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Alzhéimer: ¿el consumo de azúcar incrementa la posibilidad de padecer esta enfermedad?
Se habla de una relación cada vez más estudiada entre el consumo de azúcar y esta enfermedad.
Se ha revelado la posible vinculación entre la glucosa en sangre y la enfermedad de Alzheimer, por una enzima. Foto: iStock
En varias investigaciones se ha hablado de la posible vinculación entre la glucosa en sangre y la enfermedad de Alzhéimer. Su prevalencia en pacientes con diabetes tipo 2 ha sido el motivo de diversos estudios que han indagado en su relación.
A pesar de los grandes estudios que han tenido lugar en el último lustro, aún no se conoce la causa del Alzhéimer, ni tampoco una cura que ralentice o revierta el avance de la enfermedad.
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Sin embargo, la ciencia médica avanza en este campo y los hallazgos en la materia parecen indicar que el exceso de glucosa sí podría estar relacionado con este tipo demencia que causa perdida de memoria, problemas en el lenguaje, carencias en el pensamiento, dificultad para concentrarse, depresión, aislamiento social, irritabilidad, desconfianza, cambios en los patrones de sueño, entre otros síntomas, que afectan la vida cotidiana.
Uno de estos estudios, realizado por un equipo de científicos del Departamento de Biología y Bioquímica, Química y Farmacia y Farmacología de la Universidad de Bath, con colegas en el Centro Wolfson para Enfermedades Relacionadas con la Edad del Kings College de Londres, analizó muestras de cerebro de personas con y sin enfermedad de Alzhéimer mediante una técnica sensible para detectar la glicación.
El equipo descubrió que en las primeras etapas metabólicas de la glucosa al producirse la glicación, daña una enzima llamada MIF (factor inhibidor de la migración), que desempeña un papel importante en la respuesta inmunológica y regulación de la insulina, también está implicado en la respuesta de las células del sistema nervioso en el cerebro.
Los investigadores creen que la inhibición y la reducción de la actividad del MIF causada por la glicación, podrían ser el "punto de inflexión" para que la enfermedad se desarrolle, destaca la Fundación para el Conocimiento de Madrid en un artículo.
"Demostramos en nuestro estudio que los niveles sanguíneos de glicanos se alteran tempranamente durante el desarrollo de la enfermedad. Esto podría significar que podremos predecir el riesgo de enfermedad de Alzheimer con sólo un análisis de sangre y una prueba de memoria", explicó por su parte el primer autor de otra de las investigaciones que se enfocó en esta molécula, Robin Zhou.
Al medir estos niveles en sangre, los investigadores descubrieron que los individuos con niveles coincidentes de glicanos y tau tenían más del doble de probabilidades de desarrollar demencia de tipo Alzheimer.
El estudio se realizó con 150 personas de entre 65 y 88 años. Foto:iStock
Se le suma que un estudio reciente de la Clínica Mayo determinó que las personas mayores que llevaron una dieta con muchos alimentos ricos en almidón tenían una probabilidad cuatro veces mayor de desarrollar un deterioro cognitivo leve.
La insulina, hormona primaria del cuerpo, también mantiene saludables las células del cerebro y si hay resistencia a ella -lo que sucede con la diabetes tipo 2- hay mayor riesgo de tener Alzhéimer.
Esto también puede ocurrir en vía contraría. Por eso, pacientes con Alzhéimer se vuelven resistentes a la insulina.
De acuerdo con una de las investigaciones más recientes, realizada por un equipo de científicos de la Wake Forest University School of Medicine de carolina del Norte (Estados Unidos) los niveles excesivos de glucosa en la sangre pueden, por sí solos, conducir a la acumulación de placa amiloide en el cerebro.
Según publican estos autores en el medio científico JCI Insight, la respuesta está en una serie de 'sensores' metabólicos que poseen nuestras células, llamados KATP y que ayudan a las células a medir la cantidad de ATP, una fuente fundamental de energía celular, presente en su entorno.
Con un modelo de ratones que recibían agua azucarada y otros agua pura, estos receptores aparecían alterados por los niveles excesivos de glucosa en sangre.
Similarmente, los cerebros de pacientes con alzhéimer revelaban, en análisis post mortem, alteraciones análogas ligadas a una mayor excitabilidad celular y a una producción incrementada de metabolitos tóxicos como el beta-amiloide, mencionan medios especializados.