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Noticia
El efecto de los vapeadores en el cuerpo humano: graves afectaciones
Expertos coinciden en que vapeadores y cigarrillos electrónicos son nocivos para la salud.
Estos dispositivos se han puesto de moda en las últimas décadas, especialmente entre la población menor de 30 años. Foto: FOTO: ISTOCK
La Organización Mundial de la Salud calcula que anualmente se producen 7 millones de muertes en el mundo por consumo directo de tabaco, mientras que causa al menos 1,2 millones adicionales por exposición al humo ajeno, considerándose un grave problema de salud pública en el planeta.
De igual forma, el tabaquismo representa una amenaza para los niños, quienes resultan afectados por la exposición al humo del tabaco incluso durante la gestación.
Este hábito puede ocasionar reducción en su función pulmonar, corren el riesgo de padecer infecciones y mayor frecuencia de enfermedades respiratorias cuando están expuestos al humo de manera recurrente.
Actualmente existen productos cuya publicidad indica que serían alternativas al consumo de tabaco tradicional (cigarrillos) que no tendrían consecuencias nocivas para la salud, como es el caso de cigarrillos electrónicos, vapeadores y otros.
No obstante, en repetidas oportunidades, la Sociedad Americana de Cáncer ha sido enfática en que no existe ningún producto del tabaco que sea seguro y la única fórmula para cuidar la salud en ese aspecto es mantenerse libre del consumo de tabaco.
Al respecto, el doctor Manuel Pacheco, médico internista neumólogo y miembro del Comité Antitabaco de la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía del Tórax, dice: “Los nuevos dispositivos para fumar se han ofrecido como una alternativa más segura, pero a medida que ha pasado el tiempo y los estudios son más completos nos damos cuenta de que realmente no son opciones de bajo riesgo. Hemos visto que también favorecen la aparición de enfermedades”.
Así, entre las afecciones que pueden ocasionar este tipo de dispositivos están los problemas respiratorios, riesgo de enfermedad cardiaca y de circulación.
Existen algunos estudios más profundos según los cuales puede causar daños celulares capaces de desembocar en la aparición de células cancerosas, ya que mientras los cigarrillos convencionales contienen tabaco, sustancias químicas añadidas, un filtro y una cubierta de papel, los dispositivos alternativos –como los cigarrillos electrónicos– generan un vapor conformado por glicol de propileno, saborizantes y nicotina y también pueden contener otras sustancias adicionales.
Cuando se consume cigarrillo electrónico y vapeador se asume el riesgo de exposición a dispositivos que calientan una solución líquida para crear aerosoles. Foto:iStock
“En un principio, los cigarrillos electrónicos fueron introducidos con la idea de que sirvieran para dejar de fumar; lamentablemente, no han demostrado ser útiles en este propósito”, explicó Pacheco. Y agregó: “Incluso hemos visto casos en los que la persona que quiere dejar de fumar termina con un problema mayor, pues se queda tanto con el cigarrillo electrónico como con el convencional”.
¿Cómo actúan a nivel físico?
De acuerdo con la Universidad Javeriana, cuando se consume cigarrillo electrónico y vapeador se asume el riesgo de exposición a dispositivos que calientan una solución líquida para crear aerosoles, algunos de estos con nicotina (SEAN – Sistemas electrónicos de suministro de nicotina) y otros sin nicotina (SSSN – Sistemas electrónicos sin suministro de nicotina), que luego son inhalados por el . Así, es como ingresan al cuerpo diferentes sustancias químicas y partículas finas en las cuales se encuentran componentes tóxicos, que pueden causar:
-Irritación de ojos, garganta, pulmones y afectación de las vías aéreas del cuerpo, por el consumo a altas temperaturas de propilenglicol.
-Enfermedades respiratorias agudas, como asma y la neumonía lipídica o EVALI (E-cigarette or Vaping Use-Associated Lung Injury), también conocida como lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores, que puede ser grave y potencialmente mortal.
-Riesgo de daños y enfermedades cardiovasculares, respiratorias y gastrointestinales por el consumo de glicerina y nicotina.
-Afectaciones en el desarrollo cerebral de los jóvenes hasta de 25 años, por el consumo de nicotina, como su posible adicción a esta u otras sustancias.
-Riesgo de cáncer de pulmón, garganta, boca y lengua por las partículas finas de elementos cancerígenos como metales pesados, formaldehído, acetaldehído, butilaldehído, arsénico, plomo, entre otros.
-Disfunción eréctil, en jóvenes y adultos.
Sumado a esto, la exposición a estos dispositivos incluye el riesgo de sufrir quemaduras y lesiones graves por la explosión de baterías defectuosas.