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Placas en la garganta de los niños: ¿cuáles son los síntomas y a qué edades aparecen?
Generalmente son la acumulación de material, como bacterias, células muertas y mucosidad.
Los síntomas de estas infecciones incluyen dolor de garganta, dificultad para tragar, fiebre, amígdalas rojas e hinchadas, y manchas o placas de pus en las amígdalas. Foto: iStock
Cuando se habla de placas en la garganta se hace referencia a un síntoma común de amigdalitis o faringoamigdalitis estreptocócica, que son infecciones bacterianas comunes en la infancia.
Normalmente se identifican porque las amígdalas, unos óvalos rosados que se aprecian en la garganta, se inflaman, la garganta duele, hay dificultad para tragar, fiebre y manchas o placas de pus allí.
"Las amígdalas contienen tejido linfático que forma parte del sistema de defensa inmunitario del cuerpo. Por lo tanto, las amígdalas y el tejido cercano de la garganta resultan infectados con frecuencia por microorganismos que penetran en la nariz y la garganta", explica el Manual Merck.
Las placas en la garganta se han relacionado tradicionalmente con anginas, lo que se conoce como faringitis de origen bacteriano o con amigdalitis, ocasionada por virus.
La amigdalitis suele ser causada por un virus como los siguientes:
- los adenovirus
- el virus de la gripe
- el virus Epstein-Barr (mononucleosis)
Las personas de cualquier edad pueden tener amigdalitis, pero es más frecuente en los niños que en los adultos. Por su parte, las faringoamigdalitis estreptocócicas son más comunes en niños y adolescentes de entre 5 y 15 años, según el portal de salud Nemours Kid's Health.
Si la placa aparece por virus, el cuerpo lo combatirá por sí solo, pero si es ocasionado por una bacteria, lo más posible es que el médico le recete un antibiótico, lo que evita el contagio.
Síntomas de la infección de garganta
Las personas con una infección de la garganta sienten un dolor intenso al tragar y por lo general también al hablar. También le pueden doler los oídos.
Las amígdalas se ven enrojecidas e hinchadas, y en ocasiones están recubiertas de manchas blancas, las llamadas placas. Los ganglios linfáticos situados en el cuello aumentan de tamaño y son dolorosos al tacto.
En las personas con infecciones frecuentes de las amígdalas, los pequeños hoyos habituales en las amígdalas a veces se llenan de secreciones blancas endurecidas parecidas a piedras pequeñas, que pueden contener bacterias causantes de mal olor, lo que provoca mal aliento crónico, y predispone a más episodios de amigdalitis.
Si la causa es un resfriado, también vendrá acompañado de secreción nasal excesiva, congestión y tos.
Si es por mononucleosis suele aparecer el cansancio, ganglios linfáticos muy inflamados, una respiración más ruidosa por la inflamación, a lo que se suma voz ronca e inflamación.
En caso de que su hijo presente algunos de estos síntomas, es importante que lo lleve al médico para que sea un profesional quien determine las causas y, por lo tanto, el tratamiento adecuado para ello.