Como lo reveló la
Unidad Investigativa de EL TIEMPO, el pasado lunes 17 de enero el alto comisionado para la Paz,
Juan Camilo Restrepo, canceló un vuelo a Estocolmo (Suecia).
Allí se hizo un encuentro organizado por el Gobierno sueco sobre ‘Procesos de diálogo y negociaciones de paz en el contexto de Colombia’, al cual fueron invitados el alto comisionado, expertos y diversos personajes de varias corrientes ideológicas.
Sin embargo, Restrepo no asistió porque le “parecía que no era conveniente” ir a Suecia, “porque debía asumir dos oficinas”, explicó refiriéndose a su nuevo cargo adicional como consejero presidencial para la Seguridad Nacional.
“El próximo gobierno tendrá la inmensa tarea de recuperar la seguridad, implementar el Acuerdo de Paz y terminar la guerra con el Eln”, dijo la representante a la Cámara por el partido Alianza Verde Juanita Goebertus, quien fue una de las asistentes al evento.
Según aseguró la congresista Goebertus, ella asistió por invitación de la Folke Bernadotte Academy (FBA), la agencia de cooperación del Gobierno sueco para la paz, la seguridad y el desarrollo. Además, indicó que la reunión contó con la presencia de expertos nacionales y territoriales en temas de paz “sin participación de Eln. No fue una mesa exploratoria”, señaló.
La congresista explicó también que el evento se desarrolló bajo las reglas de Chatam House, lo cual implica que se pueden usar las ideas, pero no atribuirlas a ninguna persona ni publicar quiénes asistieron.
“El objetivo era pensar en ideas para lograr hacia delante la paz con el Eln”, aclaró. Algunas de sus conclusiones luego del encuentro fueron, por ejemplo, la puesta en marcha de una política de sometimiento a la justicia de grupos armados organizados, recomponer una relación diplomática con Venezuela y activar medidas humanitarias para desescalar la confrontación armada.
De hecho, hace unos meses, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz lanzó la ‘Ruta de la legalidad’. Una estrategia para que quienes hacen parte de grupos armados organizados (GAO) como el ‘clan del Golfo’, ‘los Pelusos’, ‘los Caparros’, las disidencias de las Farc o el Eln, se acojan a un proceso de desmovilización.
Como es conocido, el Gobierno colombiano se ha mostrado renuente a una posibilidad de diálogo con la guerrilla del Eln. “Frente a Eln, ellos deben y tienen que cesar todo tipo de actividades criminales si se quiere avanzar en la construcción de una ruta de (desmovilización con el Gobierno) de carácter colectivo. Cuando ellos cesen esas actividades, nosotros estamos listos para avanzar en los caminos que responden”, le dijo el alto comisionado de Paz a EL TIEMPO.
Y agregó: “En lo que tiene que ver con los GAO y el Eln, lo que hemos dicho es que si se quiere avanzar en cualquier ruta con dicho grupo, desde el punto de vista colectivo, deben cesar las actividades criminales, que cesen los secuestros, las instalaciones de minas antipersonal, el reclutamiento y que cese la actividad del narcotráfico que han venido desempeñando”.
Todo esto se dio en medio de la guerra que enfrenta el departamento de Arauca entre el Eln y disidencias de las Farc. Algunos precandidatos presidenciales se han pronunciado al respecto.
“La frontera no está en manos del Estado colombiano. La frontera está en manos de las organizaciones narcotraficantes, cualquiera sea el nombre que tenga. Y eso ocurre por haber vaciado la frontera del Estado mismo por romper las relaciones diplomáticas. A pesar de las distancias ideológicas, jamás dos Estados, dos naciones, deben abandonar una frontera tan compleja”, dijo el precandidato presidencial por el Pacto Histórico Gustavo Petro.
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