En la población general, la frecuencia de gastritis es de 40 a 80 %. La gastritis es una enfermedad inflamatoria aguda o crónica de la mucosa gástrica.
La inflamación de la gastritis generalmente se produce por la misma infección bacteriana que provoca la mayoría de las úlceras estomacales. El uso frecuente de determinados analgésicos y beber demasiado alcohol también pueden contribuir a potenciar esta enfermedad.
La mayoría de personas que llegan a sufrir de gastritis presentan síntomas como dolor o ardor (indigestión) en la parte superior del abdomen que puede mejorar o empeorar cuando se ingiere comida, náuseas, vómitos y sensación de saciedad en la parte superior del abdomen luego de haber comido.
Son muchas las causas que pueden desencadenar una gastritis crónica, entre algunas de ellas están:
• Infección bacteriana: Si bien la infección por Helicobacter pylori es una de las infecciones más frecuentes en seres humanos a nivel mundial, solo algunas personas infectadas desarrollan gastritis u otros trastornos del sistema digestivo superior. Los médicos consideran que la vulnerabilidad a la bacteria podría heredarse o podría tener origen en factores de estilo de vida, como el tabaquismo y la alimentación.
• Uso frecuente de analgésicos: Los analgésicos comunes — como la aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno (Aleve, Anaprox) — pueden provocar tanto gastritis aguda como gastritis crónica. El uso regular de estos analgésicos, o tomarlos en cantidad excesiva, puede reducir una sustancia clave que ayuda a preservar el revestimiento protector del estómago.
• Consumo excesivo de alcohol: El alcohol puede irritar y corroer el revestimiento estomacal, lo que hace que el estómago sea más vulnerable a los jugos digestivos. El consumo excesivo de alcohol tiene más probabilidades de causar gastritis aguda.
• Estrés: El estrés intenso debido a una cirugía importante, una lesión, quemaduras o infecciones graves puede provocar gastritis aguda.
El tratamiento de la gastritis debe ser dirigido por un gastroenterólogo, que generalmente solicita una endoscopia para verificar la gravedad de las lesiones en las paredes del estómago.
Esto en necesario porque es posible que algunos tipos de gastritis crónica aumenten el riesgo de cáncer de estómago, especialmente si se tiene un revestimiento del estómago muy delgado y hay cambios en las células del revestimiento.
Por esta razón, algunas maneras de prevenir esta afección son evitar comer alimentos irritantes y muy grasos, no ingerir aspirinas y antinflamatorios, ya que suelen ser muy agresivos con el aparato digestivo, desayunar a diario, para que los jugos gástricos no dañen el esófago, masticar bien y con lentitud, cenar siempre ligero.
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