, en una carta que le enviaron hace pocos días al presidente Duque, le pidieron hacer objeciones parciales a la ley estatutaria de la JEP, al considerar que tal y como salió de la Corte “podría no ofrecer a los beneficiarios del Acuerdo (de paz), a la sociedad y en especial a las víctimas del conflicto, las garantías necesarias de a la verdad y la justicia que aseguren la no repetición, además de eliminar el fantasma de la impunidad”.
Entre los sectores de oposición tampoco se espera que haya sorpresas. Está más que claro, y así lo han manifestado, que defenderán la integridad de lo enviado por la Corte Constitucional, lo que implica que rechazarán las objeciones del jefe de Estado. En este grupo están los liberales, los verdes, el Polo, la Farc, los Decentes y el Mais.
“Las seis supuestas objeciones presidenciales no buscan genuina justicia. En realidad intentan hacerles daño a la paz, a los derechos de las víctimas y a los exguerrilleros y militares que están ante la JEP. La oposición que este nuevo ataque a la paz despierta será contundente”, expresó el senador del Polo Iván Cepeda.
Con este escenario, la pelota estaría en manos del partido de ‘la U’, de los liberales y de Cambio Radical, partidos con los que el Gobierno no tendrá el apoyo asegurado.
Las cuentas indican que ‘la U’ podría inclinarse mayoritariamente a salvaguardar lo enviado por la Corte Constitucional, y los liberales rechazarían las objeciones.
De hecho, el expresidente César Gaviria, jefe del Partido Liberal, anunció que convocará “a la mayor brevedad a las bancadas de Senado y Cámara para que se adopte una decisión en conjunto (...) Recomendaré que todos los congresistas liberales voten para rechazar las objeciones presentadas por el Presidente”.
Para Gaviria, la decisión de Duque “se constituye en un incumplimiento grave del Estado de las obligaciones derivadas del acuerdo”.
En ‘la U’, hay que recordar que el partido le había pedido al Presidente la sanción inmediata de la ley estatutaria con dos argumentos: que no hay camino jurídico para la objeción y que meter a la JEP en la nevera afectaría también a los centenares de militares que han recuperado la libertad gracias a que se acogieron a la nueva jurisdicción.
Por los lados de Cambio Radical, el senador de esa colectividad Richard Aguilar, anunció que el partido “tomó la decisión de convocar una reunión extraordinaria para estudiar cada una de las objeciones anunciadas y tomar decisiones”.
Con esta decisión, el gobierno de Duque no solo pone en discusión el futuro de la justicia transicional, sino que pondrá a prueba su fortaleza y gobernabilidad en el Congreso de la República.
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