Parece que los lentes de o ya no son suficientes para lucir un color de ojos diferente. Ahora, en redes sociales, se ha popularizado una cirugía que puede modificar, de forma definitiva, el tono natural.
Este procedimiento lleva el nombre de queratopigmentación anular y como describe la clínica española Neoris en su página web, este "es un método quirúrgico que consiste en realizar un microtúnel circular en la córnea con un láser de femtosegundo y, a continuación, aplicar un pigmento para cubrir el color natural de los ojos", algo similiar a un tatuaje, pero no en el iris, sino en la capa superior de la córnea.
Su popularidad ha ido creciendo para uso cosmético, pues, por el momento, no hay estudios suficientes que indiquen cuáles pueden ser las consecuencias de este procedimiento y se le considera relativamente segura en comparación con otros métodos que se han utilizado para cambiar el color de los ojos como los implantes iridianos de color y la despigmentación del iris con láser.
De acuerdo con la Clínica Baviera los implantes iridianos ya no se utilizan porque esta cirugía podía dañar gravemente los ojos y la visión, llegando a provocar ceguera, mientras que la despigmentación para aclarar el color se hacía con láser y el pigmento que se remueve podía acumularse y filtrar el fluido transparente y acuoso que ocupa la cámara anterior del ojo, "lo que puede provocar un aumento de la presión intraocular y un glaucoma secundario que puede llegar a daño irreversible en el nervio óptico y conducir a la ceguera".
En comparación con ambas intervenciones, la queratopigmentación que se hace con un láser de femtosegundo adaptado parece menos riesgosa.
Pero, se necesita de unos instrumentos y experticia particulares que reducir los peligros.
Los riesgos de la queratopigmentación
Inicialmente, este procedimiento se utilizaba para mejorar la apariencia cosmética de los pacientes que tenían alguna opacidad en la córnea, como leucomas o para aquellos que tienen la córnea totalmente blanca debido a alguna enfermedad o accidente.
Pero, influenciadores como la española Daniela Requena se lo han realizado y han compartido unos resultados que parecen satisfactorios en sus redes sociales.
Sin embargo, aplicar estas técnicas en ojos sanos con un objetivo meramente de imagen no es aconsejada por expertos porque no se conocen con exactitud los posibles problemas que pueden surgir a largo plazo.
Uno de los riesgos es que al inyectar pigmentos en la córnea, se podría dificultar una futura cirugía de cataratas o de retina que, con el paso de los años, pudiera necesitar el paciente, como señala la Clínica Baviera.
Además, estos procedimientos todavía no están autorizados en todos los países y si no se cuenta con los instrumentos y la experticia necesaria se pueden causar daños irreversibles para la visión.
"Si se usa equipo no estéril o si el procedimiento se realiza en un ambiente no sanitario, las posibilidades de infección son aún mayores. Las infecciones oculares pueden causar dolor, hinchazón, visión borrosa e incluso pérdida permanente de la visión", como explica el Centro Oftalmológico Daniel Perera.
Se dice que en algunos casos, si el pigmento se aplica demasiado cerca de la pupila o si se aplica demasiado pigmento, puede afectar la capacidad del ojo para enfocar la luz correctamente.
Sin embargo, aún se necesitan estudios clínicos concluyentes que confirmen la eficacia y seguridad de esta técnica en ojos sanos antes de considerar su uso.
LAURA ALEJANDRA ALBARRACÍN RESTREPO
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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