En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
¿Hay una edad en la que dejamos de ser felices? Esto dice estudio de Harvard
Aunque este tema es relativo, a medida que envejecemos los estados emocionales cambian.
No existe una edad específica en la que automáticamente dejemos de ser felices. La felicidad es una experiencia subjetiva y puede variar significativamente de una persona a otra, dependiendo de una variedad de factores, como la personalidad, las circunstancias de vida, las relaciones y la salud mental.
Es cierto que a medida que envejecemos, podemos enfrentar desafíos y cambios en la vida que pueden influir en nuestra felicidad. Por ejemplo, a medida que nos volvemos más viejos, es posible que experimentemos pérdidas, como la muerte de seres queridos, problemas de salud, cambios en la situación financiera o la jubilación, que pueden tener un impacto en la felicidad.
Con base en esta premisa, la Universidad de Harvard realizó un estudio sobre la felicidad y registró los resultados en el libro “Una buena vida”. De acuerdo con la institución, la edad en la que solemos ser más felices es a los 60 años.
Hacer cosas que se disfruten y que brinden satisfacción personal es fundamental para aumentar la felicidad. Foto:iStock
“Creemos que es porque tenemos el sentido de los límites de la vida y de que la muerte es algo real y eso nos hace más felices, porque cambiamos nuestras vidas. Nos quitamos obligaciones de encima, amistades que no nos hacen felices o reuniones que no nos gustan”, explicaron los científicos encargados del estudio sobre la felicidad.
El estudio también asegura que las personas que están en esa edad suelen tener miedo a la soledad, por eso, demuestran una actitud positiva, que también mejora su salud, pues el miedo a la soledad es también un factor negativo en ese aspecto. Por lo tanto, el crear lazos afectivos hace que se sientan en un estado de felicidad y bienestar.
Los reportes de la investigación, también reflejan que a la edad de 47 o 48 años las personas suelen ser más infelices, pues tienen una perspectiva de lo que es la vida en términos de preocupaciones y responsabilidades. Otro factor es que en esa etapa de la vida se está vulnerable a factores que se les da más relevancia, como los temas de trabajo o salud y con ellos también los ámbitos económico-financieros.
xdcxzcxz Foto:iStock
Con todo esto, es más frecuente que las personas se sientan más desanimadas y piensen cosas negativas que también dan como resultado el estrés y por ello se vuelve una etapa donde predominan aspectos que afectan negativamente a las personas.
En conclusión, muchas personas mayores informan tener altos niveles de satisfacción y felicidad en sus vidas. Algunas investigaciones sugieren que la edad puede estar relacionada con un mayor sentido de bienestar emocional y psicológico en algunas áreas, como la sabiduría, la autoaceptación y la capacidad de manejar el estrés de manera más efectiva.
Lo cierto es que, a pesar del estudio, la felicidad no está limitada por la edad, y la experiencia de la felicidad varía ampliamente entre las personas a lo largo de sus vidas. La clave para mantener la felicidad a medida que envejecemos puede estar en desarrollar habilidades de afrontamiento, mantener conexiones sociales significativas y buscar un sentido de propósito y satisfacción en la vida en cada etapa.
Consejos para sentirse feliz la mayor parte del tiempo
Según Carlos Ortiz Mclean, consultor experto en Innovación y Gestión del Cambio, “desde hace un tiempo se ha venido documentando todo lo relacionado con el bienestar de las personas de una forma científica. Se dice que la felicidad es una ciencia porque, más allá de que pueda estudiarse epistemológicamente, también puede lograr que las personas sean competentemente felices. Es decir, es un nuevo conocimiento con el que se puede capacitar a las personas”.
La literatura que se han escrito sobre la ciencia de la felicidad propone que si por cada emoción negativa que sentimos vivimos tres positivas, sentiremos que somos felices. Esto sucede por la asimetría con la que solemos vivir las emociones positivas y negativas. Normalmente, las emociones negativas las sentimos de forma más intensa, por lo que muchas veces valoramos como neutras o inexistentes muchas emociones que en realidad son positivas.
Teniendo esto en cuenta, expertos recomiendan que como un primer paso para ser feliz, la persona busque la gratitud en su vida diaria. Reconocer y apreciar las cosas positivas, grandes o pequeñas, puede aumentar significativamente la sensación de felicidad. Tomarse un momento cada día para reflexionar sobre las bendiciones y las experiencias positivas puede ser un hábito poderoso.
Una frase de buenos días puede cambiar su ánimo. Foto:iStock
Además, mantener relaciones sociales sólidas es crucial para la felicidad. Interactuar con amigos y seres queridos, compartir experiencias y apoyarse mutuamente en los momentos difíciles puede proporcionar un sentido de pertenencia y alegría. La conexión humana es un componente esencial de la felicidad.
La práctica del autocuidado también es vital. Cuidar la salud física y mental a través de una alimentación equilibrada, ejercicio regular y descanso adecuado puede tener un impacto significativo en el bienestar emocional. La meditación y la atención plena también son herramientas útiles para reducir el estrés y fomentar la felicidad.
Además, establecer metas y perseguir pasiones personales puede darle a una persona un sentido de propósito y satisfacción en la vida. Establecer objetivos realistas y trabajar hacia ellos brinda un sentimiento de logro y dirección.
Por último, aprender a manejar el estrés y las emociones de manera efectiva es esencial para la felicidad. Desarrollar habilidades de afrontamiento, como la resiliencia emocional y la gestión del estrés, puede ayudar a superar los desafíos de la vida de manera más positiva y constructiva.
En resumen, cultivar la gratitud, mantener relaciones sociales, cuidar la salud física y mental, establecer metas personales y aprender a manejar el estrés son algunos de los consejos que pueden ayudar a una persona a ser más feliz en su vida. La felicidad es un proceso continuo que implica cuidar el bienestar emocional y buscar un sentido de significado y satisfacción en la vida.