Sexo adolescente en un mundo virtual / Sexo con Esther

Las nuevas tecnologías digitales han logrado que los adolescentes se expresen de manera diferente. Hoy los jóvenes exhiben su sexualidad a través de las redes sociales, una modalidad que se viene imponiendo, porque según los expertos, “ahora ellos necesitan diferenciarse para crecer”.

Hay que detenernos un poco a pensar sobre estas nuevas formas para entenderlas y de paso aliviar la angustia de muchos padres, que no logran entender las nuevas conductas de sus hijos.

(Lea también: Jóvenes con poco sexo)

Para comenzar, hoy en día hay jóvenes que graban videos cuando están besándose, tocándose o teniendo relaciones sexuales, algo que antes no se veía. Nos encontramos además con jóvenes para quienes lo importante es el número de os que han tenido durante una tarde o la noche. Para ellos lo primordial es acumular encuentros, besos, y subirlos de inmediato a las redes sociales, sin importar los sentimientos. Parece que no importa quién sea ese alguien con quien se encontraron rápidamente, porque lo que quieren es subir el video y aumentar el número de curiosos que aparecen observando sus fotos sensuales.

En este caso parece que ahora todo es público, lo que significa que ha aumentado considerablemente el exhibicionismo en la juventud. Lo cierto es que en las redes sociales, las personas son tratadas como objetos de publicidad, mercancía o para disfrute de otros, sin emociones o experiencias.

(Le puede interesar: ¿Miedo al sexo?)

Son conductas que se tienen, que les impide disfrutar de una buena encamada, como ocurría en épocas anteriores. Para los jóvenes, esas expresiones que observan de sus videos en las redes sociales, son más importantes que los sentimientos. Quizá están buscando la aprobación de sus compañeros o quieren reflejar la imagen parecida a alguien que han visto en internet.

Los padres deben observar estas conductas, que les ayude a manejar el crecimiento de sus hijos, porque es preciso que entiendan que la adolescencia es una etapa complicada que se caracteriza por los cambios tanto físicos como psicológicos, que desconciertan tanto a los adolescentes como a sus padres.

Pero si esto se sale de las manos, hay que contar con ayuda profesional de una sexóloga, para que el joven pueda expresar sus deseos y proyectos, ya que es una etapa decisiva en la que se está formando como adulto, así podrá entender sus pensamientos y se hace responsable de sus actos.

(Lea además: Niños, jóvenes y porno)

Estas ayudas logran que el joven pueda quererse a sí mismo y cuente con recursos suficientes para entrar en el mundo de los adultos sin tropiezos, porque enfrentan una etapa complicada y necesitan un acompañamiento, que oriente su vida.

Lo más recomendable es huir de conversaciones o sermones y fomentar la participación y el debate adaptado a la edad. Hay que acompañarlos en su identidad y expresión sexual en el marco del respeto, la diversidad y la tolerancia. Así que manos a la obra. Hasta luego.

ESTHER BALAC

Para EL TIEMPO