Gobierno Duque, el más golpeado por las mociones de censura

Las palabras moción de censura se han convertido en unas de las más utilizadas durante el gobierno de Iván Duque. En estos poco más de tres años de esta istración, en nueve oportunidades ministros de su gabinete han tenido que ir al Congreso a enfrenta a un debate de este tipo, la más reciente es la ministra de las TIC, Karen Abudinen. 

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Nueve debates en 36 meses de gobierno, es decir, en promedio, en esta istración cada cuatro meses un ministro se expone a perder su cargo a instancias del Congreso.

A esto se suma el hecho de que, si la ministra Karen Abudinen, quien tiene pendiente la votación de la moción de censura en su contra, confirma se renuncia, se convierte en la segunda ministra de este gobierno que sale de su cargo antes de enfrentarse una votación en contra en el Congreso, ya lo había hecho en 2019 el exministro Guillermo Botero. 

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Nunca antes un solo gobierno había perdido dos ministros por cuenta de renuncias para evitar una moción de censura. 

De hecho, entre 1991 y 2018 solo tres ministros habían renunciado en similares circunstancias, mientras que la istración Duque, en apenas tres años, y de confirmarse la salida de Abudinen, ha puesto dos. 

En Colombia, la moción de censura fue establecida en la Constitución de 1991 y luego fue reformada en 2007 (acto legislativo 01). En ambos casos, el propósito fue limitar el poder presidencial y establecer un control político y rendición de cuentas efectivos del Legislativo sobre el Ejecutivo.

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Ha servido fundamentalmente para debatir y para que la prensa y la opinión pública se enteren de algunos temas y problemas de la gestión y de las políticas públicas; pese a esto, ninguna de las mociones propuestas ha prosperado en sentido estricto, pero sí ha servido para que algunos ministros renuncien antes de la votación.

Según lo señaló el investigador de la Universidad del Valle Javier Duque Daza, en el documento 'La moción de censura en Colombia: reglas, coaliciones e intentos fallidos', entre 1991 y 2014 se presentaron 23 iniciativas o intentos de moción de censura, y ninguno obtuvo las mayorías requeridas, lo cual se explica porque durante estos seis gobiernos los presidentes siempre han contado con coaliciones mayoritarias en el Congreso.

Entre 2014 y 2020, contando a la ministra Abudinen, se han hecho otros diez intentos de moción de censura, nueve de los cuales han sido en el gobierno del presidente Iván Duque: el exministro de Defensa Guillermo Botero (dos debates); el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla; la ministra de Transporte, Ángela Orozco, y el fallecido exministro Carlos Holmes Trujillo (dos debates); el ministro de Defensa, Diego Molano (dos debates), y ahora la ministra de las TIC.

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Esta cifra es considerablemente alta, si se tiene en cuenta que, según el informe de Duque Daza, el gobierno de César Gaviria enfrentó tres mociones de censura, mientras que Ernesto Samper y Andrés Pastrana tuvieron a sus ministros enfrentando esta misma figura en cuatro oportunidades cada uno.

En el primer gobierno de Álvaro Uribe fueron seis las mociones de censura y en se segundo mandato sumó otras cuatro.

Juan Manuel Santos durante su primer mandato tuvo en dos oportunidades a sus ministros en moción de censura y en su segundo periodo sumó otro más. 

En la salida de la ministra Abudinen, que estaría por confirmarse, fue fundamental la decisión que tomó este miércoles en la noche la bancada del Partido Liberal de votar a favor de la moción de censura, es decir, de sacar a la ministra.

Los liberales son la bancada mayoritaria y su decisión 'envalentona' a un sector de Cambio Radical cercano al exvicepresidente Germán Vargas Lleras que también buscaba votar en contra de la ministra.

Para evitar estas situaciones —que los ministros renuncien antes de darse la votación de la moción—, el representante César Lorduy promueve un proyecto para que los funcionarios llevados a debate de moción de censura no puedan renunciar antes de la votación de este mecanismo. La idea es que si el ministro renuncia, esta se le acepte posteriormente. Sin embargo, el proyecto ha tenido poco avance en el Congreso.

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“Con esta iniciativa se supedita la aceptación de la renuncia por parte del nominador, hasta tanto la moción sea votada por los integrantes de la Cámara que la haya propuesto. Así las cosas, si la moción es aprobada, el funcionario quedará separado de su cargo con ocasión a la misma, mas no por haber renunciado, y de ser rechazada la moción de censura, entonces procederá el nominador a decidir sobre la renuncia”, indica el texto del proyecto.

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